Acuse de recibo
El pasado 6 de noviembre, y desde la ciudad de Camagüey, Delmys Calvo Castilla relató aquí que el 9 de octubre del presente año, a las 4 y 45 de la tarde, en su domicilio los ventiladores se aceleraron, las lámparas comenzaron a sonar y la torre de la computadora soltaba humo. No tuvo tiempo de des- conectar los equipos. Se dañaron un televisor de pantalla plana, la torre de la PC y una lámpara.
Lo reportó de inmediato a la UEB Eléctrica municipal. De allí fueron ese mismo día y se les explicó que varias veces el neutro se afloja, porque es el mismo para la casa de Delmys y la de sus padres, para ambos contadores. Y no era la primera vez que sucedía. Pero la respuesta siempre es que no afecta, aducía Delmys.
Contaba que la brigada trabajó en el neutro, poniendo los perros que aguantan los cables, algo que otras veces no se hizo. Y dijeron que todo estaba bien. Por supuesto, señalaba Delmys, a la hora que llegaron los restantes equipos estaban desconectados. Y los daños fueron en su casa, cuyo reloj es de 220; no en la de sus padres, que es de 110.
La cliente solicitó opiniones de otros electricistas conocidos, quienes dijeron que cuando el neutro se falsea y por retorno entra la 220, daña los equipos. El 12 de octubre su esposo fue a la UEB a entregar la carta de reclamación.
El 13 de octubre fue un inspector a la casa, y explicó que como el contador de sus padres es 110 y el de ellos de 220, no debía haber un solo neutro. Que por eso fueron las averías de los equipos. Pero el 22 de octubre, al llamar a la UEB, le comunicaron que el caso de ese expediente ¡no procedía!
«¿Qué culpa tengo de que haya su-cedido eso?, expresaba entonces Delmys ¿Por qué esperar que suceda para que arreglen el neutro? Después del trabajo, mi casa y la de mis padres siguen con el mismo neutro. Y los equipos dañados, ¿quién me los resarce?
«Seguiremos con el mismo neutro las dos casas, hasta que se repita la misma situación y dicha entidad no tenga responsabilidad alguna. ¿Estarán pensando como país, o pensando en no asumir sus arbitrariedades? Pido que se analice exhaustivamente el criterio del inspector», concluía.
Al respecto, responde Pedro Delgado López, director general de la Empresa Eléctrica Camagüey, que «se decidió investigar nuevamente el caso, y se llegó a la conclusión de que la avería ocurrida fue la causa del daño a los equipos electrodomésticos, por lo que procede la indemnización de estos».
Esclarece que, aunque los operarios que hicieron la reparación de la avería manifestaron que la apertura de la acometida ocurrió en una de las fases, es también cierto que el conductor neutro ha sufrido un nivel de deterioro debido a los años de explotación.
Sí confirma que, tal como se le respondió por la UEB Municipal, una de las fases que entra a su vivienda, después del contador de energía, tiene un conductor calibre 14 que es inadecuado, por lo que le sugirieron a la clienta que lo cambie por otro de menor calibre (mayor diámetro).
La respuesta de Delgado vino acom-pañada de una nota de Pedro Suárez Sánchez, responsable de Atención a la Población de la Empresa Eléctrica Camagüey, en el cual señala que la cliente no reclamó a la Dirección de esa entidad sobre su inconformidad con la respuesta recibida de la UEB Municipal Camagüey.
Agradezco la ágil respuesta de Delgado, y solo se extraña de ella la explicación del por qué la UEB municipal se negó a reconocer lo que la Empresa provincial considera y valida.
Desde la calle Industria No. 122, entre San José y San Martín, en la ciudad de Camagüey, Ricardo Bermúdez Rodríguez refiere que hace dos meses que solicitó en las oficinas de Fincimex en la capital agramontina la renovación de su tarjeta magnética AIS (azul), que se había vencido.
Y fue allí el 17 de noviembre, a ver si esta había llegado, pero no.«En ella hay dinero depositado. Mi dinero. ¿Cuándo podré acceder a él?», se pregunta Ricardo.