Para que no sean estériles las investigaciones hay que emplearlas en políticas que ayuden a la juventud a encarar los desafíos de una sociedad que se distingue, en casi medio siglo de Revolución, por cambiar todo lo que amerita ser transformado.
Así valoró Joel Queipo, miembro del Buró Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), la trascendencia de los resultados mostrados en el séptimo taller Diálogo sobre Juventud, promovido por el Centro de Estudios sobre Juventud (CESJ).
«Nos preocupa y compromete el destino de las futuras generaciones. Por eso, emplear como herramientas los análisis de su labor entraña un deber que toda la sociedad agradecerá», enfatizó.
La doctora Natividad Guerrero, directora de la referida institución, al comentar su quehacer en estos 36 años, destacó el interés creciente de sus proyectos por los problemas comunitarios inherentes a la población infantil, adolescente y juvenil.
Enfatizó en la necesidad de socializar los resultados, y aplicarlos a las provincias y comunidades con mayor sistematicidad, pues lamentó que aún existen brechas entre la investigación y la concreción a la hora de interpretar la realidad.
Como una de las más valiosas oportunidades del Centro en el presente año, la doctora Guerrero mencionó la presentación de investigaciones de otros centros que ayudan a la juventud en su quehacer, y la amplitud del espectro temático de sus proyectos.
«Quienes estudian las Ciencias Sociales siempre estarán insatisfechos de no ser óptimos, pero avanzamos poco a poco, siempre estrechando los nexos entre los dirigentes juveniles y nuestra entidad», acotó.
La licenciada María Josefa Luis, defensora de una ponencia relacionada con la dirección y el trabajo de los cuadros en la inserción y estabilidad laboral de los jóvenes, recomendó reforzar el apoyo a los sancionados y no calificados, por tratarse de segmentos vulnerables de la sociedad, a quienes se les dificulta encontrar empleo en ocasiones.
Destacó en su investigación la formalidad con que son adiestrados los jóvenes en los centros laborales. De fatal valoró esa modalidad que merece atenciones específicas, por tratarse de la primera experiencia laboral de esos muchachos.
«A pesar de que el salario y las condiciones laborales constituyen quejas en los jóvenes encuestados, la cuarta parte de quienes quieren trasladarse de sus puestos alegan que se debe a los métodos de dirección empleados por sus superiores», explicó la investigadora.
Otra de las ponencias discutidas, del licenciado David Bauzá, del CESJ, abordó la motivación profesional de los Instructores de Arte, a través de un acercamiento a la Brigada José Martí.
El diagnóstico reveló que la mayoría tiene un fuerte vínculo afectivo con su labor, pero existen contradicciones en los niveles de satisfacción, debido principalmente a carencias materiales, la falta de locales y reconocimiento social.
La promoción de jóvenes a cargos de dirección, la recreación, la identidad territorial y un diagnóstico de necesidades de aprendizaje sobre VIH/SIDA en adolescentes y jóvenes, fueron otros temas presentados en el taller que realizó el Centro de Estudios.