El anciano venía desde lejos y quería actualizar sus propiedades. Llegó a la notaría por equivocación, pues ese tipo de trámites se realizan en el bufete colectivo. La especialista notó que no estaba en plenas facultades, y decidió ayudarlo para que no cayera en manos de timadores.
Dania Marrero Ynterián. Ese gesto ha sido para Dania Marrero Ynterián, estudiante de primer año de la carrera de Derecho, la mejor lección que le han dado durante su estancia en el complejo judicial del municipio habanero de San José de las Lajas.
¡Yo soy la estudiante!, se identificó al advertir que varios visitantes no éramos usuarios, sino personas ávidas por saber cómo marcha la primera tarea del Contingente Julio Antonio Mella.
De esta forma tan espontánea se nos reveló Dania, de 20 años de edad, graduada de técnica en Contabilidad y quien «llegó» a la Universidad Agraria de La Habana tras haber vencido exámenes por oposición.
Antes de narrar sus experiencias nos condujo por las iluminadas áreas de un antiguo taller textil que ahora conforman el Registro del Estado Civil, la Notaría Municipal, el Registro de la Propiedad, el de Bienes Inmuebles, el Mercantil y hasta el Registro Provincial de Tomos Duplicados de La Habana.
Lo hizo con soltura, como quien se siente parte de ese «colectivo que en un futuro serán sus compañeros de trabajo».
Cuando llegó a ese recinto el 10 de julio —fecha en que, excepto en la capital, se activó el Contingente en todo el país— la miraban con respeto. Algunos le preguntaban si ella era del dúo del Partido o trabajadora social. Ya conocían que su misión sería la de compartir con los profesionales del Derecho el cumplimiento de la ética profesional. Pero el interés por aprender y el carácter afable de la muchacha ganaron la confianza de los trabajadores.
Allí ha constatado la labor sacrificada de los profesionales y técnicos que hacen hasta lo imposible para que el usuario se vaya satisfecho. «En ocasiones alguien solicita su inscripción de nacimiento. Ahora reside en el municipio, pero quizá nació en Granma y una tiene que llamar al Registro Civil de ese territorio para obtener la información. Por lo general estos centros solo cuentan con una línea telefónica, y comunicar no resulta fácil. Se percibe que en los Órganos de Justicia se requiere un programa de informatización que agilice el servicio».
Dania sugiere también que debe existir una mayor divulgación de los nuevos horarios del establecimiento, para dar a conocer que los martes y jueves se extienden hasta las siete de la noche.
ABOGADA MULTIOFICIOYailín Herrera Herrera. Yailin Herrera Herrera, también estudiante de Derecho en la Universidad Agraria de La Habana, estaba expectante... «¡Voy a ser un estorbo! ¿Me sentiré extraña? Nadie me atenderá...» Imaginaba que de ese modo transcurrirían los 21 días que permanecería en el Bufete Colectivo de Güines, su pueblo natal.
La incertidumbre quedó disipada desde el primer instante en que ascendió la angosta escalera que conduce a esa institución. Allí fue recibida con afecto y pronto se adentró en el fascinante mundo de las leyes.
Varias veces ha presenciado cómo se realizan los contratos: «documento que las técnicas auxiliares redactan todavía en máquinas de escribir, luego que el usuario se entrevista con el abogado».
También asistió a varios juicios donde pudo palpar la interacción entre el representado y su defensa, así como el rol que desempeñan en el proceso el fiscal y el juez, quien dicta el fallo.
«Aquí Yailin ha hecho de todo, desde recepcionista hasta recibir lecciones sobre Derecho Civil» —materia correspondiente al próximo curso, cuando iniciará el segundo año de su carrera—, nos dice una de las trabajadoras.
Ante nuestro asombro por su multifacética labor en el Bufete la joven comenta que, aunque su misión es velar por que se cumpla la ética, una forma de lograrlo es siendo útil allí.
En más de una ocasión ha ocupado el lugar de la recepcionista y ha orientado a esa persona que inicia trámites legales. No ha improvisado repuesta. Siempre ha contado con el asesoramiento de profesionales, y entre sus «padrinos» está el doctor Joaquín Francisco Llano Fernández, un octogenario que ha dedicado 56 años a ejercer la abogacía, quien ahora se esmera en impartirle los contenidos de Derecho Civil e insiste en que la muchachita se despoje de su timidez.
LA MISIÓNNo fueron pocos los funcionarios de instituciones jurídicas del país que perdieron el sueño cuando supieron que durante 21 días transitarían por sus locales los estudiantes de Derecho que conforman el Contingente Julio Antonio Mella, tropa constituida el pasado 8 de junio, fecha en que los cubanos celebran el Día del Trabajador Jurídico.
Yojanier Sierra Infante, coordinador nacional del Contingente y también alumno de esa especialidad, comentó a nuestro diario que la iniciativa surgió durante el III Encuentro Nacional de Estudiantes de Derecho, celebrado en marzo del presente año, con el propósito de cumplir misiones orientadas por la dirección de la Revolución, las cuales pueden estar vinculadas o no la carrera.
Desde entonces se analizó cuál sería la tarea que marcaría el inicio del Contingente integrado por los futuros juristas. Así se seleccionaron 2 400 estudiantes, quienes durante los meses de verano contribuirán a defender la ética de las instituciones jurídicas y de sus profesionales, así como detectar los problemas que propician el reblandecimiento de la misma.
No tendrán que trasladarse del municipio donde viven pues irán a las instituciones jurídicas allí existentes, aquellas donde quizá laboren una vez concluidos sus estudios universitarios.
Aunque las sedes tradicionales concentraron por largos años a los alumnos de la carrera, importantes conglomerados de estudiantes de Derecho surgieron con las Sedes Universitarias Municipales, quienes también se han incorporado a la tarea.
La iniciativa deja en ellos, desde ya, el deseo de superación profesional, y les permite señalar deficiencias que servirán para adoptar medidas desde el punto de vista organizativo.
Este periódico tuvo acceso al parte diario de las incidencias que encuentran los jóvenes capitalinos en su misión: malas condiciones materiales y de trabajo en algunos centros, instituciones con peligro de derrumbe, insuficientes e inexistentes estantantería para guardar documentos oficiales y escasez de personal calificado... entre otras deficiencias, que inciden en los estados anímicos de los profesionales y otros trabajadores, y se reflejan en el déficit de los servicios.
En otros lugares el Contingente ha detectado descontento de la población con el trabajo de los notarios y la aparición de errores en los documentos que expiden, lo cual obliga a los clientes a duplicar los trámites.
UNA RESPUESTA INMEDIATAYuelis Hernández Socorro y Yaniris Miranda Pedroso, estudiantes de primer año de la Universidad Agraria de La Habana, concluyeron las prácticas pre profesionales en la Fiscalía Municipal de Güines y ahora han vuelto.
«Aquí la gente llega como una fiera, desesperada por que se les dé una respuesta. Muchas veces sus quejas son el resultado de la mala atención y el maltrato del que han sido víctima en otros sectores», confiesa Yaniris, quien por estos días ha estado en contacto con la población que visita el Departamento de Protección a los Derechos Ciudadanos.
«Escuchar a quienes acuden a nosotros y brindarles respuesta inmediata a sus problemas mediante los medios legales es el sello del trabajo en este lugar», manifiesta Yuelis.
En la capital el Contingente Julio Antonio Mella se incorporó una semana más tarde, y lo integran estudiantes de la Universidad de La Habana.
Ernesto Casanova Fernández. «En un inicio pensé que el llamado del Contingente me afectaría las vacaciones», dice Ernesto Casanova Fernández, quien ahora se muestra entusiasmado por lo aprendido en la Fiscalía del municipio de 10 de Octubre, donde ha visto cómo se ejecutan algunos procedimientos, asistido a juicios y se siente expectante con la visita que hará a un centro penitenciario.
De las experiencias de estos días la que más le atrae es el trabajo preventivo con los menores que manifiestan trastornos de conducta y la interrelación con sus padres.
Hoy a la tres de la tarde, dice, asistiremos a una actividad en la cual la Fiscalía y los compañeros del MININT darán un reconocimiento a aquellos que han mejorado su comportamiento social.
Para Rodolfo Echevarría, insertado en la Fiscalía del municipio capitalino de Arroyo Naranjo, en esa institución ha ratificado su vocación profesional.
Kenia Echenique Mestre. «Me he dado cuenta de que el trabajo del fiscal es muy dinámico y que existe un fuerte intercambio entre estos profesionales y la población. Aunque me percato de que en el pueblo falta una cultura jurídica».
Haber palpado de primera mano las luces y sombras de la que será su futura profesión no desanima a estos jóvenes; más bien los impulsa. Así lo reconoce con entusiasmo Kenia Echenique Mestre: «Ojalá el próximo curso se repita esta experiencia. Conocí a una fiscal a quien admiro porque, pese al trasplante de riñón a que ha sido sometida y la degeneración de su sistema auditivo, insiste en ejercer su profesión. Esa pasión suya me contagia».