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Debate en comisiones del primer encuentro de las sesiones finales del Congreso

Los estudiantes examinaron en cinco comisiones de trabajo igual número de ejes temáticos, los principales desde que se iniciara el debate en los grupos

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Los 771 delegados al XI Congreso de la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media (FEEM) vivieron este sábado una jornada memorable en lo que fue el primer encuentro de las sesiones finales del cónclave. Como expresión de la prioridad que el Partido y el Gobierno cubanos le otorga a los problemas, las preocupaciones, criterios, inquietudes, dudas, insatisfacciones y hasta los sueños de los más jóvenes, una buena representación de sus principales dirigentes aceptó la invitación de dialogar sin cortapisas sobre los más disímiles asuntos.

Transcurridos diez meses desde que se hiciera la convocatoria al Congreso, este 8 de marzo fueron los propios muchachos quienes propusieron la agenda para examinar en cinco comisiones de trabajo igual número de ejes temáticos, los principales desde que se iniciara el debate en los grupos. El funcionamiento orgánico; la FEEM en la defensa de la Patria; el principio estudio-trabajo; cultura, deporte y recreación, y la divulgación y las relaciones internacionales fueron objetos de un análisis crítico, sin perder de vista que lo esencial es identificar las fortalezas y las debilidades de la organización desde sus propias filas, encontrar las causas de lo que hoy todavía está lejos de lo que se quiere, multiplicar las mejores experiencias, encontrar respuestas y actuar.

A los cubanos puede resultarnos común, normal, cotidiano, que los estudiantes se reúnan entre sí y con representantes de los más diversos organismos de la administración del Estado, pero ese privilegio es solo posible en los ámbitos de una revolución como la nuestra que ve en los jóvenes su sostén, que cuenta con ellos y que los invita a participar.

El General de Cuerpo de Ejército Álvaro López Miera y Julio Martínez acompañaron las reflexiones de los delegados. Y fue eso lo que sucedió este sábado cuando, en nombre de los más de 600 000 integrantes de la organización estudiantil, los delegados hablaron de lo humano y lo divino en las salas del Palacio de las Convenciones de la capital, ante un auditorio en el que, entre otros, también estuvieron el miembro del Buró Político y ministro de Cultura Abel Prieto; Lázara Mercedes López Acea y Roberto López Hernández, integrantes del Secretariado del Comité Central del Partido; el general de Cuerpo de Ejército Álvaro López Miera, miembro del Comité Central y del Consejo de Estado, y viceministro jefe del Estado Mayor General de las FAR; Juan Vela Valdés y Luis Ignacio Gómez, titulares de Educación Superior y Educación, respectivamente, y Julio Martínez Ramírez, primer secretario de la UJC.

¿Temor al trabajo?

La escuela cubana está inspirada en el legado martiano de que «Escuelas no debe decirse, sino talleres». Por ello, los centros escolares deben ser lugares donde se afiancen los valores, y el estudio responsable se vincule a la actividad productiva útil, que aporte a la sociedad y a la preparación general del alumno.

La FEEM cuenta con más de 79 000 estudiantes en los Cursos de Superación Integral para Jóvenes. Lograr que se incorporen a labores en las cuales aporten a la economía del país y a las necesidades de empleo en sus territorios son también prioridades de la organización.

Osmany García está en el sexto semestre del Curso de Superación Integral para Jóvenes en Villa Clara y se encuentra trabajando en el sector del comercio y la gastronomía.

«Yo tengo 30 años, y estuve mucho tiempo desvinculado del estudio y el trabajo, sentado por las esquinas de mi barrio con solo noveno grado. Ahora me siento útil.

«En mi trabajo saben que estoy estudiando, y me ajustan el horario para que pueda asistir. Puedo cumplir con ambas tareas, aunque tengo que esforzarme, porque estuve mucho tiempo desvinculado de los estudios. Con voluntad, todo se puede».

Yuri Montes de Oca es también del Curso de Superación Integral, en la capital, y refiere que, aunque han bajado diversos cursos y opciones de trabajo, en su aula solo cuatro muchachos trabajan.

«Hay que crear conciencia, y en eso podemos influir los dirigentes de la FEEM. Los jóvenes no están convencidos de las necesidades del país, por ejemplo de maestros. Yo me estoy preparando para profesor de politécnico, en la especialidad de Contabilidad, y creo que esa es una manera de pagarle a la Revolución lo que ha hecho por mí».

Los estudiantes plantearon sus problemas sin cortapisas. Para los muchachos de la Enseñanza Media el trabajo tiene diversas caras. Por un lado están las Brigadas Estudiantiles de Trabajo, las escuelas al campo y en el campo y también las prácticas pre-profesionales. Para estas labores, los muchachos reclaman más organización, porque a veces la falta de seriedad en el desarrollo destruye todo el esfuerzo que se realizó para la convocatoria.

Luis López, de Guantánamo, refirió que en las movilizaciones al campo la incorporación de los jóvenes no es todo lo masiva que debiera.

«A veces se ponen excusas, y la FEEM no hace todo lo que debiera, y se deja en manos de los profesores el llamado a participar.

«Es también muy desalentador que el transporte demore hasta cuatro o seis horas para llevarte hasta el campamento, y cuando llegues allí las condiciones sean pésimas, los techos se filtren con la lluvia, la comida esté mal elaborada. Eso trae desaliento, así no se puede trabajar bien».

El estudio, la actividad más importante, a veces no se cumple bien, no se hace de manera consciente. Se asume con formalismo y como la opción ante el advenimiento de un examen, afirmaron varios delegados.

Entre otras prioridades para mejorar esta situación los muchachos argumentaron que el aula no es todavía ese espacio ideal para realizar esa tarea y donde siempre se encuentren motivaciones, alternativas, creatividad y entusiasmo.

También se habló de la necesidad de ampliar el movimiento investigativo como manera de fomentar el hábito de estudio. Incluso en los Institutos Preuniversitarios Vocacionales ya la ciencia no es vocación para la mayoría, lo cual depende no solo del compromiso de los estudiantes, sino también del debido uso que se le da a los laboratorios, amplias bibliografías e instrumentos de trabajo.

Otro aspecto vinculado estrechamente al estudio y que no pasó por alto al ojo crítico de los delegados fue la problemática de la formación vocacional y orientación profesional en las distintas enseñanzas. Muestra fehaciente del problema es que, en el primer semestre del curso se han reportado 1 400 bajas definitivas de la Enseñanza Técnica Profesional.

Varios delegados se pronunciaron por la necesidad de que se creen espacios donde los estudiantes puedan aclarar sus dudas para la continuidad de estudios, proceso que trasciende a la FEEM, pues debe comenzarse desde las primeras edades.

Miradas nada complacientes

Una mirada interna a la organización, que agrupa hoy a más de 600 000 jóvenes en todo el país, para que sea capaz de agrupar, representar y guiar a un estudiantado diverso, es labor que no escapó a la mirada profunda de los delegados.

La elevación política e integral de los dirigentes estudiantiles, para pertrecharlos de métodos y estilos de trabajo novedosos fue identificada como una prioridad para que sean capaces de comprometer a la masa estudiantil hacia las diferentes actividades.

«La FEEM reclama hoy de líderes ejemplares e integrales», afirmaba un estudiante santiaguero; mientras una muchacha de Pinar del Río aseguraba que «la evaluación de las distintas estructuras debe ser sistemática, como una vía de corregir errores y estimular los buenos resultados, a partir de la crítica constructiva ante los errores y el reconocimiento moral a los mejores».

Revitalizar la emulación como vía segura para el mejoramiento del trabajo y termómetro del cumplimiento de los principales retos, y el estímulo moral para gratificar la labor de los más abnegados fueron acuerdos unánimes de la Comisión.

Un momento importante en el trabajo de la FEEM es el otorgamiento del aval para la continuidad de estudios o la ubicación laboral.

En este sentido varios delegados abogaron porque este proceso se realice con mayor transparencia, ética y sentido de responsabilidad, donde se reconozcan virtudes y defectos de cada estudiante.

«No se es consecuente cuando se llega a este análisis y se ocultan las deficiencias de un compañero. El aval otorgado por la FEEM debe constituir un acto de reconocimiento de todos aquellos estudiantes que durante su tránsito por la organización han asumido una actitud positiva ante cada tarea», dijo Delia Rosa Fernández, delegada de Pinar del Río, lo cual ratificó Amaury Pita, de la capital, al afirmar que «ser jóvenes y espontáneos, no está en contradicción con que planifiquemos mejor el trabajo, lo cual nos permitirá ser más eficientes en nuestra labor».

Recreación sana sin cañona

El tiempo libre, ese espacio donde el joven se encuentra consigo mismo, no puede estar regido por consignas o intereses impuestos, sino por los intereses propios de cada cual, que hay que educarlos, pero no coaccionarlos.

Así reflexionaron los delegados que discutieron estos temas en la comisión dedicada a la recreación sana, el deporte y la cultura, que contó con la participación de 106 estudiantes, en representación de las diversas enseñanzas, y con la presencia de Abel Prieto, ministro de Cultura, y Cristian Jiménez, presidente del INDER.

Ni consignismos ni imaginarse enemigos en cualquier lugar. La recreación es un problema de gustos y eso es lo que hay que educar entre los adolescentes, alertaba uno de los delegados; mientras que un jugador de polo acuático y estudiante de la EIDE de Villa Clara afirmaba con razón que el deporte no puede verse separado de la recreación, ni creer que a los atletas no les gusta la música o la lectura, y mucho menos que el resto de los jóvenes no pueden divertirse haciendo deportes.

Los festivales de aficionados o las copas deportivas 6 de Diciembre tampoco bastan para que prenda la idea de la recreación, como mismo no puede llenarse una radio base estudiantil con música instrumental, como decía orgullosa una delegada de La Habana, pues a los jóvenes también les gustan los ritmos de estos tiempos.

La ausencia de títulos para jóvenes en las bibliotecas de las escuelas, que sin embargo pululan en la Feria Internacional del Libro, fue otra de las críticas reflexivas del debate; así como la falta de áreas deportivas en muchas escuelas, lo que impide que los nuevos medios sean utilizados con eficiencia.

Soluciones creativas, es verdad, las hay por doquier, como los muchachos de la Isla de la Juventud que le ganaron sus terrenos de pelota y canchas de fútbol al marabú, con su «Plan Machete», como mambises modernos. También los hay que han recurrido a la comunidad en búsqueda de la recreación; o los guantanameros que han rescatado el changüí, o quienes han puesto el dominó en las escuelas, como forma de distraerse al más puro estilo cubano.

«La recreación a la cañona no es recreación», significaba el miembro del Buró Político Abel Prieto, quien aseguró que cuando se empiece a «orientar» el tiempo libre se perderá el sentido educativo del tema, pues se trata ante todo de educar los gustos y no de imponerlos.

«Ni se puede creer que el reguetón es un agente del imperialismo, ni tampoco olvidarnos de los intentos por imponernos una cultura consumista», reflexionaba el Ministro de Cultura, quien explicó también que a veces se comete el error de repetir una y otra vez canciones de Silvio o Sara en actos políticos, y se olvida que esta música es también para pasar el tiempo libre.

«El problema no es ir contra un género o contra otro, sino ampliar y diversificar los gustos musicales», reafirmó.

La falta de sistematicidad en muchos proyectos culturales y deportivos, que nacen y mueren con la misma rapidez, o la falta de diversidad en las ofertas recreativas, especialmente en los centros internos, donde muchas veces se reduce el tiempo libre a poner música, fue también debatida por los jóvenes.

«Hoy la discusión es distinta a la del Congreso de la FEEM pasado, a la de hace varios años», afirmó Joel Queipo, al frente de la Esfera ideológica del Buró Nacional de la UJC. «Poco a poco se ha ido educando el criterio de lo que es la recreación, a la que se debe ir quitándole el cartel de culta y sana, pues toda debe serlo. Es verdad que existe más preparación y reflexión entre los dirigentes juveniles sobre el tema, pero el reto es lograr que el resto de los muchachos piensen igual, y más aún no separarnos de sus gustos.

«No se trata —argumentaba— de ir contra los gustos individuales, sino de hacer una cruzada contra la banalidad, la frivolidad, la seudocultura, y hacerla inteligentemente, oyendo a los jóvenes y compartiendo, a la vez que los educamos, sus gustos».

Otros temas a debate

El estudiante Adrián Corrales rompió el hielo en la comisión que centró sus debates en la importante temática de la Divulgación y las Relaciones Internacionales de la organización.

Los delegados concentraron su atención en la alerta que hizo el joven granmense, cuando se refirió al hecho de que en gran parte de los planteles estudiantiles resultaban mal aprovechados o no lograban su total efecto las radio bases, los matutinos o la propaganda gráfica.

Y ello se debe —precisó— a que muchos de los discursos son encartonados o se divulgan solamente las actividades que planifica la dirección de la escuela.

Para desterrar tales esquematismos, Adrián propuso que los dirigentes tenían que transformar con creatividad las formas manidas con las que se transmitían los mensajes a los miembros de la FEEM.

En cuanto al aprovechamiento de las radio bases, Maylín Díaz coincidió en que no se explota al máximo este medio en los centros. Porque en algunos casos —manifestó— nos limitamos a dar informaciones del funcionamiento de la escuela, y en otros, la empleamos solo en actividades recreativas.

Por lo trascendente que resulta la divulgación como factor dentro del funcionamiento de la FEEM, en correspondencia con la necesidad de que sus miembros se identifiquen cada vez más con la dinámica de la organización, Laura Hernández apuntó que urge buscar nuevas formas de decir que sumen, impliquen y a la vez eduquen.

«Pero no podemos conformarnos con nuestro escenario estudiantil, tenemos que involucrar a la comunidad, mostrarle lo que hacemos e identificar a todos con nuestras propuestas», argumentó.

Las debilidades que aún presenta el movimiento de corresponsales estudiantiles en la actividad divulgativa, también ocuparon las reflexiones en el contexto de esta Comisión.

Lianet Cruz, quien condujo el debate en la sala, lanzó la primera piedra. «Esta es una importante fuerza con la que contamos para el trabajo informativo encaminado a la preparación política e integral de los miembros de la organización, sin embargo aún se encuentra desactivado en muchos lugares».

«Hay que potenciar el vínculo de las escuelas con los medios de comunicación del territorio. Porque nos urge alcanzar organización y sistematicidad en este movimiento, que constituye una valiosa herramienta de trabajo», explicó.

En correspondencia con este planteamiento, Yoel M. García, representante de la delegación de Las Tunas, añadió que es necesario que los jóvenes participen en programas radiales, televisivos o que realicen boletines donde se haga sentir la voz de la FEEM.

Elizabeth, de Granma, manifestó también que la revista Somos Jóvenes, dedicada al estudiantado de la enseñanza media, llegaba casi siempre con retraso e irregularidad.

Asimismo, cuestionó que aún no se ha logrado que pasen sus temas de la lectura individual, al análisis colectivo, profundo y crítico.

Niurka Duménigo, directora de la casa editora Abril de la Unión de Jóvenes Comunistas, le adelantó a los presentes que próximamente la revista comenzará a imprimirse en la imprenta Federico Engels, y quizá así se eviten los retrasos. Aunque les advirtió que es tarea de ellos exigirle a quienes participan en la distribución, que llegue en tiempo.

En cuanto al informativo NotiFEEM, los criterios versaron sobre cómo, aunque haya mejorado el tratamiento de los temas, aún existen deficiencias en la visualización y aprovechamiento del programa por parte de los estudiantes.

Laura Ríos, de Ciudad de La Habana, señaló que en las escuelas de arte casi nunca se ve porque no se incluye dentro del horario docente.

Y para que estos problemas se reviertan con acciones concretas y la puesta en práctica de nuevas iniciativas, Yailín Valera invitó a sus compañeros a transmitir y traducir en sus centros las enseñanzas y experiencias que le ha aportado este Congreso.

Otro punto de análisis fue las relaciones internacionales, donde los delegados coincidieron en que no podían permitirse el lujo de ser una juventud desentendida con la realidad de su país y del mundo contemporáneo.

En este espacio los estudiantes reafirmaron su papel de vanguardia en la lucha por la paz mundial. Afirmaron también en una declaración, unirse a la voz de los jóvenes que reclaman más oportunidades de estudio y de desarrollo pleno en otras naciones.

Seguir luchando hasta el regreso de los Cinco Héroes, también fue otro de sus acuerdos. Los jóvenes igualmente pusieron la mirada sobre cómo propiciar que los estudiantes se sientan comprometidos e identificados con la OCLAE, y cumplan roles decisivos dentro de la vida de la organización.

De igual forma establecieron un proyecto para la atención a becarios extranjeros. Abdalami Mohamed Chej, en representación de los estudiantes de otras nacionalidades que estudian en nuestro país, agradeció a Fidel, Raúl y al pueblo, la dicha de poder formarse en la Isla como un cubano más.

La defensa de la patria

La defensa de la Patria Socialista, el más grande honor y deber supremo de cada cubano, según la Constitución de la República de Cuba, no es únicamente estar preparados para trocar los libros en fusil en el momento que sea preciso. Es eso, sí, pero también ser buenos seres humanos, estudiantes ejemplares, disciplinados, amantes del trabajo, respetuosos, conocedores de la historia nacional y universal, celosos cuidadores de la propiedad social, hombres y mujeres dispuestos a participar, transformar y mejorar, que defiendan sus sueños y sus aspiraciones, pero sin desconocer de dónde vienen.

Tales presupuestos son imprescindibles para los jóvenes de hoy, como lo fueron en su tiempo para los que protagonizaron épicas batallas en la larga historia de nuestra lucha por la independencia. A casi 50 años del triunfo de la Revolución, el imperio norteamericano, el más atroz del planeta, no ha cejado en su empeño de destruirnos. Desde afuera y desde adentro. Ante esa amenaza latente, cabría preguntarse entonces: ¿Cómo lograr que cada joven de la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media se sienta un soldado de la Revolución?

Con un hablar pausado, Álvaro López Miera compartió una reflexión medular con los casi 200 delegados e invitados que tuvieron a su cargo el examen del rol de la FEEM en la defensa de la Patria. Desde su estatura humana y moral como general de Cuerpo de Ejército y viceministro jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) regresó a sus años de estudiante para confesarles que en esos días de unas ganas tremendas de hacer, sintió no pocas veces una gran insatisfacción por no tener la oportunidad de participar en hechos trascendentales que conoció por la prensa de la época o por la Historia.

Sin embargo, confesó, cuando tuve la oportunidad de incorporarme a la lucha insurreccional, de estar en Girón y las batallas y tareas que sobrevinieron después, lo hice. Con esto quiero decirles que cada generación tiene su momento para hacer la historia, el de ustedes, que es el de ahora, es también excepcional, porque nuestra lucha contra el imperio no es fácil, no ha cesado.

Ustedes se han referido a lo importante que resulta conocer el pasado, pero sepan que no es para repetirlo de memoria, sino para hacer el presente, para construir el mañana. Para los revolucionarios siempre va a existir un lugar en esta lucha de la Cuba antiimperialista. A ustedes les corresponde hoy desde las aulas, cuando son llamados al Servicio Militar Activo o cuando les toque, si es necesario, estar en la primera trinchera del combate.

Minutos antes, Julio Martínez Ramírez, primer secretario de la Unión de Jóvenes Comunistas, habló también de las otras muchas maneras en que la FEEM debe y puede salvaguardar la Revolución. La continuidad de la obra edificada hasta hoy, depende, en gran medida, de lo que hagan ustedes. ¿Cómo lograrlo?... Entre otras muchas cosas, profundizando, indagando, determinando las causas del porqué no se conocen más y mejor la historia cubana y universal, así como los hechos y héroes vinculados a la localidad y centro de estudios.

Así como preguntándonos por qué se cometen indisciplinas sociales a la vista de todos; por qué no se utilizan lo suficiente todos los medios audiovisuales en el proceso docente-educativo y demás actividades que complementan la formación integral de nuestros estudiantes, y por qué no usan correctamente el uniforme escolar.

Identificar las causas de los problemas aún no resueltos es un buen punto de partida para que se sientan agentes activos del momento que se vive, para que sean protagonistas de este tiempo.

Sobre el cónclave estudiantil, expresó que la UJC siente una gran satisfacción por todo el proceso del XI Congreso de la FEEM, su organización, el debate y los análisis desde la base y hasta estas jornadas finales, el espíritu crítico y la profundidad en el abordaje de los problemas desde el ángulo que le corresponde a la organización.

Muchas expectativas, agregó, suscita este encuentro por el momento y lo que de él esperan los estudiantes. Pero desde ya resulta una mirada aguda sobre cómo han hecho y deben hacer su trabajo y, ante cada reflexión de ustedes, también hemos meditado en lo que le falta a la UJC en su relación con la FEEM.

Tenemos que pasar a otra etapa. Lo demanda ahora mismo nuestra Revolución. Los problemas están identificados. Sabemos lo que ha de hacerse para trabajar mejor, para estar en el centro de las batallas de hoy. Se conoce que le compete a la propia organización, a la Juventud y a los organismos del Estado.

Del anterior Congreso a este, la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media no solo ha multiplicado su membresía, sino también las posibilidades para desempeñar su rol. Este XI Congreso valida la llegada de los nuevos Programas de la Revolución y las transformaciones de la educación en la Enseñanza Media Superior. Que ellos se consoliden y tengan un impacto mayor en la formación integral de los estudiantes es un reto de esta cita.

El Congreso no termina mañana (hoy). No puede terminar mañana (hoy). Que continúe en el día a día es una responsabilidad de la dirección de la FEEM que resulte electa y un compromiso moral de la UJC, que debe acompañar, escuchar y seguir de cerca a esta masa estudiantil, cuyo aporte a la Revolución y a la Patria es importante, valioso y decisivo, afirmó el dirigente juvenil.

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