MATANZAS.— «Almeida era un hombre muy vivo, con mucha chispa, luchaba al frente de su tropa, daba muchas órdenes, fue un hombre de mucho humanismo», dice a JR Manuel Marrero Sánchez, combatiente del Tercer Frente, mientras viene a su mente aquellos días en que combatían en la Sierra Maestra.
Este hombre que conoció a Almeida cuando tenía 18 años de edad, ahora reflexiona que «el Comandante Almeida me aportó la experiencia como revolucionario, me enseñó a amar a la Revolución y a sus principales dirigentes».
Junto a una multitud de matanceros que rindieron tributo al revolucionario en la sede del Gobierno provincial, frente al Parque de la Libertad, conversamos con Manuel, quien luego de rendirle tributo a su jefe de la Sierra rememora algunos pasajes de aquellos heroicos días: «Se sentaba a leer o a escribir en su hamaca o encima de una piedra; a veces se trasladaba en mulo, siempre se preocupaba por su tropa, como en mi caso que me hirieron en dos combates».
Las muestras de cariño de centenares de jóvenes, de las familias matanceras acompañadas por sus niños, de los combatientes de las FAR y del MININT, de los miembros de la ACRC, dan fe de que Almeida vive en el corazón de los cubanos, como ejemplo imperecedero de revolucionario y patriota.
El tributo matancero a Almeida estuvo encabezado por Pedro Betancourt García, primer secretario del Partido, además de jefes y oficiales del MININT y las FAR, otros dirigentes del Partido y la UJC, del Gobierno y de las organizaciones de masas en la provincia.