Desde la confabulación mafiosa entre medios, jueces y militares en la Argentina de los años 70 se gestaban las dictaduras mediáticas embriagadas ahora mismo por provocar un estallido social en Cuba
Si los propósitos de la operación político-comunicacional en marcha se cumplieran el primer acto simbólico, no lo dudemos, sería posar nuevamente el águila de donde la espantó la increíble fuerza de un pueblo pequeño y pobre materialmente, que tuvo la osadía y la entereza moral de cambiar su destino
Triste patria sería la que tuviese el odio por sostén, nos dejó dicho el siempre amoroso, hasta para convocar a los cubanos a la batalla por la libertad, Apóstol de Cuba. Ese es el sentimiento que, pasada la conmoción y hasta la confusión inicial de los sucesos recientes, invade a la mayoría noble, generosa y digna de este pueblo
Cuba busca avanzar hacia más socialismo. Las fracasadas experiencias del modelo en otras geografías confirman que socialismo y elitismo son, definitivamente, como aceite y vinagre
La nueva conceptualización del modelo socialista —actualizada en el 8vo. Congreso— demanda de la conceptualización, en paralelo, de un nuevo modelo de comunicación y de prensa. No sería entonces el heredado del siglo XX, adicionalmente marcado por tiempos y estilos muy analógicos, el que estaría en capacidad de responder a los desafíos políticos y comunicacionales del siglo XXI
El sueño es saldar las deudas sistémicas del periodismo cubano del siglo XX compatibilizándolas con las modernizadoras del XXI