Señitas raras es el nombre de un disco (y un tema) del reconocido humorista y compositor Jorge Díaz. A pesar de ser una simpática canción, en su letra no recoge una variante que se ha puesto de moda en la capital, y que es importante dominar si quieres moverte, hablando en términos de transporte. Para ser más preciso, se trata de las disímiles señales que debes hacer con las manos para comunicarte con los choferes de taxi, particularmente con los de los almendrones.
Con la ayuda de mi colega Lázaro Miranda (LAZ) y luego de una profunda investigación, hemos confeccionado una guía que lo ayudará a conseguir el auto que hace el recorrido adecuado, según su necesidad.
1.- Señal estándar. Utilizar en vías de una sola dirección donde no pasan taxis de diferentes recorridos y al chofer no le queda otra opción que ir hacia donde usted va.
2.- Recto sin escala. Hágase cuando en su destino no existen curvas. O sea, camino recto. También se puede utilizar para cuando el taxista no para, y sigue recto.
3.- Comida sin escala. Es muy efectiva en horario de almuerzo. El conductor rápidamente entenderá que usted se dirige a la Paladar más cercana, y que puede invitarlo.
4.- Gallinita ciega. Muestra al conductor que usted va para donde él quiera. Se entrega en cuerpo y alma y con los ojos cerrados. Es como decir: «¡Llévame pa’ donde tú quieras, pero sácame de aquí!».
5.- Acción suicida. Crea cierto sentimiento de culpabilidad en el chofer. Sabe que usted es capaz de ahorcarse si no lo lleva en el auto. A fin de cuentas, a veces es mejor morirse que atrapar un almendrón que vaya para donde usted va.
6.- Experiencia religiosa. Pudiera parecer que se trata de una súplica, cuando en realidad se trata de eso mismo. Esta señal remueve los más recónditos sentimientos del conductor de taxis, —si es que tienen sentimientos—. Les recuerda a sus más allegados seres queridos. «¡Chofe, por su madrecita, por su esposa, por su gato… no me deje aquí bota’o!».
7.- En La Habana hay una pila de locos. También conocida como Napoleón. Indica al chofer que si él está loco, yo estoy más loco que él y me da lo mismo que pare o no pare, a fin de cuentas yo no tengo dinero ni tengo a dónde ir. Suele ser una de las señas que mejores resultados obtiene, pues hacerse el loco es lo que está de moda.