Proyecto de Constitución. Autor: Falco Publicado: 18/08/2018 | 10:04 pm
Cuando me dijeron que debía cubrir el proceso de consulta del Proyecto de Constitución de la República de Cuba en una base de ómnibus públicos pensé que el debate podría carecer de análisis profundos, porque ciertamente lo que más abunda en estas entidades no son los adictos a la lectura.
Luego pensé que adelantarme a los acontecimientos era errático, pues si hay alguien con una vasta cultura popular, son los choferes, además de saber llamar las cosas por su nombre. Y eso también se requiere para enriquecer la Carta Magna, que es como la brújula de las sociedades y tiene que estar bien calibrada.
Amén de los prejuicios, cuando llegué al debate —tarde, no porque falláramos en puntualidad los de Juventud Rebelde, sino porque los trabajadores de la Base de Ómnibus Arimao, en el municipio de La Lisa, en la capital, adelantaron la reunión, en aras de optimizar el tiempo para almorzar y discutir sin prisa y sin que los servicios que ellos brindan se vieran severamente afectados—, me tropecé con una discusión riquísima, en la que se abordaron con respeto asuntos trascendentales.
La economía y el derecho a elegir
Rafael López Machín dirige el Buró Sindical de la Base de Ómnibus, y todos los días tiene que lidiar con cientos de personas mientras conduce su guagua por las arterias de la capital. Quizá por eso sea tan buen comunicador y todo lo que plantea lo hace con valentía, elegancia y prudencia.
Quizá por eso también sus intervenciones fueron muy atinadas y apreciadas en esta discusión que para él es muy importante, «porque la Constitución es sagrada, y no se puede manosear cada vez que a alguien se le ocurra hacer un cambio, aunque sea para bien».
Como la prensa se perdió parte del debate, el dúo que condujo la consulta, integrado por Miladys Guerra Vidal y Susana Ramos Vega, propuso conversar con la voz que más apuntes hizo al documento.
«Nunca lo que se dice con espontaneidad puede salir de la misma manera cuando se repite, pero lo que sí mantendré idéntico es la esencia de lo que planteé, pues me leí el documento muchas veces, porque no se trata de un panfleto cualquiera. Es el Proyecto de la Constitución y ahí estará el presente y futuro de generaciones.
«Por eso me detuve en los artículos 22 y 31 que están en el capítulo referido a lo económico. El primero aborda el tema de la concentración de la propiedad. Si ya estamos aceptando las nuevas formas de gestión económica, y aceptando que existe la propiedad privada —que no es lo mismo que la personal, pues la privada debe prestar bienes y servicios a la sociedad y la otra no tiene ese fin—, entonces creo que la propiedad privada, al igual que la contratación de un artista y un deportista, es de naturaleza lícita,y no entiendo por qué hay que limitar la tenencia de propiedad mientras que su origen sea lícito y se base en el trabajo.
Rafael López Machín dirige el Buró Sindical de la Base de Ómnibus. Foto: Marianela Martín González.
«En cuanto al Artículo 31, el cual se refiere a que el trabajo debe ser la fuente o el ingreso principal para los proyectos personales de los individuos, pienso que cuando esta constitución entre en vigor ese artículo no tendrá vigencia, pues todavía el salario estará muy deprimido, como lo está ahora, en relación con el costo de la vida de los trabajadores.
«Siempre digo que hay que pensar en el ser humano del siglo XXI que tiene otras aspiraciones legítimas. No puede ser justo que un trabajador tenga que pasarse años reuniendo para comprar un televisor para su familia. Tenemos que ser cuidadosos a la hora de poner eso en la Constitución sin una base objetiva que sustente ese artículo, pues en los años que llevamos implementando los Lineamientos, sus efectos no han llegado a la economía doméstica.
«En la medida en que las generaciones van cambiando su tendencia es irse al sector privado porque remunera mejor, y otros desgraciadamente prefieren no trabajar. Hay que adecuar las condiciones de nuestra sociedad para que el Artículo 31 se cumpla como tiene que cumplirse todo lo que estará amparado en la Constitución.
«También dije que tenemos que perfeccionar nuestro sistema eleccionario, pues ahora los 605 miembros de la Asamblea Nacional eligen al Consejo de Estado y al Presidente de este.
«Ese Consejo de Estado es el órgano superior de la Asamblea, pero ahora aparece la nomenclatura de Presidente que es el jefe del Estado, pero no del Consejo de Estado.
«Como mismo se nos está consultando lo que será la Carta Magna de la República, quisiera que fuéramos los decisores directos en la elección de las personas que conducirán los destinos de nuestro país.
«Y para que no haya confusión quiero repetir que estas reuniones son para que tengamos más Revolución y Socialismo; y por eso hay que hablar claro».
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