El superpesado Alberto Pupo mejoró en un kilo su arranque y mantuvo sus restantes marcas nacionales para menores de 19 años. Foto: Calixto N. Llanes
Feliz puede despedir el año la familia del levantamiento de pesas en Cuba, pues a los sobresalientes resultados obtenidos por sus principales figuras se unen las buenas demostraciones protagonizadas por los juveniles en la más reciente Copa Cerro Pelado.Si primero el 69 kilogramos Bredni Roque dio muestra de notable ascenso y el pinero Yoelmis Hernández se mostró firme en su despedida en la división de 77 kilos, las plusmarcas conseguidas este viernes por el capitalino Lázaro López y el superpesado Alberto Pupo terminaron por apuntalar la notable faena de los bisoños.
A saber, en la división de 105 kilos, Lázaro elevó el récord nacional juvenil de envión hasta los 160 kg para después fijar en 360 la nueva primacía del patio en el total.
Mientras, Pupo mejoró en un kilo su mejor arranque y mantuvo sus restantes marcas nacionales para menores de 19 años, con lo cual crecen las esperanzas de obtener un gran resultado en el próximo Mundial de la categoría.
Pero antes, el fornido levantador tunero debe ser referencia en el equipo de bisoños que disputará en casa el reinado panamericano durante el mes de marzo, certamen para el cual la halterofilia cubana se ha trazado ambiciosas metas.
La asistencia de las principales potencias del continente, y su coexistencia con el tradicional torneo internacional Manuel Suárez in Memoriam aportarán un elevado nivel competitivo a la justa, donde pudieran concursar las muchachas más destacadas que compitieron en estos días por primera vez ante el público nacional.
El Manuel Suárez será la última posibilidad de sumar puntos en el ranking clasificatorio para los venideros Juegos Panamericanos de Río de Janeiro, que hasta ahora es dominado por Cuba y otorga seis cupos para la cita a los tres países mejor ubicados.