Moncada fue el Jugador más valioso. Autor: Juan Moreno Publicado: 21/09/2017 | 05:35 pm
Con un racimo de cuatro carreras en la parte alta del onceno capítulo, la novena de Ciego de Ávila apuntaló su recién conquistado trono en el Campeonato Nacional de béisbol para juveniles, disputado en tierras artemiseñas.
El estadio 26 de Julio, cuartel general de los Cazadores en la Serie Nacional, fue testigo de la consagración de los representantes de la tierra de la piña luego de imponerse con pizarra de 7-3 a Sancti Spíritus.
Según el reporte del colega Jesús Suárez Valmaña, el reñido partido —único de los disputados en la hexagonal final que sobrepasó el límite de nueve entradas— se definió aplicando la regla IBAF, luego de un empate a dos anotaciones.
Ambos equipos marcaron una anotación en el décimo capítulo del duelo, ganado por Luis Pacheco, mientras que el revés fue a la cuenta de Pedro Álvarez.
En la misma jornada del adiós, y en el mismo escenario, los anfitriones artemiseños consiguieron un cerrado triunfo con marcador de 1-0 frente a Santiago de Cuba, para de esa forma agenciarse el tercer puesto del certamen.
Raimel Pérez, seleccionado como el lanzador más sobresaliente de la final, esculpió durante ocho entradas una joya de pitcheo con apenas dos imparables permitidos y seis ponches propinados, mientras que Rubén Hernández sacó los últimos tres outs para apuntarse el salvamento.
Con similar marcador consiguió el equipo de Cienfuegos imponerse a los muchachones de Matanzas, quienes habían comenzado muy bien esta fase definitoria.
La única anotación fue fruto del prometedor Johan Moncada, quien llevó la pelota más allá de los límites del parque Severino Méndez, en Bauta, y el batazo sirvió además para asegurarles a los sureños el segundo puesto del torneo.
Moncada, un muchacho que ya conoce lo que es el rigor de una Serie Nacional, fue seleccionado como el Jugador más valioso, entre otras cosas, por ser el autor de dos de los únicos tres cuadrangulares que se conectaron en la final.