Precisamente del país en una trinchera heredamos el terreno pantanoso por donde siempre debió moverse la crítica en la Cuba socialista, lo que obligó a dos de sus más admirados líderes: Fidel y Raúl, a lanzar recurrentes estocadas contra el almibaramiento institucional crónico que nos persigue hasta en momentos tan críticos y definitorios como los que ahora mismo padecemos
Ojalá el querido árbol de corazones nuestro estuviera en continuo contacto con el mundo que lo rodea
Ernesto Che Guevara llegaría a sus 95 años, este 14 de junio, y su luz propia sigue persistiendo
Cambiar, sin desarmar, cuanto entorpece los propósitos de eficiencia, justicia y bienestar a los que debe aspirar el verdadero socialismo para que la Revolución no pierda la capacidad de florecer siempre con su raíz inmarchitable