LAS TUNAS.- Odelis León Montero, director del Palacio de Pioneros José Martí de esta provincia, respira entusiasmo al referirse a la instalación fundada en 1985. JR conversa con él acerca de lo realizado durante el estío y las perspectivas para el venidero período.
— ¿Cómo transcurrió el Plan Vacacional del verano en el palacio?
—Excelentemente. Por nuestras instalaciones pasaron todos los pioneros destacados de la provincia. Organizamos 15 rotaciones, cada una con una duración de tres días. En total, atendimos a unos 1 200 visitantes, tanto de primaria como de secundaria.
«El plan de actividades fue variado. Incluyó viajes a la playa, el parque de diversiones, el zoológico, el jardín botánico, la piscina de El Cornito… Dentro del palacio practicaron deportes, juegos de mesas y participaron en propuestas culturales en el horario nocturno. Además, tomaron parte en talleres de verano para la formación vocacional en varias especialidades».
—El curso escolar inició, ¿cómo se han preparado?
—Nuestro curso comenzará el 9 de octubre próximo, con 25 círculos de interés. El área agrícola será la de más opciones, como veterinaria, avicultura, tabaco y apicultura, estas dos últimas debutantes en nuestro programa. Todo se incorpora gracias a la recuperación que se está ejecutando en el palacio.
«La avicultura contará con una nave para aves semi rústicas y gallinas ponedoras. Habrá otra para 10 vacas lecheras, con tecnología para el ordeño mecánico. El rebaño vacuno dispondrá de lugares para el pastoreo, con forraje de primera. Conejos, cerdos y ovinos tendrán sus locales para que los muchachos aprendan cómo se atienden. Y hasta se inaugurará un espacio para cultivo semi protegido de agricultura suburbana y un organopónico».
—¿De qué manera realizan las captaciones de los pioneros?
—En septiembre diseñamos el calendario de formación vocacional y definimos las escuelas que podrán participar en el primer curso corto, de los tres que convocamos en cada curso. A partir de ahí, nuestros instructores las visitan y, mediante conversatorios y conferencias, les explican a los pioneros en qué consisten sus especialidades para que opten por las que más les interesen.
«Cada curso corto consta de ocho encuentros, cuyos contenidos son desarrollados por profesionales de los diferentes sectores. Aquí, además de agricultura, ofertamos literatura, tránsito, artes plásticas, enfermería, estomatología, gastronomía, comercio, transporte, construcción, educación, metalurgia, en fin… La matrícula de cada círculo oscila entre 8 y 12 pioneros».
—¿Tienen alguna manera especial de concluir cada curso corto?
—Cada uno culmina con la llamada Fiesta del Saber. Se trata de una exposición donde los pioneros muestran de diferentes maneras lo aprendido en los ocho encuentros especializados. Las sedes de esas fiestas son los colectivos de las escuelas, para que quienes todavía no han matriculado en ningún círculo de interés se motiven y lo hagan en las próximas convocatorias. Los mejores trabajos se seleccionan para las Exposiciones de Círculos de Interés municipal y provincial, acogidas por el palacio.
«En fin, estamos preparados para este período escolar con nuestra infraestructura puesta a punto, incluidos los medios de enseñanza y la base material. La instalación se encuentra en una situación constructiva favorable. La dirección del palacio, sus trabajadores y los organismos implicados están en función de comenzar a trabajar por todo lo alto».