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Con un doble y par de empujadas Donal Duarte aportó a la causa vueltabajera. Autor: Juan Moreno Publicado: 21/09/2017 | 05:44 pm

El pasado día 9, cuando fue elegido el último de los 40 jugadores que refuerzan a los aspirantes al trono de la presente temporada beisbolera, el experimentado timonel pinareño Alfonso Urquiola respiró aliviado, consciente de que había sido uno de los grandes triunfadores de la noche. Gracias a un inesperado giro en el guion que muchos teníamos en mente, pudo «atrapar» al avileño Vladimir García —uno de los tres lanzadores más codiciados de la pugna—, y en lo adelante eligió con precisión sus restantes piezas.

Sobre el papel, Pinar del Río es lo que se conoce popularmente como un verdadero trabuco. Y sobre el diamante ha dado sobrada fe de ello, ganando de forma sucesiva sus primeros cuatro enfrentamientos desde que se reanudó la campaña. Afincado en la cima de la tabla de posiciones, comienza a presumir de un envidiable arsenal, sobre todo en el bullpen.

Este sábado, en el ultramarino parque Cristóbal Labra y con el zurdo Julio Alfredo Martínez subido en la lomita, la maquinaria vueltabajera esperó el momento oportuno para mostrarse demoledora. Sucedió en el séptimo capítulo, cuando el también siniestro Yudiel Rodríguez –—importado para apuntalar el staff de los Piratas pineros-— dio muestras de agotamiento y descontrol.

Después de sacar un out en esa entrada, el tunero dejó el rancho ardiendo y por allí desfilaron tres rescatistas, y ninguno de ellos impidió que la tropa pinareña redondeara un racimo de siete anotaciones que sentenció todas las aspiraciones locales.

En la formación santiaguera, por su parte, su timonel Luis Danilo Larduet, prefirió «pasarse» con Vladimir para procurarse los servicios del extraordinario cañonero Alfredo Despaigne. De momento, el slugger granmense ha disparado par de vuelacercas, pero eso no ha bastado para impedir que las Avispas hayan fracasado en sus primeros cuatro vuelos.

De cortarles las alas se encargaron ahora los Cocodrilos matanceros, al son de una despiadada ofensiva de 17 imparables —siete de ellos extrabases— que dejaron más al descubierto las fisuras con que el cuerpo de lanzadores indómitos encarará la parte más fuerte del torneo.

Esta vez sí carburaron algunos de los refuerzos yumurinos, pues el diestro granmense Lázaro Blanco lanzó sin muchos contratiempos durante siete entradas completas, ponchando a cuatro rivales y permitiendo solo dos anotaciones. Por su parte, el máscara espirituano Eriel Sánchez ligó sus dos primeros imparables con la casaca matancera, uno de ellos de cuatro bases, para impulsar par de anotaciones.

En el Latinoamericano, los Industriales festejaron el onomástico de su director Lázaro Vargas sometiendo a los vigentes monarcas de Villa Clara, para despegarlos del cuarteto que inició la jornada en posiciones de privilegio.

El experimentado camagüeyano Vicyohandry Odelín, ahora enfundado de azul, protagonizó una buena apertura. Del resto se encargaron sus compañeros y la pésima defensa de los Naranjas, marcada con tres pifias incluida la del abridor Luis Borroto, quien también regaló cuatro boletos en poco más de un inning de actuación.

Mientras, en la Ciudad de los Parques, la lluvia impidió iniciar el partido entre Artemisa y Holguín,  por lo que ambos equipos disputarán hoy un doble programa.

Resultados del Sábado