Un cerrajero brasileño devolvió el jueves el jugoso botín de 26 000 reales (unos 11 000 euros) un día después de robárselos. Como lo oye: el buen truhán fue detenido en Belo Horizonte, tras haber dejado el dinero en la puerta de la casa, la que asaltó sin forzar las puertas.
Arrepentido, regresó después a devolver lo robado, y fue detenido por la policía. ¡Ojalá su raro gesto se le considere como atenuante!