El catey pertenece al género Aratinga Spix, de la familia Psittasidae, del orden Psittaformes. Se trata de un ave prensora, endémica, cuya población se redujo ostensiblemente durante el pasado siglo debido a la comercialización y explotación indiscriminadas de sus polluelos.
En el siglo XIX era un pájaro muy común a lo largo y ancho de Cuba e Isla de la Juventud. Hoy solo se encuentra en la Ciénaga de Zapata, en ciertas áreas del Escambray, en un sitio de cría silvestre en Yaguanabo, en la Sierra camagüeyana de Najasa y en algunas zonas orientales.
Está en veda permanente. Las parejas de cateyes se unen para toda la vida, y suele decirse que al fallecer uno de ellos el otro muere de tristeza. Su promedio de vida es estimado en alrededor de 25 años. El plumaje de estas aves, que anidan en los huecos de los árboles, es predominantemente verde, con matices amarillentos lustrosos. Aprenden a imitar palabras y oraciones cortas.