El nuevo convenio permite que los niños pasen más tiempo en los entrenamientos. Autor: Osvaldo Gutiérrez Gómez Publicado: 20/07/2020 | 08:54 pm
Aquello se tornó rutinario. Al filo de la 1:30 p.m., de lunes a viernes, los profesores de fútbol, «El Chino», Iván y Castro, nos recogían en el seminternado Rafael Freyre, luego del almuerzo. Así fue durante cuarto, quinto y sexto grados. Cruzábamos una carretera de mucho tráfico y, media hora después, ejercitábamos el golpeo con el interior del pie, repetíamos el saque de manos o aprendíamos la regla del fuera de juego.
Los sábados topábamos contra equipos de otras áreas deportivas —nos esmerábamos en los «derbi» frente al once del Ateneo Fernando de Dios— en nuestra cancha del combinado Feliú Leyva o íbamos a otro terreno de la ciudad holguinera.
Varios niños de ese grupo fueron matrícula, con posterioridad, de la Escuela de Iniciación Deportiva Escolar (EIDE) Pedro Díaz Coello, algo que entonces era para nosotros un sueño (el mayor de los goles).
Aquel período, amén de formarnos en el rigor de la práctica deportiva e introducirnos en elementos técnicos del «más universal», nos unió muchísimo, repercutió de forma positiva en la salud de cada cual y cultivó amistades duraderas. Un círculo de interés, muy bien organizado, premiado en eventos provinciales, se agregó al empeño de convertirnos en futbolistas.
Experiencias similares a esas de los años 90 se deben repetir por toda la Isla cuando se implemente el Convenio de Trabajo Conjunto del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder) y el Ministerio de Educación (Mined) que, gestado en el primer trimestre de 2020, entrará en vigor en septiembre venidero.
Hasta 2024, se ha proyectado un plan de acciones en que tendrán prioridad las clases de Educación Física y el Deporte para Todos. Terminarán así las salidas tardías de los pioneros hacia los combinados deportivos, que dificultaban el desarrollo del adiestramiento, pues los muchachos llegaban agotados y disponían de pocas horas para asimilar las enseñanzas de agarres, boleos, brazadas...
Volverán a ser los entrenadores de áreas especiales quienes den la calificación a sus alumnos y el resto de los educandos participará en sus clases con los profesores de Educación Física. Ha de lograrse mediante este Convenio un mejoramiento de las captaciones de talentos con vistas a posibles promociones a las EIDE, pero, igualmente, han de revitalizarse los turnos de dicha asignatura, para que la dualidad formación-entretenimiento funcione.
Me refiero, por ejemplo, al rescate de los juegos intramurales, que empezaban entre grupos escolares y concluían enfrentándose fraternalmente escuelas o combinados; también sería útil acudir a las posibilidades tecnológicas y visualizar momentos memorables (nunca se me olvidará el partido Argentina de Maradona-«Resto del Mundo» que vimos en el Fajardo holguinero) y valorar la voluntad casi al mismo nivel que el dominio de una técnica o los resultados de las pruebas de eficiencia física, las que, de solo anunciarse, estresaban a mis compañeras de aula en la Vocacional José Martí.
Involucrar, junto al Inder y Educación, a otros organismos y entidades en el mantenimiento o creación de cualquier espacio deportivo es otra de las variables a tener en cuenta. En una escuela, un tablero de básquet roto y sin aro debe verse como si faltaran una pizarra o pupitres. El suministro de implementos, que ha pasado por peores etapas, es otro aspecto en el que habrá que insistir.
Que el béisbol constituya deporte motivo en la Enseñanza Primaria representa otra efectiva novedad de la alianza, pues nuestro pasatiempo nacional es, más que todo, un fenómeno sociocultural e histórico. Continuar masificando una disciplina tan didáctica como el ajedrez, que «enciende» el pensamiento lógico desde temprana edad, se defenderá en el vínculo 2020-2024. La oportunidad se pinta sola para acabar de encauzar el fútbol ¡en uno y otro sexo!, aprovechando su creciente popularidad en el país.
De la mano de tardes completas en tatamis o cuadriláteros ha de ir el acompañamiento de la familia, garante de que en casa, a pesar del cansancio físico, libretas y cuadernos estén siempre activos, y los niños beneficiados por esta política inclusiva de la actividad física (abarca a alumnos discapacitados) salgan integralmente airosos.