No hubo abolengo ni pomposas ceremonias, sino mucha identidad camagüeyana que festejó al unísono la tradición lugareña y el Día de San Valentín. Autor: Yahily Hernández Porto Publicado: 14/02/2025 | 09:38 pm
Camagüey. — «¿Porfa, casate conmigo? Este es mi regalo de novios». Así de sencilla fue la respuesta de los novios agramontinos a la pregunta indiscreta, pero certera, de Juventud Rebelde: «¿cómo les declararon a sus novias el deseo de contraer nupcias este 14 de febrero?».
Los enamorados respondieron casi a coro, en medio de una agotadora mañana de ajetreos, y mientras aguardaban ansiosos a sus novias, en una espera que los desesperaba.
La idea anterior resume lo que los seis novios, más o menos, les propusieron a sus damas, desde inicio de este 2025. Cada uno venía aderezando la idea, hasta que «la soltaron» hace solo una o dos semanas.
Y es que en el Camagüey legendario la tradición de contraer nupcias el Día de San Valentín, en el bello y grandilocuente Palacio de los Matrimonios, ha sobrevivido durante 45 años ininterrumpidos, a pesar de las nuevas formas de asumir la diversidad amorosa y conyugal en las nuevas generaciones de amantes.
Para Adriana Varona Ávila, trabajadora del emblemático palacete colonial por más de 36 años ininterrumpidos, las bodas del Día del amor y la amistad siguen avivando corazones.
«Las parejas se regalan ese gran presente espiritual y llegan hasta aquí para que los ayudemos en sus deseos y anhelos. Esta tradición, la cual sigue latiendo a través de sus amantes, se empeña en no morir y Camagüey la celebra, bajo cualquier circunstancia».
Desde 1980 del siglo pasado, justo con la apertura de la significativa institución camagüeyana, inició el atractivo acontecimiento cultural y familiar que hoy, aunque menguado, no sucumbe.
Muestra de ellos son estos 12 novios y novias, quienes dieron el sí ya no solo ante el notario, sino ante un San Valentín que los abraza y sigue cultivando el amor.