Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Mi historia es un poco rara

La división entre amor y pasión es todo un reto a enfrentar

Autor:

Mariela Rodríguez Méndez

C.A.: Mi historia es un poco rara. Hace poco perdí la virginidad con mi novia. La amo mucho, pero conocí a un chico muy atractivo. Siento un terrible deseo por él, pero a la vez, amo mucho a mi novia. No sé qué hacer. Creo que soy bisexual. Por favor, ayúdenme, no sé qué hacer. Ya nos hemos besado el chico y yo.

Ya has sabido qué hacer. Comenzaste a darle riendas a ese deseo que el muchacho te inspira; a pesar de amar a tu novia. Irás ganando experiencia con ella y él hasta saber cómo quieres encauzar tu vida.

No refieres atracción erótica por ella, ni amor por él. Esta división entre amor y pasión suele presentarse entre los hombres más que en las mujeres, quienes también pueden experimentarla. No son pocos los que terminan eligiendo siempre a dos en paralelo.

Es todo un reto poder hacer de una persona objeto de amor y goce sexual. Para ello la persona en tanto amada, no debe quedar en un lugar tan sublime; así como en tanto deseada, no debe quedar en un lugar tan degradado, oculto, y al margen de los ideales.

Queda ingeniarse el modo de vivir  perdiendo un poco, o dicho de otro modo, aceptando lo que falta en cualquier vínculo que incluya amor y placer en la misma persona.

Como ves, no solo es cuestión de elegir si prefieres a hombres o mujeres para el vínculo amoroso; sino que además se trata de encontrar maneras de amar y desear a una misma persona. Tendrás tiempo de saber qué prefieres y cómo te las arreglas con las dificultades propias de la vida amorosa.

Sin embargo, debes advertir que tales dificultades pueden asociarse a otras problemáticas de nuestra subjetividad que nos limitan. A veces se siente culpa de gozar abiertamente de la persona amada, creándonos barreras fantasmáticas. Otras, no nos permitimos amar lo que está prohibido o mal visto y solo con alguien así nos sentimos libres para el goce.

De mantenerse esta división, sin poder tomar una decisión con la cual logres reconciliarte, consulta a un sicólogo que pueda ayudarte a sondear aquello que te limita.

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