S. E.: Al cabo de tres o cuatro años mis relaciones acaban. Cuando tenía 17, fui sometida a una operación por la cual no puedo tener hijos. Por suerte mis parejas han comprendido, aunque siempre me cuesta mucho iniciar esa conversación. Me golpeó el embarazo de la muchacha actual de mi último novio. Ahora estoy relacionándome con quien es lo que estaba buscando, pero desde el primer día dijo estar loco por un bebé y que quería que yo le regalara ese placer. Le seguí la corriente, pero imagínese cómo me puse. No quiero herir sus sentimientos. No hemos tenido sexo, pero pasará en cualquier momento. Necesito saber si decírselo o simplemente retirarme para que pueda tener a su bebé. Siento que perderé una linda relación. Tengo 26 años.
Perderás una relación sin futuro o construirás otra linda en correspondencia con lo que sí puedes. No se trata solo de sus sentimientos. Tú también debes determinar si quieres volver a involucrarte con alguien temiendo que la relación terminará cuando quiera tener hijos. Necesitas saber la postura de él respecto a tu imposibilidad de concebir un hijo a través de un embarazo.
La adopción es un proceso necesario con todo hijo, venga o no del vientre de la madre. Maternidad y paternidad implican un lazo donde ambos se disponen a reconocer, educar y amar a un ser que se formará junto a ellos y no por eso será copia fiel de sus expectativas. Ser madre o padre no implica solo el acto biológico de la gestación; es sobre todo una construcción subjetiva particular con un recién llegado que decidimos acoger como nuestro hijo con todas las significaciones personales y sociales imaginables.
La adopción puede o no ser tu opción. Solo insisto en el hecho de que los obstáculos estimulan la creación de nuevos horizontes. ¿Estás dispuesta?
Mariela Rodríguez Méndez, máster en Psicología Clínica y psicoanalista