Tercer Frente Autor: Ángela Santiesteban Blanco Publicado: 06/03/2023 | 09:56 am
CRUCE DE LOS BAÑOS, Santiago de Cuba.—Tras casi una semana desbrozando montes, fatigados y dispuestos, el 6 de marzo de 1958 llegaron a Puerto Arturo, muy cerca de San Lorenzo, el intrincado paraje que vio caer al Padre de la Patria.
Eran 55 hombres y dos mujeres, en su mayoría obreros y campesinos, que constituidos como la Columna No. tres del Ejército Rebelde y bajo el mando del recién estrenado Comandante Juan Almeida Bosque habían partido el 1ro. de marzo desde Pata de la Mesa, para cumplir la misión de fundar un nuevo frente de guerra al oeste de Santiago.
El propósito del líder guerrillero Fidel Castro era claro: una vez consolidado el núcleo central de la Sierra Maestra, nuevas unidades extenderían la guerra hacia el centro y el occidente del país. En ese empeño avanzaban la columna seis, Frank País, al mando de Raúl Castro, y la tres, Santiago de Cuba, comandada por Juan Almeida; dos jefes que llegaron como capitanes en el Granma y habían sido ascendidos al grado de Comandante el 27 de febrero de 1958.
El día 6 de marzo, fatigados y dispuestos, llegaron por fin a Puerto Arturo; Almeida quedó en la zona, mientras que Raúl proseguiría su marcha para cinco días después fundar el II Frente Oriental Frank País.
Rebeldes a las puertas de Santiago
Nacía así la zona que más tarde se conoció como el III Frente Doctor Mario Muñoz Monroy, el enclave guerrillero dirigido por un Comandante músico y cuyo segundo al mando fue el entonces capitán Guillermo García Frías, el primer campesino que se unió a la guerrilla luego del desembarco.
Hacer sentir la presencia rebelde en las proximidades de Santiago de Cuba, tender un cerco alrededor de la capital de Oriente, impedir la salida de armas y refuerzos hacia la Sierra Maestra, dominar la carretera central y otras importantes vías, estaban entre sus misiones.
La primera acción, a pocas horas de su llegada, sería el ataque a la refinería Texaco, cercana a la capital oriental, con el propósito de distraer al enemigo para proteger así el paso de Raúl y su columna por la carretera Central hacia su zona de operaciones. La acción no fue exitosa, pero dio a conocer que el Ejército Rebelde operaba en los alrededores de la urbe.
Otro hecho audaz y notorio del Frente en sus días fundacionales fue el ataque y ocupación del poblado del El Cobre, en la noche del 10 y la madrugada del 11 de abril. Por primera vez una cabecera de municipio era tomada por el ejército Rebelde, el cual, además, rechazó el refuerzo enviado por la tiranía e hizo explotar un polvorín minero, cuya detonación llenó de pánico a las tropas batistianas.
De acción en acción el Frente fue creciendo hasta convertirse en baluarte del triunfo revolucionario. La organización de los grupos de escopeteros existentes en la zona, el diseño de acciones para apoyar la Huelga General del 9 de Abril; ataques a cuarteles, emboscadas, escaramuzas a patrullas y puestos militares, sabotajes numerosos, fueron tejiendo la historia del III Frente.
La nueva zona guerrillera llegó a alcanzar más de 6 000 kilómetros cuadrados, desde las cercanías de Santiago de Cuba hasta las de Bayamo, incluidos los territorios de Baire, Jiguaní, Contramaestre, Guisa, Santa Rita, Maffo, Palma Soriano, Aguacate, Ramón de Guaninao, el Central América, Dos Palmas, El Cobre, Melgarejo, El Cristo, El Caney, el sur de San Luis, Loma del Gato y Chivirico.
En mayo de 1958, ante la Ofensiva de Verano lanzada por la tiranía, por petición del Comandante en Jefe, las principales fuerzas del enclave, con Almeida al frente, se trasladaron hacia la Sierra Maestra, lo que no fue obstáculo para que los combatientes que quedaron en la zona mantuvieron en jaque a las fuerzas batistianas.
Después de cumplida con éxito la orden de Fidel, Almeida regresó a su territorio. En agosto de 1958 establece su Comandancia en La Lata. Fortalecido en número de combatientes y en armas, el III Frente crece también desde el punto de vista estructural. Nacen las Columnas 10 y nueve, dirigidas por los comandantes René de los Santos y Hubert Matos, y surgen las capitanías de Calixto García y Universo Sánchez.
En sus casi nueve meses de operaciones en el territorio del III Frente se libraron cientos de combates victoriosos; más de 200 emboscadas y escaramuzas supieron del arrojo y convicción de sus combatientes, quienes además, apoyaron batallas decisivas como la de Guisa, Palma Soriano y Maffo, dirigidas por Fidel.
Aquella guerrilla encabezada por el Comandante Juan Almeida no solo cumplió su misión combativa, sino que cambió para siempre y para bien la vida de los habitantes del lomerío.
En plena guerra fueron fundadas 52 escuelas y seis hospitales de campaña donde era atendida la población civil. Se protegió a los campesinos serranos contra la explotación de los dueños. Se abrieron caminos y funcionaron plantas rebeldes que difundieron la verdad de la guerra y llamaron al pueblo a la lucha.
Como estructura para ayudar al financiamiento de los gastos de guerra, fue creado el Departamento de Café, Cacao y Ganado, que recaudaba impuestos de los productores de estos renglones, para cubrir gastos de la guerrilla y también de los campesinos.
Así, para finales de la guerra, cuando las fuerzas de los tres frentes combatían juntas en indetenible avance hacia Santiago, el III Frente había cumplido con creces su rol. El propio Comandante Juan Almeida lo ratificaría: «El III Frente, nacido de la concepción revolucionaria y del espíritu de ofensiva de Fidel, cumplió con honor la misión que le designó el Comandante en Jefe, y fue uno de los pilares de la victoria definitiva del pueblo cubano».
Lecciones e inspiración
A 65 años de la fundación del III Frente Mario Muñoz, las lecciones de aquella tropa, el andar de estas serranías deviene acicate, inspiración, para superar las metas actuales y consolidar la obra de un territorio ciento por ciento obra de la Revolución.
Así lo ha reiterado a la prensa por estos días la primera secretaria del Partido en el montañoso municipio, Sobeida Hernández Morales, quien insiste en que bajo el lema Tercer Frente avanza y no se detiene, aquí se trabaja por el beneficio social.
Con el concurso de todos, pobladores y organismos, se labora en un sinnúmero de obras: se recuperan escuelas, campos deportivos, instalaciones culturales, de la salud, del comercio, viales; se realizan acciones constructivas en las viviendas, reanimación, reparación y pintura de locales; se trabaja en la red hidráulica, en los servicios de Etecsa, el transporte, las donaciones de sangre.
Motivados también para conmemorar con resultados el aniversario 70 de la gesta del Moncada, apuestan por la recuperación de ómnibus de montaña que oxigenen la transportación de pasajeros, uno de los mayores dolores del lomerío, y conscientes de que se desenvuelven en un territorio eminentemente agrícola apuestan por la siembra intercalada en los cafetales, la recuperación de áreas vacías y fincas forestales que les permitan cumplir con los planes de siembra, o porque su inclusión entre los 28 municipios escogidos de forma experimental en el país para incrementar la producción de huevos con gallinas semi-rústicas, empiece a ser notable entre sus habitantes.
En ese impulso al programa alimentario, destaca la construcción de un Huerto Intensivo en la comunidad Vega de Limones, del consejo Popular Matías, con el que en una extensión de dos hectáreas aspiran a tener sembrados de forma permanente más de ocho variedades de hortalizas.
Son muchos y altos los compromisos, insistió Sobeida Hernández, por eso también embellecen la comarca en jornadas de trabajo voluntario, y como parte del programa de desarrollo cafetalero hasta el 2030, ponen los frutos de la ciencia en función del cultivo del cerezo y se enfrascan en la construcción de patios de secaderos y el montaje de una minindustria en la torrefactora de Sampiñí, con el propósito de poder beneficiar y vender su propio café, generando así ingresos al territorio y al país.
Entre los altos y verdes del Tercer Frente y como la mejor reverencia a su ayer glorioso hay esfuerzo en varias direcciones. Frutos de ese empeño son igualmente, según explicó la dirigente partidista, la puesta en marcha de una farmacia de Labiofam; la construcción de un parque y una cisterna en la comunidad de La Leonor y un cementerio en Arroyo Rico; la recuperación de la carretera central que enlaza al municipio con el vecino Contramaestre, el bacheo de importantes vías; la instalación de la fibra óptica y el completamiento de la torre de la radio base celular del sur y los trabajos para que El Laurel deje de ser una zona de silencio.
Próxima a cumplir 28 años la emisora Triple M Oriental recibe una minuciosa reparación; en Filé se termina una academia de béisbol, y en la zona de Matías se alista un Hogar Materno, con 12 habitaciones y capacidad para 24 gestantes. Son los frutos del esfuerzo con los que el Tercer Frente, fiel al ejemplo de aquellos barbudos que le regalaron la libertad, se renueva por el bienestar de su gente.
Próxima a cumplir 28 años, la emisora Triple M Oriental, voz de las serranías del Tercer Frente, se renueva de cara al nuevo aniversario FOTO: Ángela Santiesteban