La piscina, con 25 metros de largo, fue inaugurada el 30 de junio último como parte de las actividades del comienzo del verano en la capital. Autor: Maykel Espinosa Rodríguez Publicado: 07/07/2019 | 01:05 am
«Un todo incluido y a buen precio»… Así le llaman algunos jóvenes al Balneario Universitario, de 1ra. y 42, en el reparto Miramar, en el capitalino municipio de Playa. «Tiene todo lo necesario para una recreación sana y creativa», dijeron otros. Porque, además de contar con la cercanía al mar, posee discoteca, plaza para presentaciones artísticas, restaurante, gimnasio, cafetería, áreas para juegos deportivos, wifi… a precios módicos, coincidieron todos.
Pero a estos reporteros no les bastó con lo dicho sobre las condiciones y lo que acontece en esa populosa esquina. Téngase en cuenta que, ahora, de miércoles a domingo, los más nuevos desfilan por la instalación para pasar un buen rato o hacer su verano. Entonces decidimos hacer la primera «excursión» de nuestro verano laboral para constatar lo que allí se vive.
«Estoy aquí en un pasadía. La invitación me llegó por la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC). Antes había venido con unos amigos. Las ofertas de la cafetería, a las que todo el mundo tiene acceso, están muy buenas, y hay variedad. Con esta invitación (nos muestra la que tiene en su mano) uno lo que tiene son otras ofertas y más seguras.
«Agradezco que se haya rescatado este sitio para nosotros. Ustedes saben cómo están los precios en otros lugares», nos dijo Mario Díaz, de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana, quien por segunda vez llega al balneario.
Su compañera de estudio Nidia Gutiérrez nos cuenta que hasta ahora existe un buen servicio por los dependientes y «el resto lo ponemos nosotros: alegría, imaginación, baile…». Es el criterio que también comparte Aldo Rodríguez, estudiante de la Universidad de Ciencias Informáticas, quien asegura que el Balneario constituye la opción estrella de este verano, pues con un peso y su carné de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) puede acceder a la playa y a otras opciones recreativas.
Él es de los que viene asiduamente. Junto a un grupo de amigos utiliza las canchas y asegura que más tarde se refrescarán en el agua salada. «Aquí podemos practicar deportes, acceder a una cafetería con ofertas variadas y baratas, y, de paso, darnos un chapuzón», comenta sin dejar de seguir con la vista el curso de la pelota.
A orillas de la piscina estaba Danilo Martínez, estudiante del Instituto Superior de Diseño (ISDI), quien señala que este es un lugar muy acogedor y que ofrece un servicio de calidad. Los universitarios tenemos pocas buenas alternativas para recrearnos, por eso agradecemos tanto este círculo social.
«Antes de la remodelación veníamos a hacer ejercicio aquí porque nos queda cerca de la casa. Esta es la primera vez que lo vemos recuperado», refiere Davel Muguercia, de 15 años de edad, quien se mantiene a nado en lo profundo de la costa. Y, desde el muro del litoral, su amigo Enrique Corona, de 16 años, confirma lo que dice. «Ahora podemos comprar merienda en la cafetería y se habilitaron, además, otros espacios que antes estaban en desuso».
Puertas abiertas desde abril
Fue precisamente en abril último cuando el Balneario Universitario volvió a abrir sus puertas como regalo a los pioneros y jóvenes en el día del aniversario de sus organizaciones. Se trata de una instalación que, junto a otras nueve, administra la Empresa Provincial de Círculos Sociales Obreros de La Habana, pero con la diferencia de que esta se dedica a los jóvenes.
Según nos comentaron sus directivos, fueron muchas las horas dedicadas a rescatar la mayor cantidad de áreas de diversión y devolverle el esplendor que tuvo en sus primeros años. «Fue un proceso inversionista muy intenso, el salitre del mar deterioró mucho el centro, además de que se dejó abandonar», apunta Juan Manuel Jiménez Martínez, director del centro.
Añade que ahora las opciones en la instalación son varias, lo que garantiza la utilización al máximo de todos sus espacios. «También tenemos áreas deportivas, la piscina, el bar con mesa de billar. Estamos hablando de un sitio que en su interior cuenta con una capacidad para 500 personas en sus distintas áreas y permite disponer de una buena oferta, en especial durante el verano».
Luego, en el diálogo con Yaimet Mayedo Rodríguez, jefe del Departamento ideológico del Comité Provincial de la UJC en La Habana, supimos que «al balneario pueden acceder los miembros de la FEU mostrando el carné de la organización y abonando un peso, que es el precio establecido para la entrada.
«En este caso pueden disfrutar el área de playa y usar todos los servicios anteriormente mencionados, pero no tienen acceso a las ofertas personalizadas que se brindan por paquetes de 130 a 140 pesos para cuatro personas».
—¿Y qué son las ofertas personalizadas?
—Son las que la UJC distribuye a través de invitaciones para áreas como la piscina, la parrillada, la discoteca, o como pasadías. Y estas tienen asegurado para cuatro personas una merienda, que comprende refresco de lata y panes con salchicha, almuerzo, cerveza, así como una o dos botellas de ron —casi siempre de la línea Havana Club—, según la disponibilidad en el centro. Todo eso, como se ha dicho, cuesta entre 130 o 140 pesos, es decir, con al menos 35 pesos un joven disfruta de esta variada oferta.
—¿Cómo hacen esa distribución?
—Se planifica desde el Comité Provincial de la UJC. De ahí se asignan a los municipios y estos las reparten en los comités de base. Siempre buscamos estimular principalmente a jóvenes destacados en el estudio, el trabajo, la defensa… sean militantes o no. Pero también sabemos que la capacidad no alcanza para todos.
«Desde los comités de base se nos pueden solicitar las invitaciones y los incluimos en la planificación. Asimismo las distintas entidades pueden comunicarse y solicitar el servicio. Por ejemplo, en este fin de curso muchas actividades de graduación se efectuaron aquí. Igualmente, hubo comités de base que, luego de concluir su Asamblea de balance 11no. Congreso de la UJC, vinieron a desarrollar su actividad recreativa».
Sobre las ofertas también Juan Manuel, director del centro, ofreció otros detalles: en la cafetería se brindan refrescos, panes con queso, jamón, pasta, croqueta, salchicha, mayonesa, picadillo…, con precios que no superan los dos pesos. También hay refrescos, gelatinas, y se estudia la posibilidad de brindar almuerzo, sobre todo para aquellos que no asisten a las áreas personalizadas.
«La persona que va a la parrillada —que comienza a ofrecer servicios a partir de las 12:30 p.m.—, puede venir desde antes y disfrutar del resto de las áreas, excepto la piscina. Otra oportunidad es que los jóvenes pueden asistir al gimnasio, como ha sucedido. A esta área, los habitantes de la comunidad pueden afiliarse mediante el pago de un estipendio o acudir, en el caso de los que son estudiantes universitarios, por tres pesos diarios.
«Aun cuando nuestra prioridad es la juventud, también, hemos dispuesto diariamente diez invitaciones para miembros de la comunidad en la que está ubicado el balneario. Se las entregamos al presidente del consejo popular, quien las debe distribuir como estímulo entre la gente del barrio. Hasta ahora ha salido todo bien», destacó.
Foto: Maykel Espinosa Rodríguez
Fueron muchas las horas dedicadas a rescatar la mayor cantidad de áreas de diversión y devolverle al balneario el esplendor que tuvo en sus primeros años. Foto: David Gómez
¿Y por fin lo consiguió?
Durante el recorrido de Juventud Rebelde el jueves último y este sábado nos encontramos a integrantes del comité de base de la UJC de Gimnasia del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación. Laydis Nápoles, quien obtuvo la invitación para la piscina, nos contó que «todo está limpio y ordenado: la piscina, el piso, el restaurante y los baños».
Mientras, Venus Hernández, quien acompañó a uno de los muchachos del ISDI, comentó que para el verano deberían crearse más sitios como el balneario, para que también los trabajadores puedan disfrutar en familia de varios servicios sin que ello represente un lujo o un gusto que solo pueden costear una o dos veces al año.
Abnel Herrera, uno de los encargados de mantenimiento del círculo, se convirtió en beneficiario de las opciones del balneario. Allí lo encontramos con su familia, y nos expresó que «el trato a los trabajadores es muy bueno, siempre que se puede nos dan la posibilidad de venir a recrearnos».
Como él, otros reclamaron que existiera mayor variedad en el surtido, fundamentalmente de dulces y confituras para los niños. Aunque la mayoría de nuestros entrevistados ponderan la calidad de los servicios y agradecen las ofertas, también escuchamos opiniones que demuestran que no todo está bien, y que aún puede mejorarse mucho más el funcionamiento del balneario, sobre todo cuando hace solo unos meses que reabrió sus puertas.
Uno de los que ha tenido «mala suerte» es Alejandro Oliva, estudiante de la Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte Manuel Fajardo, quien a pesar de presentar su carné de la FEU, no ha podido entrar en dos ocasiones, pues le dijeron que ese documento no era válido para entrar. Hoy, por fin, lo consiguió.
Otros que no se muestran muy contentos son algunos habitantes de la comunidad. Entre ellos Alberto Daniel Silva, quien hace muchos años que vive cerca del centro. Ha visto los mejores y peores tiempos del balneario, y comenta cuando alcanzó su punto máximo de deterioro eran los vecinos quienes se encargaban de mantener la limpieza y las canchas.
Sobre esta última área, destacó que las rejas que tiene hoy las pusieron ellos y que también fueron quienes pintaron los muros y las líneas. Sin embargo, desde que se reinauguró el centro, a los habitantes de la comunidad se les ha dificultado el acceso. «Algunos tenemos el hábito de venir a las canchas los fines de semana para practicar deportes, y otros lo hacen para bañarse en el mar por la mañana, fundamentalmente los ancianos», detalló.
Explicó que él no tiene conocimiento de que se destine un cupo de invitaciones para la comunidad, y que no conoce a nadie que las haya recibido. «Lo que sugiero es que nos den la oportunidad de afiliarnos al círculo social mediante el pago de una cuota que nos dé acceso al área —como se hace con el gimnasio—. De todas maneras si no venimos nosotros las canchas se mantienen prácticamente vacías», reclamó.
Recreación sana y útil
¿Cómo se comportan los muchachos?, interrogamos a Eyenit Pérez Lanz, capitana del salón ubicado en la discoteca, y sin pensarlo mucho dice: «La disciplina de los muchachos es muy buena, hasta ahora no hemos tenido ningún problema, ustedes saben cómo son las cosas cotidianas del que toma —se ríe—, pero por suerte no se ha visto nada grave».
Sobre esta área, apunta el Director que aunque la prioridad son los jóvenes también están planificando «discotembas» en los días que quedan libres. En la discoteca siempre hay un miembro del Consejo de dirección. El horario de los viernes y sábados es hasta las dos de la mañana, y el resto de los días hasta las 12.
—¿Y la logística?
—A nosotros nos abastece la Empresa de Círculos Sociales. Las opciones de pan con… tratamos de mantenerlas estables, pues nos entran los surtidos. Igualmente sucede con el refresco y la cerveza.
De otras bondades nos habló la Ideológica de La Habana. «Este también es un espacio para los muchachos de la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media. Eso sí, cuando se realizan actividades para ellos no se ofrecen bebidas alcohólicas», dijo. Apunta, además, que desde hace varios sábados el sitio se ha convertido en lugar de encuentro de las comunidades digitales, los llamados Team.
«Tenemos el deber de garantizar una recreación sana y, al mismo tiempo, rescatar lo más autóctono de las raíces culturales cubanas. Eso es algo que defendemos en el centro, y para ello diseñamos una programación cultural atractiva. Hemos insertado a los miembros de la Asociación Hermanos Saíz, de las escuelas nacionales de Circo y de Artes, y tenemos estrechos vínculos con la Dirección Provincial de Cultura. Tratamos de abrir un diapasón diverso, con base en las opiniones de nuestros muchachos».
Aun cuando todavía falta bastante para que la recreación llegue a todos los barrios y comunidades, el Balneario Universitario, como decían muchos de los entrevistados, es una muestra de que hay centros con facilidades y espacios para los jóvenes. «Este lugar constituye un salto cualitativo en el esparcimiento que brindamos, y lo hemos confirmado en diálogo con los visitantes», dijo el director de la instalación.
Velar por que espacios de este tipo funcionen de acuerdo con el objeto social para los que fueron concebidos resulta una tarea incluso más ardua que el propio proceso de reconstrucción. Esperemos entonces que sus áreas se aprovechen al máximo y que no caigan nuevamente en el olvido.
Hay más ofertas
La Empresa de Círculos Sociales de La Habana cuenta con diez instalaciones, incluyendo el Balneario Universitario, dirigidas a potenciar la recreación de los trabajadores y sus familiares, de la juventud, así como de vecinos, con precios al alcance de los ingresos de la población.
Según nos explicó Eustaquio Pagés León, director de esta empresa, los centros —a los cuales se puede acceder por asociación a los diferentes sindicatos o por invitación— han sido objeto de un amplio proceso de reparación y mantenimiento a propósito de los 500 años de la fundación de la capital.
Apuntó que,además,del balneario, en el resto de los círculos sociales que tienen piscina también se les brinda un día de la semana a los jóvenes, en coordinación con la UJC.