El Reparto Santo Suárez, del municipio de Diez de Octubre, en la capital cubana Autor: Roberto Garaicoa Martinez Publicado: 28/01/2019 | 11:33 pm
Nadie sabía lo que estaba pasando. Muchos confundieron la turbulencia con la caída de un avión, otros con una explosión de gran magnitud, y hubo hasta quienes pensaron que La Habana estaba siendo bombardeada por aviones enemigos.
María Rosa Durán, vecina de Mayía Rodríguez y Santa Catalina, Santo Suárez, dice haber vivido los peores minutos de su vida. «Estaba viendo la televisión cuando comenzó todo, de pronto sentí un ruido que nunca antes había escuchado y pensé que el edificio se estaba cayendo, el aire entró y desprendió las puertas que dan a la calle y los cristales, todo comenzó a moverse dentro de la casa, se llevó también los tres tanques de agua. Creí que iba a morir».
«El ruido no pasó de los tres minutos, no teníamos ni idea de lo que estaba pasando afuera, toda la casa estaba cerrada y no podíamos acercarnos a las ventanas para mirar, porque, en primer lugar, el miedo nos lo impedía. Yo le gritaba a mi nieta: escóndete debajo de la cama que nos están bombardeando», cuenta Hortensia Hernández.
Honorio Naranjo, quien vive en Mayía Rodríguez, esquina San Mariano, explica que solo supieron lo que había pasado cuando se alejó el tornado y pudieron salir a la calle. «Encontramos todo destrozado, nuestros árboles tirados en el pavimento —algunos sobre los carros que estaban parqueados— y grandes pilas de escombros. Una profunda tristeza sentimos al ver así nuestra comunidad».
La casa de Yamile Muñoz fue de las más afectadas en el reparto. «El tornado derribó los muros perimetrales y los tanques de agua, torció la escalera, rompió los ventanales, y se mojaron los colchones».
Yamile también expresó su dolor por la pérdida de vidas humanas y por el sufrimiento de quienes quedaron sin sus pertenencias. «Este ha sido un día triste para todos los cubanos», dijo. «En nuestro caso, como otros, lo más importante es que estamos vivos», sentenció.