La solidaridad nace del ser humano y se dirige esencialmente a este. La verdadera solidaridad, aquella que está llamada a impulsar los vientos de cambio que favorezcan el desarrollo de los individuos y las naciones, está fundada principalmente en la igualdad universal que une a todos los hombres. Ella trasciende a todas las fronteras políticas, religiosas, territoriales, culturales... para instalarse en cualquier ser humano, y hacer sentir en nuestro interior como una gran familia, al resto de la humanidad.
Bajo estos preceptos ha contado Cuba, a lo largo de sus casi 50 años de Revolución, con el apoyo sincero de millones amigos de todo el mundo que han hecho suya nuestras luchas y en no pocas ocasiones hemos enfrentado y vencido obstáculos gracias a su ayuda, colaboración y comprensión. Y no dejamos de sumar hermanos a diario.
Cristina Meiros, Ecuador. El modo simple y desinteresado en que vivimos y compartimos lo que tenemos, nuestra capacidad de seguir adelante venciendo cualquier barrera que el imperialismo intente interponer en nuestro camino, es lo que más impacta a Cristina Meiros, joven ecuatoriana de 23 años, quien viene a Cuba por primera vez integrando la XV Brigada Latinoamericana y Caribeña de Solidaridad. «Solo les pido que nunca dejen de luchar. La revolución comenzó una vez, sus luchas comenzaron una vez, pero no debe acabar nunca. Porque hay que seguir adelante», sentenció.
Lauro López, Ecuador. Su coterráneo Lauro López, un médico convencido de que solo hurgando en vivencias se puede tomar una posición expone: «Fuera de las fronteras cubanas la propaganda tergiversada que nos llega muestra una realidad muy distinta a la que podemos palpar ahora que estamos acá. Es por ello que nuestra intención es conocer y discernir gráficamente determinados aspectos de este país para proyectar la idea real de la Revolución Cubana. Llevárnosla y contribuir con ella en cambios positivos que se están orientando en nuestras naciones, es nuestro principal objetivo».
La injusticia que comete Washington contra Fernando González, Ramón Labañino, Gerardo Hernández, Antonio Guerrero y René González, es otra importante razón que atrae la más amplia solidaridad.
Es inadmisible que estas cosas pasen en el seno de un gobierno que se autoproclama luchador contra el terrorismo. «Se vanaglorian de ser la cuna de los derechos humanos, cuando le niegan hasta la posibilidad de tener contactos con sus esposas, madres, hijos», sostiene Lauro y admite que trabajará en pos de crear una gran ola informativa para lograr que los Cinco sean tratados con normas reales de justicia.
Mattew Lubin, Santa Lucía. Desde Santa Lucía, país que no por pequeño deja de ser inmenso en hermandad, llega por segunda ocasión, Mattew Lubin. Artículos donde denuncia la injusticia contra los Cinco y la posición hipócrita de Washington al dejar libre al terrorista Luis Posada Carrilles, programas de radio para denunciarlo y cartas enviadas a las autoridades de su país buscando apoyo en sus gestiones, son algunas de sus contribuciones desde que conoció el caso.
La prensa en su país está dominada por Estados Unidos y no se conoce mucho sobre este tema en particular, pero «yo seguiré intentándolo», asevera Lubin.