Alrededor de 120 000 inmuebles (viviendas, solares, locales, entre otros) se han inscrito desde el año 2003 en los registros de la propiedad, actividad que no se desarrolló en el país durante más de tres décadas, y que volvió a instrumentarse ese año, bajo la dirección del Ministerio de Justicia.
Según reveló en conferencia de prensa Aniuska Puente, especialista de la dirección de los registros de la propiedad, mercantil y de patrimonio del citado organismo, en el año 2008 se inscribieron 62 000 inmuebles, 18 000 más que en el período anterior.
«Esto indica que hay una aceptación y un compromiso de la población en garantizar y sostener este registro, cuyo fin, en definitiva, es dar publicidad a un derecho que existe, y ofrecerle garantías y protección».
Según Aniuska, el registro de la propiedad también se encarga del perfeccionamiento de los títulos, pues durante años se expidieron documentos que acreditaban la propiedad de un inmueble, pero eran omisos en su descripción, y hoy es imposible inscribirlos con esa falta de elementos.
Actualmente se están asentando los inmuebles que han sido objeto de alguna transmisión: permutas, donaciones o adjudicaciones de herencia, puesto que cada vez que una persona realiza cualquiera de estos actos, el notario, al entregarle la escritura, le informa que posee 60 días hábiles para acudir al registro de la propiedad del municipio que corresponda, a inscribir ese nuevo título.
Además, existen otros supuestos en los que la población puede ir a registrar: cuando el inmueble está situado en una manzana que se está ordenando por el grupo de trabajo municipal —integrado por seis organismos—; cuando el propietario posea todos los títulos de la casa que ocupa, desde su última inscripción hasta el momento actual, y en los casos de construcción de vivienda por esfuerzo propio.
Todas las provincias del país cuentan con registros de la propiedad en la totalidad de sus municipios, excepto Ciudad de La Habana, donde solo existen siete.