Acuse de recibo
Esperemos que en el 2011 se cierre el grifo de la chapucería y el derroche en el acueducto de la localidad villaclareña de Vueltas, según responde Julio Frank Rivero, director general de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado en esa provincia.
La denuncia la trajo el 26 de agosto del 2010 José Miguel Rodríguez: contaba que el nuevo acueducto de Vueltas, con apenas cuatro años de funcionamiento, presentaba muchos salideros. Buena parte del agua se perdía, luego de los esfuerzos hechos en una obra tan importante.
Al respecto, aclara Rivero que antes Vueltas se abastecía por pozos particulares con alto grado de contaminación. Y el acueducto se construyó en 2006: una estación de bombeo con sistema automatizado de control y monitoreo, equipos para la desinfección del agua, 55 y 87 kilómetros de conductoras y redes, respectivamente, fabricadas con polietileno de alta densidad; y un tanque apoyado de dos mil metros cúbicos. La ejecución del proyecto se hizo por brigadas de Recursos Hidráulicos de Holguín, Santiago y Villa Clara, con un costo total de 6 773 700 CUP y 1 195 800 CUC.
Durante la explotación del sistema, explica, y con la reciente incorporación del nuevo tanque, se incrementaron las presiones de servicio y se agudizaron las fugas en las acometidas de las viviendas. Las fugas están en el centro de las calles, y ello obliga a reparar mediante el uso de un compresor en cada uno de los lugares. La tecnología con que fue construido el sistema implica la sustitución completa de cada acometida.
Informa que de enero de 2009 a septiembre de 2010 se sustituyeron 60 acometidas, se repararon averías en la conductora principal, y se instalaron en el sector estatal 32 metros contadores y 162 en el residencial. Entre septiembre y noviembre de 2010 se sustituyeron 51 acometidas y se suprimieron 87 fugas en la red de distribución.
Cuando respondió Rivero el 5 de noviembre de 2010, quedaba pendiente suprimir las fugas en tres acometidas, culminar la instalación de metrocontadores, construir registros para las válvulas que comprometen la operación con el funcionamiento del nuevo tanque, y el pozo de reserva para la estación de bombeo, entre otros objetivos.
Agradezco la respuesta pormenorizada. Ojalá que las labores se hagan esta vez con tino y calidad, para que no se repitan la chapucería y el derroche de la anterior inversión, de los cuales el Director no explica las causas. ¿Quién dejó tantas sangrías? ¿Quién no controló? ¿Cuántos recursos financieros y materiales se dilapidaron en vano? Ah, la política inversionista sigue dejando tristes rastros en esta columna.
No se puede suponer un potencial ratero en cada ciudadano, porque eso lacera la dignidad de los honrados. De ello me escribe Rebeca Rodríguez (calle 49 No. 3404, entre 34 y 36, reparto Kohly, Playa, La Habana), a quien le prohibieron entrar con su bebé de nueve meses en el coche, en la tienda Almendares de CIMEX, sita en 41 y 42, en ese municipio, conocida por El Ekloh. Y todo bajo una supuesta disposición, alegando que eso facilita el robo de productos.
Habló con la máxima responsable, quien le explicó que ha habido hurtos, que si hay pandillas que utilizan ese modus operandi… Rebeca comprende la necesidad de luchar contra el mal, pero no así.
«Para eso están las cámaras de seguridad, y varios trabajadores de ese lugar, que no hacen nada y atienden bastante mal. Es una falta de respeto tildar de ladrón a cada persona que entre con un niño en un coche. Uno tiene que resolver problemas y hacer gestiones que, con un bebé cargado, son imposibles. Encima de eso, en esa tienda casi nunca hay bolsas plásticas para las compras. ¿Se imagina tener un niño en brazos?».
Concluye que, al final, la máxima responsable la atendió muy bien y pudo pasar a comprar lo que necesitaba, pero considera que la medida es absurda y provoca bastante malestar. «Ya es hora de que se empiece a tratar al cliente con respeto, y que no existan esas prohibiciones absurdas».