En la zona más íntima de mi memoria preservo la gratitud por los buenos maestros que encontré en las aulas, capaces de brindarme información útil y, sobre todo, de sembrar los valores inherentes a una insobornable conciencia ética
Como parte del pueblo, los escritores y artistas asumimos el lugar que nos correspondía en la defensa de la Patria. Así recuerda la notable intelectual Graziella Pogolotti los momentos fundacionales de la Uneac, que acaba de cumplir 59 años