En la búsqueda legítima de la justicia que cada país debe emprender, Cuba está en otro nivel en comparación con el mundo, según reconoce la Organización de Naciones Unidas. Ello lo apuntó el Doctor Eduardo López Betancourt, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de México, en la inauguración del VII Encuentro Internacional Justicia y Derecho 2014, espacio organizado por el Tribunal Supremo Popular (TSP), que abrió sus puertas este miércoles y se extenderá hasta el viernes en el Palacio de Convenciones de La Habana.
En esta jornada el Doctor Elías Carranza, presidente del Instituto Latinoamericano de Naciones Unidas para la Prevención del Delito y Tratamiento al Delincuente (Ilanud), ofreció una conferencia magistral en la que abordó la relación entre población joven y criminalidad.
Un factor detonante de este fenómeno es el tiempo que pasan las nuevas generaciones separadas de la escuela y la familia, condicionante que no incide en Cuba, debido a que presenta el mayor índice de escolaridad de Latinoamérica, donde existen zona con niveles de delincuencia hasta 50 veces superiores a Europa, a causa de la inequidad en la distribución de los ingresos.
Otros factores que repercuten en el fenómeno, según revela un estudio de Ilanud, son el desempleo, la concentración urbana, la posesión de armas de fuego y el consumo de alcohol y otras drogas. Ante esta realidad, Carranza expresó que deben diseñarse acciones integrales en busca de la justicia social y no en función de medidas penales más severas, pues se ha demostrado que esto no revierte la situación.
Otras conferencias impartidas este miércoles trataron sobre las nuevas formas de delincuencia que ha traído consigo el desarrollo económico, uno de los retos para la justicia del siglo XXI, unido al irrespeto por las fronteras internacionales y la ciberdelincuencia, entre otros males. En las comisiones se discutió también sobre materia penal, laboral, económica y civil.
Rubén Remigio Ferro, presidente del TSP, resaltó la oportunidad que supone un evento como Justicia y Derecho para enriquecer el desempeño de los juristas en el propósito de enfrentar con mayor profesionalidad la evolución y reacomodo jurídico que viven la mayoría de los países de la región.
Igualmente, hizo referencia a las modificaciones que se producen en Cuba, entre las que citó la transformación de estructuras judiciales municipales y provinciales para fortalecer la calidad de los trámites, la implementación de nuevas normas, el desarrollo experimental de procederes judiciales multidisciplinarios en Derecho de Familia, la introducción de mecanismos de conciliación entre las partes litigantes y el perfeccionamiento de actos judiciales.