Con la presencia del Presidente cubano Raúl Castro Ruz en calidad de anfitrión del encuentro, el Papa Francisco y el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa, Kirill, firmaron ante el mundo una trascendental declaración conjunta, tras el diálogo de poco más de dos horas que rompió este viernes en La Habana un distanciamiento de casi mil años entre las ramas católica y ortodoxa del cristianismo.
Al término del diálogo, ambos líderes hicieron declaraciones públicas. El Patriarca Kirill refirió que fue «una discusión abierta, con pleno sentimiento de la responsabilidad de nuestras iglesias por nuestro pueblo creyente, el futuro del cristianismo y de la civilización humana.
«Ha sido una conversación con mucho contenido que nos dio la oportunidad de entender y sentir las posiciones de uno y otro. Los resultados me permiten asegurar que las dos iglesias pueden cooperar conjuntamente defendiendo a los cristianos en todo el mundo y con plena responsabilidad trabajar conjuntamente (…) para que la vida humana se respete en todo el mundo, se fortalezcan las bases de la moral personal y familiar y que a través de la participación de la iglesia en la vida de la sociedad humana moderna», concluyó el Primado de la Iglesia Ortodoxa Rusa.
En tanto, el Papa Francisco afirmó que hablaron «como hermanos», antes de añadir que tienen «el mismo bautismo, somos obispos». El Jefe de la Iglesia Católica reveló que hablaron «de nuestras iglesias, coincidimos en que la unidad se hace caminando. Hablamos claramente, sin medias palabras. Yo les confieso que he sentido la consolación del espíritu en este diálogo.
El Papa agradeció «la humildad de Su Santidad, su humildad fraterna y sus buenos deseos de unidad. Hemos salido con una serie de iniciativas que creo que son viables y se podrán realizar».
Francisco agradeció a Kirill su «benévola acogida», como asimismo agradeció a los colaboradores y sus equipos que han trabajo.
En sus palabras, el Sumo Pontífice dijo que no quería marcharse «sin dar un sentido agradecimiento a Cuba, al gran pueblo cubano y a su presidente, aquí presente; agradezco su disponibilidad activa. Si sigue así, Cuba será la capital de la unidad», afirmó.
Tras estas declaraciones, ambos líderes saludaron a las delegaciones presentes y compartieron obsequios.
La histórica jornada inició con el recibimiento a las dos de la tarde, por parte del Presidente cubano, Raúl Castro Ruz, del Papa Francisco, quien hizo escala en La Habana —en la antesala de su visita pastoral a México—, para sostener el encuentro con Su Santidad Kirill, Patriarca de Moscú y de toda Rusia.
Luego de protagonizar con el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa este diálogo trascendental, el Papa Francisco, despedido por Raúl Castro, partió rumbo a México para comenzar su visita pastoral a aquel país, mientras Kirill continúa en Cuba su visita oficial.
A su llegada a La Habana, dieron la bienvenida al Papa el Presidente Raúl Castro, el canciller Bruno Rodríguez Parrilla, el Cardenal Jaime Ortega Alamino, arzobispo de La Habana, y otras autoridades de la Iglesia Católica en la Isla.
El encuentro entre el Sumo Pontífice de la Iglesia Católica y el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa se desarrolló en Cuba, entre otras razones, por las buenas relaciones que el país caribeño sostiene con las dos iglesias y con sus líderes.
En horas de la mañana de este viernes, Kirill sostuvo las conversaciones formales con el Presidente Raúl Castro Ruz en el Palacio de la Revolución. Al término de las pláticas, ambas personalidades intercambiaron regalos.
Su Santidad Kirill rindió homenaje al Héroe Nacional de Cuba, José Martí, al colocar una ofrenda floral ante el conjunto escultórico del mausoleo homónimo, en la Plaza de la Revolución habanera.
Para el sábado, el patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa tiene prevista una intensa agenda que incluye el homenaje al soldado internacionalista soviético, en el mausoleo ubicado al efecto en el oeste de La Habana, la visita a la escuela Solidaridad con Panamá, de niños discapacitados, y la asistencia a un concierto de música sacra en el capitalino Teatro Martí.
Un momento especial será la entrega al visitante, en el Palacio de la Revolución, de la Orden José Martí, condecoración más importante que otorga el Gobierno cubano.
En la mañana del domingo —día de su partida de Cuba al mediodía— Kirill oficiará la Divina liturgia, en la Catedral Ortodoxa rusa ubicada en La Habana.