Acuse de recibo
Reparado el edificio Sarrá, de 23 y 12, según informó en Facebook Michel Milán Reyes, vicepresidente del Consejo de la Administración Provincial de La Habana, me uno a la alegría de sus moradores. Sí, porque fue aquí que irrumpió el 20 de octubre de 2013 el drama de esos vecinos, cuando Jorge González Vinent contaba que ellos alertaron mucho tiempo del peligro de la escalera del inmueble y la caseta del ascensor, las que fueron cediendo hasta colapsar.
Según Jorge, el 9 de marzo de 2012 los evacuaron hacia albergues y locales emergentes, hasta que fueron citados, en julio y agosto de ese año, al Gobierno municipal de Plaza. Allí les reafirmaron la voluntad de recuperar el Sarrá, y presentaron a los responsables del proyecto de reconstrucción, que aguardaban el dictamen técnico.
El 29 de diciembre de 2012, en reunión en el Gobierno municipal, les informaron que el presupuesto para la reparación había sido aprobado para 2013. La empresa encargada del proyecto, DCH, presentó su propuesta, mostró planos y explicó detalles. Se dijo que los trabajos comenzarían en enero de 2013 por el contingente Blas Roca, aunque faltaban ciertos trámites legales.
Se informó que el Gobierno los citaría a otra reunión para mostrarles el cronograma de ejecución. «Todavía la estamos esperando, afirmaba, nada de lo dicho en la primera reunión se ha cumplido, ni hemos recibido información del porqué de los incumplimientos».
Añadía que por el tiempo de cerrado el Sarrá, se percibía el deterioro de los apartamentos; al margen del problema de la escalera y la caja del ascensor. «Estamos en octubre, y no se ha llevado a cabo ninguna acción. Solo han colocado maderos y cubrieron la tarja conmemorativa de la Declaración del carácter socialista de la Revolución», planteaba.
En febrero de 2013 hubo un encuentro de los representantes del Consejo de vecinos del edificio con el Presidente del Gobierno de Plaza, pero ya la paciencia de ellos se agotaba. Aunque conscientes de la difícil situación económica del país, no entendían que luego de aprobarse el presupuesto para 2013, no se hubiera hecho nada.
A instancias de los vecinos, se coordinó para inicios de septiembre de 2013 una reunión con el Vicepresidente del Gobierno municipal, a la que asistirían las entidades involucradas en la obra. Y no se hizo, al no estar inversionistas, constructores, proyectistas y Vivienda.
«Este colectivo de vecinos —decía Jorge— no está compuesto por simples espectadores y receptores de la situación. No podemos permitir que siga primando la falta de responsabilidad, la indolencia y negligencia de personas a cargo de cumplir lo que fue aprobado por el Gobierno. Como siempre, confiamos en la dirección de la Revolución, y esperamos que se investiguen estos hechos y se depuren responsabilidades, como que también se nos dé respuesta», concluía.
El 23 de marzo de 2014, y cuando esta sección no había recibido respuesta alguna, publiqué la segunda carta de Jorge, en la que mostraba su preocupación porque «teniendo en cuenta que el caso es conocido por las instancias del Gobierno y otras instituciones, así como que desde entonces esperan alguna definición y respuesta, aún no las han recibido».
Precisaba que las averiguaciones en el Poder Popular fueron nulas, por lo cual temían ser desoídos de nuevo. Y defendía que el reclamo «es un derecho constitucional que nos da la Carta Magna de nuestro país; suplicamos, exigimos y alentamos a que se dignen a dar respuestas de todo lo que está sucediendo con nuestro edificio», concluía.
El 27 de mayo de 2014, respondía aquí Rolando Puerta, subdirector de la Unidad Provincial Inversionista de la Vivienda, que estaba incluida en el Plan de 2014 la rehabilitación del Sarrá, que este estaba rodeado de vallas de protección y en proceso de apuntalamiento general aún inconcluso, dado el gran volumen de madera requerido. Pero su disponibilidad estaba priorizada.
Reafirmaba que la obra estaba a cargo del Blas Roca. Y que en abril de ese año se hizo una reunión con los vecinos del Sarrá en el Consejo de la Administración Municipal de Plaza, con la presencia del Vicepresidente a cargo de las construcciones del Consejo de la Administración Provincial de La Habana, el Director y Subdirector de la UPIV y el Director del contingente.
Fue la única respuesta en tanto tiempo. Por eso, nos alegramos tanto cuando, de paso por la histórica esquina donde Fidel declaró el carácter socialista de la Revolución, descubrimos hace poco que la obra avanzaba.
Solo quiero recordar, ahora que los moradores del Sarrá retornan al emblemático edificio ya rescatado, que en la batalla por su salvación, junto a constructores y proyectistas, habrá siempre que apuntar, en su pelotón de vanguardia, al presidente del Consejo de Vecinos del inmueble, Jorge González Vinent, y a la persistencia de las 36 familias, en aquellos días de incertidumbre.