La tecla del duende
El trovador y poeta Julio Alberto Cumberbatch Padrón tiene el vicio de la amistad y la enfermedad incorregible del carisma. Sabe adecuar su voz o su letra a disímiles escenarios y lo hace con la genuina humildad de los que aprenden. A su autoría pertenecen los versos de este jueves...
No me preguntes por qué no te enamoro./ Cambian los tiempos y las circunstancias/ trastornan palabras que, en medio de tribulaciones,/ pueden ser poco creíbles.
Casi me olvido cómo decirte amor,/ hay espacios que desaparecen,/ el petróleo lo escasea todo, y —por suerte— ocupados/ y pensadores son indiferentes a la bondad de los parques antiguos./ Más que del cariño quisiera discursar/ de qué forma subterránea te procuro/ aunque la guerra lo amenaza todo.// No hablaré de tus ojos, ni de las añoranzas/ cuando enfrentas tu imagen./ Priorizo tu piel precavida, dócil, sensitiva./ Espero; no sé, tal vez te acecho. Me ocupan, aún más,/ los precios y lugares perdidos para demostrarme,/ tu salvadora aparición./ Ya nadie soporta a los romanticoides y por violentísimo,/ me declaro en huelga. Es cuestión de estilo, no de tema./ Te hablo de amor y no te das cuenta,/ con simplezas que nada aparentan, inspirado/ en el reto de tu sonrisa./ La escasez, el robo, los males mayores, no te harán inmune/ a la belleza. Enfermarás por desmanes sin comentarlo para/ no contrariarme y acentuar mi retraimiento,/ mas no inquietes si de cuento en cuento/ jamás aseguro cuánto te prefiero./ Nada disfrazo, nada audaz invento./ Te enamoro hablando de tus enamorados,/ del ómnibus lleno, ciudadelas, modas absurdas, almuerzos/ crudos, carteles, flores y palurdo./ Eres fábula posible y desnuda bajo mis yemas pacientes,/ discretas, que te cortejan desde el silencio, en estos/ tiempos de ocultas y sabidas guerras que desaparecen/ tiempo y espacios de los que todavía, en plena batalla,/ nos enamoramos. (J.A.C.P.)
S/T
Mujerísima la noche robóme un beso/ de esos que son maripositas sueltas./ Cómo puede aturdirme un ala en vuelo/ que rozara y sin tocar, casi tocando/ dejara sin luz a mis adentros/ luminando a luna llena mis afueras. (J.A.C.P.)
Davo: Vivamos juntos, por una eternidad. Yo prometo que siempre te voy a amar. Tu Reina
Mini P: Aunque no te escriba, te extraño. Aunque no te llame, te pienso. Aunque no duerma, te sueño. Aunque no estés conmigo... Te quiero. Sígueme y te sigo.
El escritor, como el científico de cualquier rama, como el filósofo, es un hombre que realiza la función de apresar en palabras los contenidos del mundo. Beatriz Maggi