Frente al espejo
Muy buena crónica Enrique (Pregoneros, Enrique Milanés León, 9 de junio). Los pregones cubanos no solamente son excelentes ejemplos de buena mercadotecnia, sino también piezas memorables de la singular visión estética de la clase humilde cubana. Estas cosas han inspirado a muchos de nuestros más grandes artistas: desde Moisés Simons con su legendario El manisero (valgan las interpretaciones de Rita Montaner y Antonio Machín), pasando por Eliseo Grenet, Ernesto Lecuona y Benny Moré. Los pregoneros hacen parte del folclor de casi todos los pueblos. Pero muchos estudiosos reconocen que el pregón en América Latina, en especial en Cuba, se ha desarrollado tanto como forma expresiva que ha alcanzado la categoría de arte, no solamente por haber influenciado a grandes creadores, sino también por haber impregnado a generaciones enteras con una forma única de decir, de hacer y de ser. Más allá de su fin inmediato, los pregones reflejan e influencian cualidades como nuestro sentido emprendedor, nuestro buen hábito de enfrentar los desafíos diarios desde el humor o nuestra peculiar capacidad de autorrepresentación... ¿Qué cubano no ha encontrado su alma en un pregón alguna vez? (Andrés)