Washington, 1 jun (PL) Una reversión de las políticas emprendidas hacia Cuba por la administración de Barack Obama (2009-2017) costaría a la economía estadounidense seis mil 600 millones de dólares, indicó hoy una coalición de grupos empresariales, economistas y expertos.
Los participantes en la iniciativa publicaron este jueves un análisis del impacto que podría tener una decisión de ese tipo, en el cual agregaron que se afectarían 12 mil 295 empleos estadounidenses durante el mandato de cuatro años del presidente Donald Trump.
El grupo, encabezado por la organización Engage Cuba y que contó con la Sociedad Americana de Agentes de Viaje y el Consejo Nacional de Comercio Exterior, entre otros participantes, realizó el informe ante los reportes de que el actual Gobierno se prepara para revertir las medidas de Obama.
Las políticas de la anterior administración de disminuir las restricciones a las compañías norteamericanas interesadas en hacer negocios en Cuba contribuyeron a un crecimiento económico significativo y a la creación de empleo en todo el país, sostuvo la coalición.
Según el grupo, las comunidades rurales de la nación norteamericana que dependen más de las industrias agrícola, manufacturera y marítima se verían afectadas de manera desproporcionada si se agregan regulaciones a los viajes y comercio con la isla caribeña.
Dado sus puertos de aguas profundas y su proximidad a Cuba, se amenazaría particularmente el crecimiento económico y la creación de empleo en los estados del Golfo, incluyendo Florida, Luisiana, Texas, Alabama, Georgia y Mississippi, todos los cuales apoyaron a Trump en las elecciones de 2016.
Al mismo tiempo, el análisis indicó que aunque en los últimos años se eliminaron barreras regulatorias para las empresas y ciudadanos estadounidenses interesados en hacer negocios en Cuba, continúa vigente el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Washington a la isla hace más de medio siglo.
Estudios han demostrado que esa política a Cuba cuesta a los negocios y los agricultores estadounidenses un estimado de cinco mil 900 millones de dólares al año en pérdidas de ingresos por exportación, apuntó el texto.
A través de un comunicado de Engage Cuba, el presidente de esa organización, James Williams, manifestó que dar marcha atrás al acercamiento a la isla contradice las promesas de campaña de Trump de eliminar onerosas regulaciones y la burocracia en los negocios de Estados Unidos.
Reimponer las restricciones a las visitas al país caribeño obligaría a los norteamericanos a saltar más arcos burocráticos para ejercer su derecho a viajar libremente, agregó.
En tanto, el senador demócrata Patrick Leahy consideró que en lugar de caer en la presión de una minoría cada vez más ridícula atrapada en el pasado, Trump debería ir a Cuba y hablar con el pueblo de la isla en nombre de la abrumadora mayoría de los estadounidenses que favorecen relaciones más estrechas.