A un ejercicio ciudadano como el de este domingo de elecciones municipales en el país no se va con la ligereza entusiasta de ciertos animales en la fábula de la boda del sol
Hay causas que merecen los riesgos. Por ello es tan importante que comprendamos que la elección que tendremos delante este día no es política, es humana
La sustancia más prometedora, la que mantiene ardiente la esperanza y la fe, la que lanza llamaradas con resplandores que opacan las que salen desde la zona industrial matancera, es ese sentido unitario del bien, la generosidad y la solidaridad que copa ahora mismo todos los cielos y los subsuelos de Cuba