El joven Yasniel Mesa Sabalo es autor de un videojuego que participó en el evento nacional de esa modalidad y es más avanzado que el primer producto completo de este tipo realizado en el país por un Joven Club
PINAR DEL RÍO.— La Real Academia de la Lengua Española no siempre logra definir con un vocablo ciertas actitudes que la voz popular matiza con cadencia folclórica y gracejo.
Ese es el caso del «escapa’o», Yasniel Mesa Sabalo, de 25 años, jefe del Grupo de Desarrollo de Aplicaciones Informáticas (GDAI) e instructor en el Palacio de Computación.
Así le apodaron jocosamente varios especialistas en nuevas tecnologías, de Ciudad de La Habana, durante un reciente intercambio de experiencias relacionado con estas.
Pero no se trata de un descubrimiento ni mucho menos, pues Yasniel hace rato da de qué hablar dentro del mundo de la informatización en la provincia, en el cual es casi un experto en el desarrollo de multimedias.
El videojuego Un pequeño explorador, creado por él, representó al territorio en el encuentro nacional de esa modalidad que tuvo lugar este sábado en el Palacio Central de Computación, ubicado en la capital del país.
Está hecho en lenguaje de programación RPG y es más avanzado que el primer producto completo de videojuego realizado en el país por un Joven Club, el mérito de cuya creación corresponde a un informático de Bahía Honda.
El videojuego de Yasniel tiene un mayor empleo de gráficos, textura, sistema de batallas y sonidos.
—¿Cuánto tiempo tuviste que emplear en este trabajo?
—Estuve seis meses casi a tiempo completo sentado ante la PC bajando información de foros mundiales relacionados con juegos para niños, lo cual me sirvió para realizar el nuevo producto aplicado a nuestro contexto social, a nuestra realidad y en defensa de nuestros valores, alejados de la violencia y la discriminación racial.
«Se trata de una historia basada en la protección y cuidado del medio ambiente y de los animales. El juego simula el entorno de Viñales, sus mogotes. El explorador entra en las cuevas y en su casa de campaña e interactúa con animales y campesinos de la zona».
En estos momentos Yasniel trabaja en la modelación del Palacio de Computación en tercera dimensión para confeccionar un video o una visita virtual con la historia del centro.
En educación comenzó su historiaPodría pensarse que Yasniel es graduado de otra especialidad; sin embargo egresó en 2007, con Título de Oro, como Profesor General Integral (PGI) de Secundaria Básica en el Instituto Superior Pedagógico Rafael María de Mendive, y fue el mejor egresado de ese año en la actividad científica estudiantil.
Antes, en 2000, integró el llamado grupo de «Los valientes» que estudiaron durante un curso en el pedagógico Salvador Allende, de Ciudad de La Habana.
Terminó el pre con notas elevadas. Era alumno ayudante de Matemáticas, Física y Computación, pero por recomendaciones de su familia no escogió una de esas ramas, sino la Pedagogía.
Lleva dos años en el Palacio, un mundo en el que ha encontrado buena parte de su realización profesional.
Se considera analítico y polémico, además de un seguidor permanente de la Informática.
«Existen muchos lugares —afirma— que si desarrollaran más esta rama contribuirían en mayor grado al avance económico de la nación. Con aplicaciones informáticas muy sencillas, con bases de datos, se pueden predecir desde un pico de cosecha de tomate en la agricultura, hasta pérdidas en diferentes ramas. Estas aplicaciones constituyen herramientas para lograr una mejor planificación y desarrollo, pero por ejemplo, no existe ninguna que permita conocer cuándo habrá un pico energético o una sobrecarga en las líneas».
—¿Qué libro lees actualmente?
—Me prestaron la primera edición de Inteligencia empresarial en el contexto de los países subdesarrollados. Es algo así como una compilación hecha por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, CITMA, precisa.
A pesar de su juventud Yasniel tiene un amplio currículo investigativo y aunque le agrada dar clases, está convencido de que en el área donde puede ser más útil es en la Informática.