Acuse de recibo
Jorge Álvarez Santiesteban (calle 49, No. 7408, entre 74 y 76, Marianao, La Habana) es padre de Jonathan Álvarez López, un joven de 19 años con trastorno del espectro autista, quien, como otros en su condición, sufre el bullying y también de prácticas de discriminación, que lo incapacitan para lograr una inserción laboral y social.
Sopesando esas realidades, Jorge ha concebido un proyecto que tiene como principal objetivo la inserción laboral de jóvenes con autismo mayores de 18 años, al que ha bautizado como Acumede-Improdes (A_Cuba_Me_Debo-Inclusión-Protagonismo-_Desarrollo). Lo presentó como proyecto de Desarrollo Local. Y entre sus objetivos figuran la atención a familias y grupos vulnerables (jóvenes con autismo y familiares), elaboración de alimentos para grupos de celiacos, diabéticos y autistas, y la inclusión laboral de jóvenes con autismo.
La iniciativa la puso a consideración de todas las instituciones que, a su modo de ver, pueden y deben tener jurisdicción institucional para avalar, apoyar y aprobarlo: Gobierno Provincial de La Habana, Ministerio de Salud Pública, Educación Especial, Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, Citma en La Habana y Asociación Cubana para Personas en Situación de Discapacidad Intelectual, entre otros.
El asunto es que lleva meses esperando que sea aprobado tal proyecto, de connotación humanitaria e inclusiva. Y aún no recibe respuesta.
«Pido apoyo, afirma, y solicito a todas las instancias gubernamentales que respalden e implementen el Nuevo Código de las Familias refrendado constitucionalmente, en cuanto a derechos de inclusión y participación social y activa de esos jóvenes con necesidades especiales educativas y sociales».
Nieves Cárdenas Flores (Virtudes 834, apto. 2, entre Oquendo y Marquez González, Centro Habana, La Habana) relata que los vecinos de esa cuadra sufren hace más de tres años una obstrucción en los registros de Virtudes y Oquendo, que ya ha provocado que no puedan acceder a sus respectivas instalaciones sanitarias. Y tienen que hacer sus necesidades fisiológicas en jabas.
También, en algunas ocasiones no pueden transitar por el patio y el pasillo, por existir agua putrefacta estancada. Y producto de esto la cisterna se contaminó.
Refiere que en 2020 se sustituyó la conductora principal de aguas albañales de Virtudes, pues estaba obstruida por una fractura interna, lo que provocaba que las casas tuvieran afectaciones de aguas albañales y contaminación en cisternas. Y se logró eliminar la obstrucción.
Ya en mayo de 2022 hubo de nuevo la obstrucción de aguas albañales en los registros 22 de Virtudes, Marquez González y Oquendo, lo que provocó también obstrucción en los desagües de dos casas, que apenas se pudiera transitar por el interior de estas y con el riesgo de que se contaminara el agua de la cisterna de los apartamentos del edificio.
A fines de 2022, la brigada contratada por la Dirección Municipal de Vivienda eliminó las tuberías antiguas de aguas albañales del edificio y colocó nuevas. Mejoró por cerca de un mes la situación. Y a inicios de 2023 volvieron los problemas, que no tenían que ver con las tuberías interiores del edificio, y sí con las de la calle.
Se continuó durante 2023 reportando a la Oficina municipal de Aguas de La Habana las tupiciones en desagües, y sin respuestas ni soluciones a esta situación.
Y el pasado 6 de marzo ya era crítica la obstrucción en el pasillo interior del 834. Ya no se puede descargar los inodoros, limpiar, lavar y demás acciones de higiene. El agua putrefacta sale por los desagües de pisos y en días de lluvia se inundan patios y pasillos. La cisterna contaminada, sin contar el mal olor y emanaciones de heces.
«Hay grandes problemas con equipos, camiones y combustible, pero la salud del pueblo debe estar primero. Hemos realizado varias gestiones en Aguas de la Habana en Centro Habana. He entregado cartas en Aguas de La Habana en Palatino, en el Gobierno de Centro Habana y al parecer nadie se ha interesado. El Director de Aguas de La Habana de Centro Habana promete y promete, pero no cumple», concluye.