Tormenta del Caribe era el bien ganado calificativo de una corredora todo coraje en las pistas, quien hoy mantiene el liderato entre las mujeres ganadoras de la encuesta deportiva de Prensa Latina: Ana Fidelia Quirot.
Por cuatro veces, en una dilatada carrera de dos décadas, la cubana obtuvo el premio otorgado anualmente por los medios de prensa especializados a la mejor deportista de Latinoamérica y el Caribe.
Quirot se llevó su primer trofeo de este tipo en 1989, un año después de instaurarse en el orden femenino, cuando inscribió su nombre entre las grandes de todos los tiempos.
Ocurrió en la ciudad española de Barcelona, durante la V Copa del Mundo de Atletismo, al acaparar tres títulos: 400 y 800 metros en lo individual y como integrante de la posta 4X400 representante de América.
En 1991 triunfó en la vuelta al óvalo en los Juegos Panamericanos de La Habana y fue segunda en los 800 en el campeonato del orbe efectuado en Tokio, méritos suficientes para ser galardonada nuevamente en el sondeo.
En 1993, un infortunado accidente casero le quemó gran parte del cuerpo y pareció poner fin a su carrera, pero la medicina cubana y la férrea voluntad de la Quirot la devolvieron a la vida y al deporte.
Pocos meses después, tras varias intervenciones quirúrgicas y otras por venir, fue medallista plateada en los Juegos Centrocaribeños de Ponce, un acicate adicional para seguir sumando lauros.
Ana Fidelia volvió a ser noticia en 1995 y 1997 merced a sus máximos lugares en los mundiales de Gotemburgo y Atenas, que le valieron sendos nombramientos como mejor latinoamericana y caribeña en esos años.
Solo su compatriota Osleidys Menéndez acecha por ahora la cifra de Quirot en las encuestas de Prensa Latina, con victorias en 2001, 2004 y 2005.
En el primero de esos períodos la jabalinista fue la reina universal en su especialidad al batir el récord del planeta con disparo de 71,54 metros, primera mujer en superar los 70 tras el cambio en las normas del implemento (1999).
Poco después de ese espectacular lanzamiento, Menéndez triunfó en el Campeonato Mundial celebrado en Edmonton, Canadá.
Se convirtió en monarca olímpica en los Juegos de Atenas"2004, al lograr marca para esos eventos de 71,53 metros y sacar seis de diferencia a su escolta, la mayor ventaja en la historia de esas citas estivales en su disciplina.
El último de sus premios de la región, proclamado por la encuesta de 2005, lo debió al quiebre de su propia primacía del orbe (71,70 m) y su segundo título mundial alcanzado en Helsinki.
Solo otras dos deportistas suman par de trofeos en estas encuestas, ya convocada para su edición de 2006: la nadadora costarricense Claudia Poll (1996 y 1998) y la corredora mexicana Ana Gabriela Guevara (2002 y 2003).