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Un huracán de solidaridad joven (+ Fotos, Vídeos y Post)

«Aquí estamos los jóvenes para lo que sea, cuenten siempre con nosotros, ayudaremos a que todo quede más bonito y confortable que antes». Son palabras de Meyvis Estévez Echevarría, primera secretaria del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), quien el jueves último llegó a las zonas afectadas por Oscar en Guantánamo para compartir sus fuerzas y aliento

Autor:

Yuniel Labacena Romero

Solo el amor alumbra lo que perdura/ Solo el amor convierte en milagro el barro
Solo el amor, Silvio Rodríguez

GUANTÁNAMO.— Ya ha transcurrido más de una semana del paso de Oscar, el huracán que dejó su nombre tatuado para siempre en la memoria de miles de familias guantanameras. Todavía se camina entre el fango y el lodo, se observa la arenilla en las calles y aceras, los colchones, cojines, refrigeradores, ropas… puestas a secar, los ríos que continúan bajando en tropel…; pero, cuando el corazón convoca, no hay tiempo para lamentos, sino para empinarse… Estar donde más se necesite.

Eso es lo que han hecho los de allí y los que han llegado, en especial, los jóvenes. Ellos, deseosos de que lo feo cambie de color lo más pronto posible en Imías, San Antonio del Sur, Maisí y Baracoa, ponen mucho amor y tesón en disímiles labores que en estos municipios se acometen, no solo para borrar las tristes huellas que dejaron las lluvias y los vientos del fenómeno meteorológico, sino para que las viviendas, las instituciones, las calles, las aceras, los parques… queden mejores, más bellos.

Así, se les ve codo con codo con los lugareños, como uno más. Por eso, emociona escuchar a cada paso, entre gente humildísima, frases como «esto lo hicieron los jóvenes», «aquí están los universitarios», «su ayuda ha sido muy importante», «estamos agradecidos por su contribución»… Y ver el brillo en sus ojos, la sonrisa que escapa de sus labios.

Al intercambiar con los vecinos —y los muchachos que se entregan a la recuperación—, hay otra voz de confirmación de que seguirán obrando: «aquí estamos para lo que sea, cuenten siempre con nosotros, ayudaremos a que todo quede más bonito y confortable que antes». Es Meyvis Estévez Echevarría, primera secretaria del Comité Nacional de la UJC, quien el jueves último llegó a las zonas afectadas para compartir sus fuerzas y aliento con quienes se han sumado en estos días.

Una certeza recorre el diálogo entre la dirigente juvenil y quienes toman un pequeño receso en sus labores para hablarle de sus vivencias: en cada lugar se trabaja en lo que se puede hacer, según las condiciones lo permitan. Por ejemplo, en Imías —de los territorios más afectados tras el paso de Oscar y al que no se había podido llegar por las dificultades con el acceso—, Estévez Echevarría significó que lo importante es limpiar, ordenar, volver a levantar todo, para salir adelante.

Quienes pudimos caminar por Imías, Baracoa y San Antonio del Sur recientemente vimos a los jóvenes de la Universidad de Guantánamo, del Instituto Preuniversitario Vocacional de Ciencias Exactas José Maceo Grajales y de estos municipios sacando escombros en el centro gastronómico El bosque y auxiliando a las familias más vulnerables. Antes, estuvieron en escuelas e instituciones de la salud, como el policlínico Ciro Frías Cabrera.

También muchos de ellos se convirtieron en salvavidas la madrugada del 21 de octubre, cuando las intensas lluvias cambiaron el panorama en Imías por un monstruo, como nos relataron Yolanda Gutiérrez Argüelles y Eudis Cantillo Matos, dos jóvenes líderes de este municipio. «Recuerdo que cuando me llamaron salí al portal de la casa y ya el río pasaba por la calle. Empecé a darle el aviso a las personas de mi comunidad, luego entré de nuevo a mi casa a levantar las cosas que nos faltaban y comencé a sacar a mi familia», narra él.

«Mi hermano y mi primo fueron a brindar ayuda a las personas, a las cuales el río nos permitía el acceso», nos dice Eudis, también delegado de circunscripción en el barrio Los Pinos. Varios días le ha llevado recuperar la limpieza de su hogar, algo que no termina, pero él, como el resto de sus compañeros, se ha incorporado a su puesto de trabajo y a las labores de saneamiento de su comunidad.

¿Te sientes cansado?, pregunto y sin titubear responde: «Me siento ahora con más fuerzas para ayudar a mi pueblo, a Guantánamo, a Cuba… la juventud está dispuesta a apoyar donde se nos necesite».

Faro de esperanza

La recogida de escombros, la eliminación del lodo y la estrategia para reanimar las comunidades demuestran que se avanza en resarcir los daños dejados por Oscar. Siguen llegando recursos y se recuperan algunas viviendas, aunque todavía falta mucho.

Pero nadie quedará desamparado. Es voluntad y compromiso reafirmados por la máxima dirección del país. Lo saben la anciana Josefa Guzmán Méndez, su hijo Arnel Matos Guzmán y su nieta Delenis Matos Navarro. Mientras tanto, ellos se muestran agradecidos porque los escombros de su casa, en el barrio Los Pinos, en Imías, fueron recogidos por los jóvenes.

«Han estado trabajando incansablemente para ayudar a las familias que lo hemos perdido todo. Da orgullo verlos en todos los lugares, sin importar las grandes montañas de basura», nos dice Josefa, mientras otros muchachos nos cuentan de las diversas tareas que realizaron también en San Antonio del Sur.

Y la señora, como quien quiere retribuir esas muestras de solidaridad, comparte lo que tiene: «Hay unas galleticas en la mesa para que merienden, para que compartan…». Entonces, uno que ni las toca, sale con más fuerzas, dispuesto a darlo todo por los guantanameros que sufrieron la embestida de Oscar.

«Lo más importante era salvarnos, no perecer ahogados», dice una anciana; mientras otros vecinos señalan hacia los techos de placa, las zonas altas y hasta los árboles donde se treparon para soportar las horas de inundaciones. «Aquí estamos vivos, vivos, y nos vamos a recuperar», es el clamor que se escucha de una calle a otra, de una familia a otra y en el que insisten, además, las autoridades.

Sé que esto ha sido fuerte, que han perdido muchas cosas, pero ustedes no están solos, Guantánamo se va a recuperar y para ello cuenta con sus hijos más jóvenes, les reitera la Primera Secretaria de la UJC, y les habla, asimismo, de los jóvenes del Servicio Militar Activo como integrantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, quienes han asumido trabajos de reconstrucción. A ellos dijo: «Lo que han hecho es extraordinario y así lo reconocen los pobladores, ustedes son fuerzas imprescindibles en las horas difíciles».

Durante su visita a la provincia, la dirigente juvenil también recorrió las sedes de la organización e intercambió con sus funcionarios para conocer de primera mano cuáles fueron las afectaciones. A todos convidó a seguir poniendo el rostro joven en las labores de recuperación, a seguir demostrando que «sobre los hombros de la juventud se pueden depositar grandes tareas», como dijo en una ocasión Fidel.

«Sigamos trabajando juntos porque con cada acción, por pequeña que sea, contribuiremos a que los guantanameros se recuperen y vuelvan a levantar todo. Nos da mucho aliento que comienza a recomponerse el paisaje en estas zonas», les dijo Meyvis a los jóvenes al despedirse y darles las gracias «por su sensibilidad, dedicación y por ser un faro de esperanza en estos momentos difíciles».

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