Al parecer, Ignacio Galán no quiere saber nada de su mujer. El español de 53 años despertó de un coma de más de década y media provocado por un accidente de tráfico. Según Marta, su esposa, él ya habla con la gente, bromea con las enfermeras, grita con el fútbol, pero cuando ella le habla, pierde la conciencia. La única vez que Ignacio reaccionó a las palabras de su esposa, y lo hizo llorando como un niño, fue cuando ella le comentó que la moto en la que viajaba cuando tuvo el accidente, quedó hecha añicos.