Afiche del Evento Internacional Faure Chomón Medievilla. Autor: Archivo del periódico 26 Publicado: 06/12/2021 | 07:49 pm
LAS TUNAS.— La década de los años 70 del pasado siglo tuvo gran impacto en el desarrollo socio-económico tunero. Uno de los dirigentes que lo propició fue el Comandante Faure Chomón Mediavilla, quien ejerció aquí como Primer Secretario del Partido durante todo aquel período.
Se suele decir que la historia de la provincia de Las Tunas debe contarse en dos etapas: antes y después de su presencia entre nosotros. Para evocarlo, la filial tunera de la Unión de Historiadores de Cuba ha convocado para el 8 de diciembre el Evento Internacional Faure Chomón In Memoriam, con ponencias de estudiosos de Suecia, España, México, Estados Unidos y Cuba.
Faure nació en 1929 en el tunero municipio de Manatí. Cuando tenía tres años su padre fue expulsado del ingenio por sus ideas comunistas. La familia se mudó para Camagüey, donde el niño hizo inició estudios. Luego matriculó en bachillerato y debutaron sus inquietudes revolucionarias, por las que sufrió prisión. Años después, en la Universidad de La Habana devino dirigente de la Federación Estudiantil Universitaria.
El 13 de marzo de 1957, en su condición de miembro fundador del Directorio Revolucionario, fue uno de los atacantes al Palacio Presidencial, aquella acción que pretendió ajusticiar en su propia madriguera al dictador Fulgencio Batista. En la refriega resultante sufrió algunas heridas de gravedad.
En 1958, encabezó el grupo de combatientes que el Directorio envió al Escambray. Allá coordinó acciones con las columnas rebeldes que arribaron a la zona en octubre de ese año, al mando de los comandantes Ernesto Guevara y Camilo Cienfuegos. Faure acabó la Guerra con el grado de comandante.
Consumado el triunfo de la Revolución, fue nombrado Embajador de Cuba ante la URSS. Luego ocupó cargos análogos en Vietnam, Bulgaria y Ecuador, y cumplió otras funciones. En 1971 se le encargó asumir la dirección del Partido en Las Tunas.
La enseñanza preuniversitaria aquí tuvo en Faure al promotor de su primer centro. Por entonces los estudiantes debían becarse en La Habana u Holguín para cursar el bachillerato. «No tenemos docentes preparados», dijeron los escépticos. Faure les replicó que sí los había, y que si no aparecían, él y su gente tomarían las tizas. Otros alertaron que no contarían con suficiente matrícula o faltaría presupuesto.
Por fin, el 1ro. de septiembre de 1972 abrió sus puertas en el antiguo Ayuntamiento –sede actual del Museo Provincial Mayor General Vicente García- el primer preuniversitario de la historia tunera. El regocijo de los jóvenes beneficiados se desbordó. Faure se convirtió en el padrino del centro.
Poco después irrumpió la enseñanza universitaria, también a instancias suyas. La primera Unidad Docente Superior tunera comenzó en el curso 1974-1975. Parte de su claustro se formó con profesores voluntarios. Casi la mitad de los matriculados eran trabajadores interesados en carreras pedagógicas.
El movimiento escultórico tunero contó siempre con su apoyo. En un encuentro nacional celebrado en 1977, les ofreció a los invitados ayudarlos en sus proyectos. Al otro año, la ciudad se pobló de obras donadas por ellos. El clímax fue el estreno de La Fuente de Las Antillas, obra de la gran Rita Longa.
Faure invitó a personalidades a visitar el territorio. Una fue José Reynerio Valdivia, el Mago Píter, compañero suyo en el Escambray. Píter acudió en 1978 y creó una escuela y una compañía. En 1998 convocó el Primer Festival Internacional de Magia Ánfora, evento que no ha dejado de realizarse.
También trajo a Blanquita Becerra, la gran diva del teatro vernáculo cubano. Ella desarrolló aquí una intensa actividad. En la parte trasera de su casa fundó el Patio de la Trova, una peña que disponía de un pequeño escenario para el canto y la actuación. Blanquita solía subir y mostrar su arte.
La inauguración del Museo Memorial Mártires de Barbados contó con su contribución. Faure orientó que la institución se convirtiera en un dedo acusador contra el terrorismo y exhibiera en sus vitrinas objetos personales, documentos e implementos deportivos de los jóvenes tuneros inmolados.
Otras conquistas fueron la creación en 1975 de la Escuela Vocacional de Arte. También el aeropuerto, el Motel Cerro de Caisimú, la remodelación de la Feria Agropecuaria y la consolidación de la Jornada Cucalambeana, el paraje que vio nacer a Juan Cristóbal Nápoles Fajardo, El Cucalambé.
Las zafras azucareras contaron siempre con su seguimiento, que incluía recorrido por cañaverales e ingenios. También alentó obras como la Fábrica de Estructuras Metálicas Paco Cabrera, la terminal de azúcar a granel de Puerto Carúpano, la urbanización y la vialidad de la ciudad.
Faure y Fidel en la inauguración de Puerto Carúpano, el 20 de enero de 1978. Foto: Archivo del Periódico 26
El evento internacional en memoria del Comandante Faure Chomón Medievilla es una merecida muestra de gratitud a quien dedicó parte de su vida al desarrollo integral tunero.