Kovacic (izquierda) logró el empate para el Real Madrid. Autor: EFE Publicado: 21/09/2017 | 06:41 pm
No se abrieron las puertas al público este miércoles en el estadio Pepsi Arena, de Varsovia. No soy supersticioso, pero al parecer, adentro se quedó un fantasma nombrado club Legia, autor de una épica batalla contra el monarca exponente, visitante y favorito a voz pópuli, Real Madrid, en la cuarta semana de la Liga de Campeones del fútbol europeo, en un escalofriante duelo que terminó con empate a tres.
Puertas cerradas. Esa fue la sanción que la UEFA impuso al Legia, después de los incidentes ocurridos ante el Borussia Dortmund alemán, otro integrante del grupo F, el pasado 14 de septiembre. Pero vale citar que alrededor de 600 personas sí tuvieron acceso, entre directivos, cuerpo técnico y compromisos institucionales de ambos equipos. Además, 12 aficionados de la peña madridista La Gran Familia también pudieron entrar.
El cuadro blanco —aunque vistió otro color— no supo rematar el partido, pues ganaba 2-0 al minuto 35. A los 0.57 segundos de juego, Gareth Bale envió un potente disparo desde la frontal, que se coló por la escuadra. Y ese se inscribió como el gol más rápido del Real Madrid en Champions. Les recuerdo que el más veloz en la historia de esta competencia pertenece al holandés Roy Makaay, quien en 2007, como plantilla del Bayern Múnich, se lo endosó precisamente al Real Madrid a solo 0.10 segundos de iniciado el compromiso.
El Legia nunca cambió su estilo de buscar la valla rival. Pero no daban tres toques seguidos. Así, Karim Benzema aumentó la cuenta en el 35’, tras la asistencia de Bale. Y cuando parecía que su equipo controlaba sin contratiempos, apareció el belga Vadis Odjidja, quien aprovechó la pasividad de los zagueros rivales y metió un duro disparo desde la línea de la frontal, inatajable para Keylor Navas, con lo que acortó distancias para los polacos.
En el complementario, el Legia mostró todo el empuje posible de su tridente, integrado por Guilherme, Miroslav Radovic y Odjidja. Y «desnudaron» las fisuras del conjunto merengue, sin equilibrio en la media cancha y la zona zaguera. ¿Y Cristiano Ronaldo? Bien, gracias. Perdido, errático en los pases y disparos a puerta, al extremo de concederle dos tiros libres a Bale. Protestó mucho más de lo que jugó. Y él es el motor impulsor del cuadro blanco.
Ante la endeble reacción del Real Madrid, los polacos se crecieron y estuvieron a punto de concretar la histórica remontada. Radovic, ante un error en la salida de Navas, marcó el 2-2, en el minuto 58, en tanto Thibault Moulin aprovechó la incapacidad defensiva del rival y puso delante a los locales 3-2, en el 83’.
Entonces, apareció Kovacic solo dos minutos después y con su gol del empate 3-3 salvó los muebles del Real Madrid, que mantiene su invicto, pero aún no clasifica matemáticamente para los octavos de final.
En el otro partido de este grupo F, emergió el único equipo clasificado en la fecha para la próxima fase: el Borussia Dortmund alemán, que venció 1-0 al Sporting portugués con gol de Adrián Ramos (minuto 12).
En otros resultados, el Sevilla español goleó 4-0 al Dinamo Zagreb, con dianas de Luciano Vietto, Sergio Escudero, Steven Nzonzi y Wissam Ben Yedder. Y con diez puntos, quedó a solo una unidad de avanzar a octavos, por delante de la Juventus italiana, que empató 1-1 ante el Olympique de Lyon. «Pipita» Higuaín, de penal, marcó para la Juve, en tanto Corentin Tolisso anotó por los galos.
Mientras, el Mónaco contó con dos goles de Radamel Falcao y otro de Valere Germain para golear 3-0 al CSKA Moscú. Y el Bayer Leverkusen alemán derrotó 1-0 al Tottenham inglés, con disparo de Kevin Kamp.
Además, el Leicester inglés empató sin goles con el Copenhague y el Oporto venció 1-0 al Brujas belga, con perforación de André Silvá.