Fue enterrado vivo, congelado en un cubo de hielo, atrapado durante una semana en una caja vidriada… La lista de arriesgadas pruebas de David Blaine es larga, pero el ilusionista estadounidense no se cansa de poner su vida al límite. El viernes, comenzó su último gran reto en el muelle de Manhattan, Nueva York: aguantar durante 72 horas descargas eléctricas en un circuito de un millón de voltios sin poder sentarse, dormir, ni comer, y con la única protección de una cota de malla de acero inoxidable. Así este hombre de 39 años quiere rendir homenaje a científicos que experimentaron con la electricidad.