El canciller cubano Bruno Rodríguez. Autor: ACN Publicado: 21/09/2017 | 06:18 pm
Alejandro González (Moderador).- Buenos días.
Agradezco la presencia de los colegas de la prensa nacional y extranjera que nos acompañan hoy en esta conferencia de prensa del ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, para tratar temas de interés y actualidad.
Se encuentran presentes 62 periodistas de 36 medios, de 19 países, además de una amplia representación de la prensa nacional.
Esta conferencia de prensa se está transmitiendo en vivo por la Televisión Cubana, Cubavisión Internacional y vía Internet a través del sitio web oficial de la Cancillería Cuba contra el bloqueo.
El Ministro hará una breve intervención inicial y posteriormente estará en disposición de responder algunas preguntas.
Bruno Rodríguez.- Buenos días.
Nuestro país se encuentra listo, nuestro pueblo espera la llegada del Papa Francisco. Hemos trabajado para que la visita sea memorable, para que sea una visita como la que merece el Papa Francisco por su pontificado, por sus posiciones que concitan admiración en la América Latina y el Caribe y en nuestro pueblo, y por ser el primer Papa latinoamericano.
El gobierno cubano está convencido de que la visita será un acontecimiento extraordinario, para lo cual ha trabajado de manera fluida, armoniosa con el Estado Vaticano, con su Nunciatura en La Habana y con la Iglesia Católica en Cuba.
El pueblo cubano acogerá al Papa Francisco con respeto, aprecio y hospitalidad, y dispondrá, en tiempo real, de una amplísima información del acontecer de su programa. Se ha establecido un portal especial para ello y diversas cuentas en las redes sociales y la hipermedia para llegar en tiempo real, de manera directa, al mayor público posible.
Se ha producido recientemente un indulto a personas sancionadas a privación de libertad dentro del ordenamiento legal cubano y la tradición humanista de nuestro sistema judicial.
La visita del Papa contará seguramente con la participación masiva de los creyentes, de los no creyentes y será un acontecimiento trascendental para todo nuestro pueblo, para nuestra cultura, para la nación cubana.
La visita se produce, además, en un contexto internacional, hemisférico y regional particular. El gobierno de Cuba ha expresado aprecio y agradecimiento al Santo Padre por su apoyo al proceso de diálogo entre los gobiernos de Estados Unidos y de Cuba.
En segundo lugar, el Presidente de la República de Cuba, Raúl Castro Ruz, asistirá a los eventos de las Naciones Unidas convocados para los próximos días. Asistirá a la sesión de la Asamblea General que escuchará a Su Santidad Francisco el día 25 de septiembre, y ese día y los subsiguientes participará en la Cumbre que considerará la Agenda de Desarrollo Post 2015 y conmemorará el aniversario 70 de las Naciones Unidas. En dicha Cumbre hablará el día 26 en la sesión de la mañana.
También nuestro Jefe de Estado asistirá al Debate General de la Asamblea General de Naciones Unidas, es decir, al segmento de alto nivel y hará su discurso en la tarde del día 28 de septiembre.
El Presidente cubano tiene previsto también asistir a una conferencia sobre empoderamiento e igualdad de la mujer, que sigue la tradición de la Conferencia Mundial de la Mujer, la Conferencia de Beijing, y procesos que son de altísima prioridad para nuestra sociedad, a partir de la convocatoria del presidente de la República Popular China, el compañero Xi Jinping y del secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
El Presidente cubano cumplirá también un amplio programa de carácter multilateral, sostendrá numerosos encuentros bilaterales con otros Jefes de Estado y de Gobierno asistentes a estos eventos; y su programa incluirá también encuentros con distintos sectores de la sociedad estadounidense, incluyendo personalidades de ese país, representantes de la solidaridad y de la emigración cubana.
La Agenda de Desarrollo Post 2015, que ha sido ya resultado de un largo y amplio proceso intergubernamental y que seguramente será adoptada en la conferencia cumbre, plantea metas positivas y ambiciosas. En opinión de nuestro país, constituye un paso de avance a escala mundial en relación con las llamadas Metas de Desarrollo del Milenio, que la Asamblea General de Naciones Unidas adoptó en el año 2000 con la presencia del Líder Histórico de la Revolución Cubana, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.
Nosotros consideramos que la Agenda en proyecto contiene metas indispensables, inevitables, dada la situación económica y social del mundo y los gravísimos riesgos para la existencia de la especie humana, que significa, por ejemplo, el cambio climático, y contiene propósitos abarcadores, en algunos casos incluso específicos, concretos, que son loables.
Es nuestra preocupación la insuficiente correspondencia de los propósitos que plantea la Agenda de Desarrollo Post 2015 en relación con los medios de implementación que se propone acordar, relacionados con la transferencia de recursos financieros, de tecnologías apropiadas dada la realidad de que somos víctimas de un orden internacional inequitativo, injusto, excluyente; somos víctimas de un orden económico depredador, expoliador que saquea los recursos naturales y las riquezas de los países del Sur, y con el hecho real de que falta voluntad política en los gobiernos de los países industrializados para acometer las acciones urgentes e indispensables que permitirían avanzar en materia de desarrollo social, resolver el problema de la pobreza, del hambre, de las enfermedades sin atención, a escala mundial y crear condiciones elementales para que esta Agenda, que será adoptada en las próximas semanas, sea viable y no resulte una mera declaración de buenas intenciones.
De manera que, en nuestra opinión, será necesario adquirir conciencia, movilizar la opinión pública internacional y trabajar fuertemente para construir otro orden internacional, para edificar otro orden económico, para demoler la actual y construir otra arquitectura financiera internacional, que permita hacer el milagro de que la Agenda que se adoptará en los próximos días sea realizada.
Al mismo tiempo, conmemoraremos el aniversario 70 de las Naciones Unidas. La opinión de Cuba es que la Organización de Naciones Unidas debe ser defendida de los ataques, manipulaciones, intentos de distorsión de sus objetivos que sufre; que es necesario reiterar el concepto de que la Carta de las Naciones Unidas y sus Propósitos y Principios tienen absoluta vigencia y que constituyen el marco esencial de Derecho Internacional que puede garantizar la convivencia pacífica, en aras del desarrollo de todos y del ejercicio de los derechos humanos por todas y todos en nuestro planeta.
Considera que, al mismo tiempo, Naciones Unidas está urgida de una profunda reforma, para democratizarla, para que la Asamblea General pueda ejercer las facultades que le da la Carta, para contener la injerencia, la voracidad, en relación con la agenda de la Asamblea, del Consejo de Seguridad, para democratizar este en su escasa representación de los países del Sur y en sus métodos nada democráticos, incluyendo la necesidad de la eliminación del privilegio obsoleto del veto.
Cuba se inspira, en su posición con relación a estos temas, en la Proclama de la América Latina y el Caribe como Zona de Paz, firmada por los jefes de Estado y Gobierno de nuestra región en enero de 2014 en la Cumbre de la CELAC en La Habana, que plantea no solo principios y normas de relacionamiento entre los países de nuestra región, sino también la aspiración de que estos sean observados por todos los Estados en sus relaciones con los que pertenecen a nuestra región.
Tenemos seria preocupación por las crecientes amenazas a la paz y seguridad internacionales. Es un hecho de que se conmemora el aniversario 70 del criminal bombardeo nuclear sobre Hiroshima y Nagasaki sin haber dado ningún paso de progreso en materia de desarme nuclear y existiendo niveles récords, inexplicables, insostenibles de gastos militares.
Asistimos a condiciones internacionales extraordinariamente complejas. Es un llamado a la conciencia humana lo que está ocurriendo con las oleadas de migrantes en Europa, personas que huyen de los conflictos, de las guerras no convencionales, de las consecuencias de acciones ajenas al Derecho Internacional, que han llevado a la destrucción de Estados, del tejido social de varias naciones; huyendo de la pobreza y del subdesarrollo. Y nos preocupa profundamente que la Unión Europea no avance en relación con la solución de las causas profundas que provocan estas oleadas migratorias o se plantee el uso de medios militares o represivos contra los migrantes.
Todos quedamos consternados ante la imagen del niño pequeño ahogado en la playa, como un símbolo que conmovió a toda la humanidad. Esperemos que haya voluntad política en los gobiernos de los países industrializados, que son responsables históricos de las condiciones de subdesarrollo y pobreza que existen en los países del Sur, particularmente de estos que son responsables de los conflictos recientes que condujeron a la situación actual.
En tercer lugar, quiero anunciar que la Resolución que condena el bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba ha sido circulada a los Estados miembros de las Naciones Unidas, será considerada en un debate en sesión de la Asamblea Nacional el día 27 de octubre y será sometida a votación.
El texto de la Resolución -y lo voy a comentar porque contiene algunos elementos novedosos- parte de una actualización del texto tradicional que ha sido adoptado durante más de 20 años, con votación de 188 Estados a favor, un apoyo abrumadoramente mayoritario, y solamente dos votos en contra.
La Resolución plantea que:
“La Asamblea General,
“Decidida a fomentar el respeto estricto de los propósitos y principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas”, es decir, tiene un enfoque de Derecho Internacional.
“La Asamblea General,
“Reafirmando, entre otros principios, la igualdad soberana de los Estados, la no intervención y no injerencia en sus asuntos internos y la libertad de comercio y navegación internacionales, consagrados, además, en numerosos instrumentos jurídicos internacionales,
“Recordando las declaraciones formuladas por los Jefes de Estado o de Gobierno de la América Latina y el Caribe en las cumbres de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), relativas a la necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto contra Cuba,
“Preocupada porque continúa la promulgación y aplicación por parte de Estados Miembros de leyes y disposiciones reglamentarias, como la promulgada el 12 de marzo de 1996, conocida como ‘Ley Helms-Burton’, cuyos efectos extraterritoriales afectan a la soberanía de otros Estados, a los intereses legítimos de entidades o personas bajo su jurisdicción y a la libertad de comercio y navegación...”
Es conocido que el Congreso de Estados Unidos debate en este momento no solo una decena de iniciativas legislativas dirigidas a modificar aspectos de aplicación del bloqueo, o incluso a levantarlo, sino también decenas de iniciativas legislativas, y ha adoptado algunas enmiendas dirigidas a impedir que el Presidente de los Estados Unidos de América pueda modificar su aplicación.
“La Asamblea General,
“Tomando nota de las declaraciones y resoluciones de distintos foros intergubernamentales, órganos y gobiernos que expresan el rechazo de la comunidad internacional y de la opinión pública a la promulgación y aplicación de medidas del tipo indicado,
“Recordando sus resoluciones” -y lista las resoluciones-, la primera del 24 de noviembre de 1992.
La Resolución tiene dos párrafos nuevos que dicen:
“La Asamblea General,
“Saludando el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre los gobiernos de la República de Cuba y los Estados Unidos de América,
“Reconociendo la voluntad expresada por el Presidente de los Estados Unidos de América de trabajar por la eliminación del bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba,
“Preocupada porque, después de la aprobación de sus resoluciones” -y lista una serie de ellas-, “continúa vigente el bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba, y preocupada también por los efectos negativos de esas medidas sobre la población cubana y los nacionales de Cuba residentes en otros países, en particular la emigración cubana residente en Estados Unidos,
“La Asamblea General:
“1. Toma nota del informe del Secretario General sobre el cumplimiento de la Resolución 69/5”; es decir, del año pasado.
“2. Reitera su exhortación a todos los Estados a que se abstengan de promulgar y aplicar leyes y medidas del tipo indicado en el preámbulo de la presente Resolución, en cumplimiento de sus obligaciones de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas y Derecho Internacional, que, entre otras cosas, reafirman la libertad de comercio y navegación...”
Es decir, la Resolución reafirma que el bloqueo es una violación de la Carta de las Naciones Unidas y del derecho internacional.
“3. Insta una vez más a los Estados en los que existen y continúan aplicándose leyes y medidas de ese tipo a que, en el plazo más breve posible y de acuerdo con su ordenamiento jurídico, tomen las medidas necesarias para derogarlas o dejarlas sin efecto;
“4. Solicita al Secretario General que, en consulta con los órganos y organismos pertinentes del sistema de las Naciones Unidas, prepare un informe sobre el cumplimiento de la presente Resolución”, es decir, la que será adoptada, “a la luz de los propósitos y principios de la Carta y del derecho internacional y se lo presente en su septuagésimo primer período de sesiones”; es decir, en el año 2016.
“5. Decide incluir en el programa provisional de su septuagésimo primer período de sesiones, el tema titulado ‘Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba’.”
La República de Cuba aprecia y reconoce los planteamientos del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en el sentido de que el bloqueo debe ser levantado, su reconocimiento de que el bloqueo solo ha traído aislamiento a Estados Unidos y no cumple los objetivos por los que fue establecido.
El Presidente de Estados Unidos ha reconocido también que el bloqueo provoca daños humanitarios, es decir, daños a nuestro pueblo.
También su decisión de involucrarse en un debate con el Congreso de los Estados Unidos, con el objetivo del levantamiento del bloqueo y su declaración de que utilizará sus facultades ejecutivas para modificar su aplicación.
La realidad es que el bloqueo persiste y que las medidas que el gobierno de Estados Unidos ha adoptado hasta este minuto, solo modifican la aplicación de algunos pocos aspectos del bloqueo. Es sabido que el Presidente de los Estados Unidos conserva facultades ejecutivas que le permitirían modificar sustancialmente su aplicación.
Esperamos que sea objeto de discusión en el Debate General de la Asamblea General, es decir, en el segmento de alto nivel de la Asamblea General, donde el año pasado varias decenas de Jefes de Estado y numerosos jefes de delegaciones se refirieron al tema.
La realidad es que, hasta este momento, el bloqueo no permite a Cuba exportar ni importar libremente productos y servicios hacia o desde Estados Unidos, no permite utilizar el dólar en las transacciones financieras internacionales con terceros Estados, no permite acceder a créditos privados en Estados Unidos ni en las instituciones financieras internacionales. Sigue en vigor, hasta ahora, la prohibición de que los barcos que toquen puerto cubano atraquen en un puerto norteamericano antes de 180 días.
En estos años, incluso en el período de diálogo y conversaciones confidenciales con el gobierno de Estados Unidos, es decir, en los años 2014 y 2015, el bloqueo continuó fortaleciéndose con marcado y creciente carácter extraterritorial, en particular en el ámbito financiero, a través de la persecución de nuestras transacciones financieras internacionales y las multas extraordinarias, insólitas, impuestas a bancos fundamentalmente europeos y empresas, por sus relaciones económicas con Cuba.
Hasta abril de 2015, mediante cálculos conservadores y basados en una metodología sumamente rigurosa, que ha sido de conocimiento, incluso, de órganos de fiscalización del propio Estados Unidos, y la han reconocido como rigurosa y exacta; puedo afirmar que los daños acumulados del bloqueo en estas más de cinco décadas ascienden, según el valor del oro en el mercado internacional y, por tanto, fluctúa la cifra en relación con las fluctuaciones del oro, que en el último período ha perdido valor; asciende a 833 755 millones de dólares. Es decir, sigue moviéndose en el entorno de un millón de millones de dólares, de un billón de dólares.
A precios corrientes el bloqueo, en estas décadas, ha provocado perjuicios por 121 192 millones de dólares, lo cual es una cifra exorbitante para una economía pequeña como es la nuestra.
Pero, además de que el bloqueo provoca graves daños económicos y es el obstáculo principal para nuestro desarrollo, provoca carencias y privaciones a todas las familias cubanas, afecta a los cubanos que residen fuera de Cuba, además del hecho de que el 77% de la población cubana ha nacido y vivido toda su vida bajo los crueles efectos del bloqueo y eso no puede contabilizarse. El impacto, el daño humanitario que provoca cada día, cada hora el bloqueo norteamericano contra Cuba es extremo y no puede tampoco expresarse en cifras. El bloqueo es una violación masiva, flagrante y sistemática de los derechos humanos de todos los cubanos.
Voy a poner solo ejemplos de lo ocurrido en el último período, posterior al inicio de las conversaciones con el gobierno de Estados Unidos sobre estos temas y a los anuncios del 17 de diciembre, que llevaron al restablecimiento de relaciones diplomáticas y la reciente apertura de embajadas, con la productiva visita del señor Secretario de Estado, John Kerry a nuestro país; es decir, voy a usar ejemplos recientes.
Los hospitales cubanos encargados de la atención a pacientes oncológicos, es decir, enfermos de cáncer, disponen de equipos de braquiterapia, para cuyo normal funcionamiento se requiere el Iridium-192, son equipos indispensables para el tratamiento de enfermos de cáncer. Estos equipos fueron suministrados por la empresa ELEKTA, que es una empresa radicada y registrada en Brasil, no es norteamericana. Esta empresa recibía, a su vez, de la compañía norteamericana MALLIMCKRODT las fuentes, es decir, elementos de Iridium-192, indispensables para su funcionamiento. En el período reciente esta empresa ha informado a sus contrapartes cubanas que la empresa norteamericana, debido a las reglas del bloqueo, ha decidido dejar de suministrar dichas fuentes, porque el Departamento del Tesoro de Estados Unidos no le ha otorgado la correspondiente licencia.
Es decir, es un efecto del bloqueo y es un ejemplo de que no se ha hecho, mediante licencia, una excepción al bloqueo en este ámbito. Esta denegación ha impedido que el Instituto Nacional de Oncología y Radiocirugía y que los hospitales oncológicos de Santiago de Cuba y de Camagüey hayan podido suministrar radiaciones a miles de pacientes oncológicos con la frecuencia y en el momento requeridos. Han recibido los tratamientos, pero no de la manera requerida, lo cual constituye un acto de terrible impacto humanitario.
Hay que ser muy realista, y a mí me parece que hay que juzgar por los hechos, por los datos, no por declaraciones, no por expresiones de buena voluntad.
En el año 2014 y lo que va del 2015, la compañía alemana Bayer, al cambiar la oficina regional que atendía sus relaciones con Cuba a Estados Unidos -antes estaba en México-, no ha suministrado Lopramide-300 y Lopramide-370, que son medios de contraste para el diagnóstico y tratamiento de patologías graves. Ha solicitado, desde su nueva sede, licencias al Departamento del Tesoro, que no le han sido concedidas.
El 13 de noviembre de 2014, la Oficina de Control de Activos Extranjeros -la tristemente famosa OFAC- impuso una multa de 2 057 000 dólares a la compañía estadounidense ESCO Corporation, con sede en Portland, Oregón, porque una subsidiaria de aquella, que debería regirse por las leyes del país donde está registrada y no por las leyes norteamericanas, cuya aplicación extraterritorial es una violación del Derecho Internacional y de las normas internacionales de comercio, le impide comprar briquetas de níquel hechas con derivados de níquel cubano.
El 12 de marzo de 2015, el banco alemán -un gran banco europeo- Commerzbank fue multado con 1 710 millones de dólares, entre otras razones, por relaciones económicas con Cuba.
Antes, pero no mucho antes, sino en junio de 2014, el banco francés BNP-Paribas recibió una multa extraordinaria de una corte neoyorquina que lo sancionó a pagar 8 900 millones de dólares, lo cual no tuvo precedente en la historia de las transacciones financieras y las relaciones bancarias en el planeta.
El 11 de febrero de 2015, la subsidiaria del Banco Santander en México rechazó efectuar una pequeña transacción de 68 000 euros, no de dólares, emitida por el Banco Central de Cuba, no para adquirir algo, no para comerciar, sino para que Cuba pague su membresía al Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos.
El 25 de marzo de 2015, la OFAC impuso una multa de 7 658 000 dólares a la compañía estadounidense Pay Pal por realizar transacciones que involucraban bienes supuestamente de origen cubano o de interés nacional cubano. Estamos hablando aquí de bienes de ciudadanos cubanos, bienes de personas, incluso, que residen fuera de Cuba.
El 1ro. de junio de 2015, la compañía estadounidense SIGMA Aldrich, líder mundial en producción química y bioquímica, se negó a suministrar a la empresa cubana QUIMIMPEX productos químicos indispensables para el desarrollo de la industria. Alegó que no podía proporcionar productos, servicios, ni siquiera información técnica, por ser Cuba un país sometido al bloqueo.
El 2 de junio de 2015, la empresa estadounidense Columbiana Boiler Company, especializada en la fabricación de contenedores presurizados, es decir, contenedores a prueba de escapes, de filtraciones, contenedores seguros, se negó a suministrar a la empresa cubana QUIMIMPEX los cilindros necesarios para envasar el cloro que se emplea en la potabilización del agua del sistema de acueductos, del agua que se consume en Cuba, del agua que beben nuestros niños, que bebe la población cubana, indicando que el Departamento de Comercio no había dado la autorización correspondiente para hacerlo.
Ustedes recibirán en pocos minutos el informe del bloqueo -aquí está en varios idiomas-, pero este año es un informe breve y es un informe centrado no en el pasado, sino en los hechos ocurridos en el último año, en el período más reciente. Sobre todo, los convoco a que vean las páginas 24 y 25, que tienen numerosos ejemplos más de daño humanitario como consecuencia de la aplicación del bloqueo.
Por tanto, resulta indispensable un renovado, apegado al Derecho Internacional, respetuoso, pero enérgico reclamo de la comunidad internacional para el levantamiento incondicional, inmediato y completo del bloqueo económico, comercial y financiero que impone el gobierno de Estados Unidos contra Cuba.
El presidente Obama declaró que el bloqueo no cumple y no había cumplido ninguno de sus objetivos.
Otras veces he citado que la mejor descripción de los objetivos del bloqueo está en el memorando del 6 de abril de 1960, que solamente se desclasificó varias décadas después, que envió el subsecretario de Estado Lester Mallory que describe como posición oficial del gobierno de Estados Unidos los siguientes objetivos.
Escribió él: “La mayoría de los cubanos apoyan a Castro [...] No existe una oposición política efectiva [...] El único medio posible para hacerle perder el apoyo interno [al gobierno] es provocar el desengaño y el desaliento mediante la insatisfacción económica y la penuria [...] Hay que poner en práctica rápidamente todos los medios posibles para debilitar la vida económica [...] negándole a Cuba dinero y suministros con el fin de reducir los salarios nominales y reales, con el objetivo de provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno.”
A mí me sorprende cuando algunos voceros del Departamento de Estado declaran que lo que se ha producido ahora, a resultas del diálogo respetuoso y constructivo entre ambos gobiernos, es un cambio de métodos, pero que persisten los mismos objetivos de la vieja, obsoleta, anclada en la Guerra Fría, cruel, inhumana, violadora de los derechos humanos, política de Estados Unidos contra Cuba, que el presidente Barack Obama ha declarado su decisión de cambiar.
Podría preguntarse a esos voceros cuáles son los objetivos actuales del gobierno de Estados Unidos en relación con Cuba. Sería importante que declararan que no es el cambio de gobierno, que no es cambiar el sistema político, económico y social, que en ejercicio de la autodeterminación nuestro pueblo soberana y libremente se ha dado.
Nosotros reconocemos y apreciamos los progresos que se han alcanzado en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, el proceso que demostró que el diálogo respetuoso sobre bases de igualdad soberana es productivo, lleva a resultados, es el único camino; que demostró que Estados Unidos y Cuba, sus gobiernos, pueden aprender y es imprescindible que aprendan a vivir, a convivir con sus diferencias; que es indispensable que la relación entre ambos gobiernos sirva al interés de ambas naciones, sirva al interés de las ciudadanas y ciudadanos norteamericanos y cubanos.
Por eso nosotros planteamos con énfasis que, culminada la etapa de establecimiento y apertura de embajadas en ambos países, estamos en condiciones de entrar en el proceso hacia la normalización de relaciones bilaterales. Pero, como se ha dicho, no es posible que haya normalización de las relaciones bilaterales mientras exista el bloqueo económico, comercial y financiero contra nuestro país.
Lo que determinará el ritmo del proceso de normalización será, precisamente, el estado del levantamiento del bloqueo, las medidas que se adopten en relación con la modificación y el levantamiento del bloqueo contra Cuba, las decisiones que tome el Congreso de Estados Unidos, al que el presidente Barack Obama ha llamado a no interponerse en el interés del pueblo estadounidense.
Y lo que dirá si este proceso ha tenido sentido, y yo espero que lo tenga, será precisamente el levantamiento completo, incondicional del bloqueo.
El bloqueo es una política estrictamente unilateral y, por tanto, es una política que ha de resolverse unilateralmente. No puede esperarse que sea resultado de un proceso de negociación entre los gobiernos; no es una avenida de dos direcciones, es una avenida de una sola dirección. Así empezó, así ha sido durante cinco décadas y así ha de terminar, y ha de terminar porque es lo que conviene a los intereses de la nación estadounidense, de la Unión estadounidense, es lo que conviene al pueblo de Estados Unidos, es lo que demandan sus ciudadanos en ejercicio de sus libertades; como la libertad de viajar; en ejercicio de los derechos que se ejercen en una sociedad democrática. Como demuestran todas las encuestas, hay un apoyo ampliamente mayoritario en la sociedad estadounidense, marcadamente mayoritario en la emigración cubana, marcadamente mayoritario en la Florida, a favor del levantamiento del bloqueo.
Sin embargo, no podría subestimarse la importancia del diálogo realizado, de los avances conseguidos, de los resultados diplomáticos alcanzados y el hecho de que, como se informó, a partir de la reciente reunión de la Comisión Bilateral Cuba-Estados Unidos, que consideramos nosotros constructiva, respetuosa, que se realizó en un ambiente profesional, ha permitido no solo clarificar las posiciones de Cuba en relación con el proceso hacia la normalización de relaciones, que incluye obviamente también la devolución del territorio ocupado ilegalmente por la Base Naval de Guantánamo, la suspensión de las transmisiones de radio y televisivas hostiles contra Cuba, que son violatorias del Derecho Internacional, según las decisiones de la Unión Internacional de Telecomunicaciones; y la eliminación de los programas destinados a alterar el orden constitucional en Cuba.
Resultó muy importante el que se haya acordado en esta reunión avanzar en la cooperación médica entre Estados Unidos y Cuba en relación con terceros países, en particular en la hermana República de Haití que tanto lo merece y necesita.
Hemos acordado con el gobierno de Estados Unidos avanzar en acciones de cooperación en Haití. Conocieron ustedes que hubo algunos intercambios entre especialistas médicos cubanos y norteamericanos en ese país en días recientes, y presentaremos al gobierno de Estados Unidos una propuesta de cooperación sustancial, que tenga impacto y alcance real en el sistema de salud y en los indicadores de salud del pueblo haitiano.
Tenemos toda la disposición a cooperar con Estados Unidos, tal como hicimos en relación con el ébola, con la terrible epidemia de ébola en África Occidental. Tenemos esa disposición.
Sin embargo, hay obstáculos también que resolver. Por ejemplo, el bloqueo es omnipresente, no es una manía, es que está en los hechos. Cuando nosotros enviamos nuestras brigadas médicas para el ébola a África Occidental, en el caso de Liberia, incluso habiendo tenido contactos con el gobierno de Estados Unidos al respecto, las transferencias de la Organización Mundial de la Salud destinadas al trabajo de estas brigadas médicas fueron cortadas en instituciones bancarias de terceros países a resultas del bloqueo, y tuvo el Departamento del Tesoro que emitir una licencia especial que permitiera que los médicos cubanos, que se estaban jugando la vida, que fueron prácticamente los únicos que estuvieron atendiendo directamente, en la llamada zona roja, a los pacientes contagiados de ébola, recibieran los suministros indispensables para su trabajo.
De la misma manera, habría que esperar que el gobierno de Estados Unidos remueva otros obstáculos a la cooperación, relacionados con el robo de cerebros o actos que atentan, que dificultan, que dañan la cooperación cubana en terceros países, como es el Programa de Parole para profesionales médicos cubanos en terceros países, que tiene una clara intención política, establecido por el gobierno de W. Bush.
Hemos avanzado también en la discusión sobre temas relacionados con otros ámbitos de las relaciones bilaterales, como las compensaciones por daños humanos y económicos causados al pueblo cubano, durante todas estas cinco décadas, por las políticas anteriores al presidente Obama.
También se reiteró la disposición cubana a negociar, en un contexto común, en relación con reclamaciones norteamericanas de compensación por nacionalizaciones cubanas en los años sesenta, previstas en nuestras leyes y en las decisiones políticas, que no se ejecutaron como consecuencia del bloqueo.
También hemos avanzado en la discusión sobre aspectos referidos a marcas y a patentes, y, en particular, en mecanismos de cooperación en áreas de beneficio mutuo, como es la protección del medio ambiente, la prevención de desastres naturales, la salud, la aviación civil, la aplicación y cumplimiento de la Ley, incluyendo el enfrentamiento al tráfico de drogas, al tráfico de personas y a los delitos transnacionales.
Y, por supuesto, que hemos tenido diálogos sobre áreas donde hay muy grandes diferencias en temas políticos, pero, al mismo tiempo, aspectos en los que es posible también sostener un diálogo respetuoso, serio, orientado a resultados. Hay también ámbitos como la trata de personas, los derechos humanos, el cambio climático, el enfrentamiento a epidemias y otras amenazas a la salud mundial.
El último tema que quiero tratar es el de la campaña que se está produciendo contra la hermana República Bolivariana de Venezuela como parte de una cruzada, como parte de una campaña contra gobiernos progresistas, de izquierda, en América Latina que han avanzado en materia de reivindicaciones a sus pueblos, que han ejercido su soberanía y que están hoy bajo ataque directo de fondos especulativos, de instituciones de distinta naturaleza, de sectores de derecha desestabilizadores alentados desde el exterior, desde emporios mediáticos, desde grandes trasnacionales petroleras o de otros sectores interesadas en expoliar sus recursos naturales.
En ese contexto, deseo reiterar nuestro absoluto respaldo al gobierno de la República Bolivariana de Venezuela en su adhesión a los principios de independencia, autodeterminación de los pueblos, soberanía e igualdad jurídica de los Estados, que es lo que la Proclama de la Zona de Paz reclama para Venezuela, para Cuba y para todos.
No es posible aceptar interferencias o injerencias en los asuntos internos de Venezuela, y menos en las decisiones que adopta sobre la base de todas las garantías procesales y el debido proceso por parte de su sistema judicial, decisiones que adopta soberanamente en el marco de sus derechos y competencias soberanas.
No es posible esperar en momentos en que se discute, pese a los dobles raseros, con relación a lo que ocurre en materia de derechos humanos en otros lugares, o lo que se calla; o en relación con el enfrentamiento al terrorismo, o en relación con el enfrentamiento a la violencia, que se dé impunidad a actos de naturaleza ilegal, violenta, golpista contra el gobierno de Venezuela, gobierno constitucional elegido en una democracia que tiene récord de elecciones, en un país que cuenta con una verdadera unión cívico-militar que encabeza el presidente Nicolás Maduro Moros.
No es posible tampoco permitir, sobre la base de doble rasero, que se ignoren los derechos de las víctimas de la violencia y de los intentos golpistas.
Estos son los temas que quería tratar. Excúsenme que haya sido largo.
Moderador.- Pasamos ahora a las preguntas.
Andrea Rodríguez (AP).- Buenos días, señor.
Como usted bien dijo, el Papa saldrá de Cuba e irá a Estados Unidos y ahí tendrá la posibilidad de participar en el Congreso ante los legisladores norteamericanos.
¿Hay expectativa en el gobierno cubano de que hable frontalmente de las sanciones, del embargo, ante los congresistas y logre disuadir a los legisladores, algunos republicanos, otros demócratas, pero realmente muy muy fuertes en contra del levantamiento de estas sanciones, que el Papa tenga esta capacidad disuasoria de alguna forma?
También en este sentido ustedes acaban de presentar, usted lo acaba de hacer, el informe sobre la condena -y usó la palabra “condena”- del embargo. No es nuevo, este informe; además, tampoco tiene un carácter vinculante, o sea, los países que están ahí no tienen por qué cumplirlo. Entonces, ¿para qué en un momento en que hay un acercamiento entre Cuba y Estados Unidos usar la palabra “condena” contra el nuevo amigo, más allá de la campaña por el levantamiento de las sanciones?
Gracias.
Bruno Rodríguez.- Sí, muchas gracias.
Bueno, tú has mencionado algunas palabras como si yo las hubiera dicho, de las cuales no mencioné ninguna exactamente, porque no me referí a nada que no fuera a la presencia del Papa en Cuba.
Pero, en efecto, el vocero del Vaticano ha considerado que este es un viaje muy especial, precisamente por iniciarse en Cuba y concluir en Estados Unidos.
Nosotros escuchamos con admiración y respeto, seguimos los pronunciamientos de Su Santidad en relación con numerosos temas internacionales, en relación con el orden internacional, en relación con la justicia, en relación con la manera en que deben convivir y tratarse unas naciones y otras, en relación con el papel de los Estados y de los gobiernos.
La pregunta es algo hipotética, pero puedo decir que escucharemos al Papa con suma atención en su visita a nuestro país, escucharemos sin duda todo lo que tenga que decir en Estados Unidos, tal como hacemos sistemáticamente, y lo haremos con profundo respeto, sabiendo que el Santo Padre tiene una extraordinaria autoridad, no solo religiosa, sino también ética a escala mundial.
La Resolución de Cuba contra el bloqueo, que adopta la Asamblea General con 188 votos a favor, refleja la realidad de la existencia del bloqueo. En la medida en que la realidad del bloqueo se modifique, podrá pensarse en que la comunidad internacional, la Asamblea General se pronuncie de otra manera.
Reitero nuestra disposición al diálogo productivo, serio, respetuoso con el gobierno de Estados Unidos para tratar todos los temas pendientes entre nuestros países.
He expresado nuestro aprecio y reconocimiento a la posición que ha asumido el presidente Barack Obama en relación con el bloqueo, pero considero natural que la comunidad internacional se pronuncie, como ha hecho en el pasado, en relación con el estado de la aplicación del bloqueo contra Cuba.
Esta Resolución reconoce estos aspectos positivos relacionados con los avances que se han dado en las relaciones, en particular diplomáticas, entre Estados Unidos y Cuba y el pronunciamiento, que concita esperanza y reconocimiento a escala mundial, del presidente Barack Obama de su disposición a levantar el bloqueo y a involucrarse en un debate con el Congreso para hacerlo.
Es una Resolución que menciona a Estados Unidos solamente en la frase que dice: “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba”, de manera que, como en el pasado, es una resolución muy respetuosa, muy cuidadosa. Y cuando en su texto menciona únicamente al gobierno de Estados Unidos es para reconocer los resultados del diálogo y la disposición del presidente Barack Obama, que Cuba aprecia.
Laura Bécquer (Granma).- Quisiéramos saber el impacto que han tenido las medidas ejecutivas tomadas por Obama respecto al bloqueo, si se puede hablar de una reducción del alcance de esta política en otras esferas que no sea la financiera.
Muchas gracias.
Bruno Rodríguez.- Nosotros apreciamos que el presidente Barack Obama haya tomado decisiones ejecutivas que modifican algunos aspectos de las relaciones bilaterales; pero no podría decirse, con apego a los hechos, que se haya modificado la aplicación del bloqueo. Las medidas que él ha tomado van en la dirección correcta, son medidas positivas, pero extremadamente limitadas, no solo desde el punto de vista bilateral, sino desde el punto de vista también de la opinión de la sociedad estadounidense.
En el sector de telecomunicaciones se han adoptado algunas decisiones de carácter ejecutivo. Lamentablemente, algunos voceros norteamericanos pregonan que con fines políticos, pero hay que decir que serán asumidas por nuestro país también dentro de la política de informatización de la sociedad cubana, adoptada por el Parlamento cubano que es bien conocida y dentro del programa Conéctate 2020 de la Unión Internacional de Telecomunicaciones; pero habría que decir que será, obviamente, sobre la base de nuestras prioridades nacionales; pero, al mismo tiempo, lo que se ha hecho en este sector demuestra lo mucho que podría hacerse en otros.
Soledad Álvarez (EFE).- Buenos días, Ministro.
Un par de cuestiones: Usted ha mencionado en su intervención el apoyo, la contribución que ha tenido el Papa Francisco en el proceso de diálogo entre Cuba y Estados Unidos. A mí me gustaría conocer su opinión sobre qué papel puede seguir teniendo el Pontífice en el tránsito hacia la normalización plena de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.
Por otra parte, también usted ha mencionado que el asunto del bloqueo es una política unilateral, que se debe resolver con una decisión unilateral de Estados Unidos. ¿Debemos entender entonces que Cuba no va a cambiar su estrategia hacia el bloqueo? ¿Va a esperar simplemente a que se produzca esa decisión unilateral de Estados Unidos?
Muchas gracias.
Bruno Rodríguez.- Cuba expresó reconocimiento y apoyo, el presidente Raúl Castro Ruz así lo hizo desde el primer momento, y lo ha reiterado, al apoyo del Papa Francisco al proceso de diálogo entre los gobiernos de Estados Unidos y Cuba. El Papa tiene una inmensa autoridad moral en todo el planeta, en Cuba y en Estados Unidos. Al mismo tiempo, el Papa se ha referido también a estos asuntos. Puedo decir que nosotros nos sentimos muy agradecidos y reconocidos por el papel que ha desempeñado en este proceso y estoy seguro de que su aliento al progreso en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba será fundamental para los pueblos de ambas orillas del Estrecho de la Florida.
En relación con la estrategia del bloqueo, nuestro pueblo trabaja intensa y activamente para desarrollar nuestra economía. De hecho ha habido resultados alentadores en medio de las muchas dificultades que tenemos y, a pesar de que los resultados económicos todavía no se reflejan en el consumo de la población, es decir, directamente en el nivel de vida o de consumo de las familias cubanas; pero el hecho de que nuestro pueblo haya construido una economía como la que tiene, que es sustento de políticas sociales de las más avanzadas del mundo, que haya dado el cambio histórico de pasar de ser un exportador de azúcar a ser el primer exportador mundial de servicios médicos, asociado a una importante exportación de productos de alta tecnología en el ámbito de la biotecnología y la ingeniería genética; el hecho de que se haya convertido en una economía de servicios, en que su segundo sector de ingresos más importante sea el turismo, implica que nuestro Estado, nuestro pueblo, nuestro gobierno trabajan activamente y han sobrepasado el bloqueo.
El bloqueo hace mucho daño en el terreno económico y hace mucho daño en materia de privaciones y carencias, pero, como ha dicho el propio Presidente de Estados Unidos, el bloqueo no ha funcionado, no ha cumplido ningún objetivo; no logró asfixiar a Cuba en los primeros años de la Revolución, no logró asfixiar a Cuba después del derrumbe de la Unión Soviética y los países socialistas, y la economía cubana está ahí.
En segundo lugar, la comunidad internacional se ha expresado crecientemente en apoyo a Cuba en relación con este tema, y Cuba cuenta hoy con relaciones económicas amplias y diversas, aunque están afectadas por la aplicación extraterritorial de las leyes norteamericanas.
El bloqueo a Cuba no solo hace mucho daño por la falta de relaciones económicas con esta, que es una gigantesca y la principal economía del mundo y del hemisferio, sino también porque impide, dificulta las relaciones económicas de Cuba con terceros países, especialmente en el ámbito financiero. De manera que nadie está cruzado de brazos, todos los días nosotros trabajamos activamente por sobrepasar el bloqueo, todos los días sentimos la compañía de numerosos gobiernos, parlamentos, personalidades, de representantes, sectores, organizaciones, compañías, ciudadanos estadounidenses que todos los días se oponen al bloqueo.
Eso es lo que nos ha traído hasta aquí, la capacidad no solo de haber resistido, sino de haber avanzado y de seguir avanzando. Está claro que el bloqueo contra Cuba no va a provocar un colapso de la economía cubana, ni va a provocar, muchísimo menos, que Cuba abandone su camino soberano.
A lo que me refería específicamente es a que el bloqueo, como es unilateral, debe ser unilateralmente levantado. Cuba no tiene ninguna medida de bloqueo contra Estados Unidos, Cuba no discrimina las compañías norteamericanas, las invita al comercio y a la inversión en Cuba. Cuba no discrimina ni sanciona a los turistas norteamericanos, al contrario, los invita a visitar nuestro país, donde reciben cálida hospitalidad igual que los turistas del resto del mundo. De manera que el cese de esas medidas tiene que ser adoptada por decisión del gobierno de Estados Unidos y no puede ser, en modo alguno, resultado de negociación.
Como se ha dicho, Cuba no va a hacer cambios internos ni va a poner sobre la mesa de negociación asuntos que son de la exclusiva soberanía del pueblo cubano, por la que ha luchado desde 1868, por la que ha corrido los mayores riesgos, y es una soberanía que ha sido defendida, una soberanía conquistada y una soberanía que es efectiva para que la nación avance hacia sus objetivos de desarrollo.
Carlos Batista (France Presse).- Buenos días, Ministro.
Tengo dos preguntas:
En cuanto a la visita del presidente Raúl Castro a Naciones Unidas, tengo entendido que el presidente Obama también hablará el día 28 ante la Asamblea General. ¿Podemos esperar un segundo encuentro entre los dos Presidentes en el marco de las Naciones Unidas?
Y en cuanto a la Resolución cubana contra el bloqueo, algunos analistas piensan que por la misma posición del presidente Obama que usted ha citado, Estados Unidos podría variar su votación en cuanto a la Resolución, a favor o sencillamente abstenerse. ¿Cómo consideraría Cuba un cambio de votación sobre la Resolución?
Muchas gracias.
Bruno Rodríguez.- El presidente Barack Obama y el presidente Raúl Castro evidentemente coincidirán en varios eventos, según los programas que se han hecho públicos de la Cumbre de la Agenda de Desarrollo Post 2015 y del Debate General. Es tradicional el discurso del presidente Obama, después del discurso de la Presidenta de Brasil, en la sesión inicial del debate de alto nivel en la Asamblea General. De manera que supongo que habrá interacciones entre los Presidentes, pero puedo decir que no está fijada una reunión entre ellos.
En relación con el eventual voto de Estados Unidos en relación con esta Resolución, es una decisión que compete, por supuesto, al Departamento de Estado, al gobierno de Estados Unidos. Es hipotética la pregunta: Podría usted preguntarle a los representantes de Estados Unidos. Yo voy a esperar al día 27 de octubre, por supuesto, a ver qué va a ocurrir.
¿Alguna otra pregunta?
Moderador.- Bueno, una última pregunta, Cristina.
Cristina Escobar (Sistema Informativo de la Televisión Cubana).- Buenos días, Canciller.
Independientemente de que se ha afirmado que las medidas que se tomaron después del 17 de diciembre por parte del Presidente Obama, por el gobierno de Estados Unidos, y luego aprobadas por el Departamento del Tesoro, ¿todas las que dijo el presidente Obama se están aplicando efectivamente, o las legislaciones del bloqueo están entorpeciendo de alguna manera?, eso por un lado.
Por otro lado, se ha dicho, el Gobierno cubano y la Cancillería han dicho varias veces que el presidente Obama tiene más facultades ejecutivas para hacer más con respecto a las modificaciones y las posibilidades de dar licencias a empresas y, por ejemplo, temas que pueden resolver muchas de las cosas que se denuncian en este informe del bloqueo, ¿cuáles son esas prerrogativas que todavía le quedan a Obama que no está utilizando y que pudiera utilizar para avanzar más en este proceso de modificar el bloqueo en algún sentido y avanzar hacia la normalización?
Bruno Rodríguez.- Sí, gracias.
Se ha iniciado la aplicación de las decisiones ejecutivas que adoptó ya el presidente Obama, que fueron después objeto de regulaciones sucesivas de los distintos departamentos, es decir, distintos ministerios del gobierno de Estados Unidos. Han transcurrido pocos meses, prácticamente un semestre desde el anuncio de dichas medidas. Según unas u otras, hay niveles de aplicación distintos. Lo fundamental es que esas medidas están orientadas en una dirección positiva que nosotros apreciamos, pero tienen un alcance extremadamente limitado.
Por supuesto que las relaciones entre dos Estados, entre dos naciones están sujetas a sinergias, a interacciones en que no es posible separar estrictamente unas áreas de otras, unos ámbitos de otros. Por eso es que he planteado que la existencia del bloqueo lo afecta todo; es decir, es una realidad presente, que afecta, incluso, la aplicación de las medidas que se toman porque, por ejemplo, si usted permite que haya algunas operaciones mínimas de compras o de ventas dirigidas a un sector específico de la sociedad cubana, es complejo, porque el comercio generalmente a escala mundial se hace entre compañías que se involucran en las exportaciones y las importaciones; es decir, un pequeño productor de miel de abeja usualmente no exporta a un tercer país miel de abeja, ni un país, generalmente, exporta determinados insumos o materiales de trabajo directamente a un pequeño productor de miel de abeja en el país de al lado; es decir, son transacciones que se realizan a nivel de compañías comerciales.
De otra parte, no puede obviarse la situación de la economía cubana en su conjunto, y el hecho de que no haya un comercio bidireccional, de que no haya créditos privados, etcétera, dificulta, por supuesto, el conjunto de las relaciones económicas, aunque pueda aplicarse alguna excepción limitada. Pero yo siento que esas medidas fueron positivas en la dirección correcta, aunque no tengan el alcance necesario.
Por supuesto, como he dicho, el presidente Obama conserva facultades ejecutivas, a lo que me he referido anteriormente.
Moderador.- Bueno, agradeciéndoles nuevamente a todos, damos por concluida la conferencia de prensa.
Muchas gracias.
Bruno Rodríguez.- Muchas gracias.