Acuse de recibo
El 11 de agosto pasado, y desde la ciudad de Matanzas, Yamilé Figueredo cuestionaba un spot de la Unión Eléctrica difundido por la televisión, el cual ofrece, entre otros servicios que pueden solicitarse en las oficinas comerciales de esa entidad, el cambio de metro contador de 110 a 220 voltios.
Contaba ella que el 20 de julio de 2012 solicitó ese cambio en la oficina comercial correspondiente, situada en el Edificio Trece Plantas de esa ciudad. Y allí le informaron que podría demorar de 15 días a un mes como máximo. Confiada, Yamilé decidió comprar un calentador de agua de 220 voltios, con garantía de seis meses. Y más de un año después no le habían cambiado el contador. Claro que perdió la garantía. En ese tiempo visitó varias veces la oficina comercial, pero le decían que no disponían de contadores de 220 voltios.
Al respecto, responde Israel Prado, director de la Empresa Eléctrica Matanzas, que, según el especialista principal comercial de la unidad empresarial de base Organización Básica Eléctrica Territorial (OBET) de Matanzas, no se pudo encontrar la evidencia documental de la solicitud realizada por Yamilé.
Afirma que «en ese período en dicha oficina hubo un déficit significativo de personal en puestos claves como Administrador, Atención a la Población y Supervisora-verificadora. Y ello conllevó «a descontrol, falta de organización e indisciplinas, que fueron analizadas por los directivos de la OBET Matanzas, adoptando las medidas necesarias, entre ellas la separación definitiva del puesto de trabajo de quien se desempeñaba como ventanillera, además de captar personal idóneo para desempeñar los diferentes puestos de trabajo».
Precisa que ello le fue explicado a Yamilé, y le dijeron que, según el cronograma de cambio de metros, el carro de servicio en los próximos días trabajaría en su zona de residencia, y se aprovecharía para cumplir con su solicitud. Finalmente, la tarea se ejecutó el 20 de agosto pasado.
Además de agradecer la respuesta, anoto algunas consideraciones: el déficit significativo de personal en puestos claves nunca será excusa para el descontrol, la falta de organización y las indisciplinas que, evidentemente dieron al traste con la solicitud de la clienta. Fue demasiada la irresponsabilidad para tener a Yamilé en ascuas más de un año, aguardando por un servicio que, según le dijeron, demoraría a lo sumo un mes.
¿Cuáles fueron las «medidas necesarias» adoptadas, aparte de separar a la ventanillera? ¿Qué responsabilidad tenía la dirección de la OBET en todo ese desorden, al punto de que la solicitud de la clienta navegó en el olvido, e incluso le dijeron que no disponían de metros de 220 voltios? ¿Por qué desde antes no se había captado «personal idóneo», en un país donde mucha gente seria y capaz necesita trabajar para ganarse el sustento? Todo parece indicar que allí había más de un culpable.
El pasado 14 de agosto, Evelio González y Carmen Rosa Fernández cuestionaban aquí la decisión del Banco Metropolitano (BM) de pagarles a los jubilados los días 7, en lugar del 3 o el 4, que era lo habitual. Y argumentaban que a inicios de mes se hacen muchos desembolsos.
También señalaban que desde el 6 de agosto pasado no tenían dinero los cajeros automáticos de Fomento, entre Chaple y Recreo, y los de Churruca, entre Vía Blanca y Washington, en el Cerro capitalino.
A propósito responde Marina Torres, vicepresidenta del BM, que el calendario para el pago a los jubilados es elaborado por el Instituto Nacional de Seguridad Social (Inass), después de solicitar criterios a los bancos comerciales y a Correos de Cuba, el cual posteriormente se adecua y divulga.
En cuanto a las dificultades con los cajeros mencionados, reconoce que el BM no actuó adecuadamente con las entidades responsables en la solución técnica, para lograr el funcionamiento de ambos. La solución fue el 14 de agosto, con demora: y por ello se revisan los términos del contrato con esas entidades.
La Vicepresidenta ofrece excusas a los clientes en tal sentido.