A.G.: Hace un año que tengo una relación estable. Últimamente tenemos muchas peleas. Por todo se pone bravo y cada vez que intenta decirme algo actúo de manera agresiva, como para defenderme de esta situación. Me hace pensar cada vez más en mi pasado y hacer que quiera volver con mi novio anterior. Estoy confundida. Me gusta el actual, pero no puedo seguir con esto.
No pareces estar tan confundida respecto a lo que sientes, como en lo referente al modo de afrontarlo. Según tus propias palabras, tu novio actual te gusta, pero no puedes seguir, al menos no pensando en volver con el anterior.
La separación con el otro no concluyó, algo quedó abierto, inconcluso. Quizá debas enfrentarte a eso y evaluar en verdad qué te sucede con aquel. No solo porque es preciso saber si es posible recuperar la relación, sino también porque alguna manera de satisfacción encontraste allí que te falta ahora.
De ser así, lo interesante sería reconocer qué es aquello que en verdad extrañas, recuerdas, anhelas. Eso te es muy personal y puede advertirte de lo que requieres para amar, de lo que no debes soslayar al decidir formar una pareja.
Los recuerdos recurrentes son importantes, porque encarnan aquello que deseamos, que guarda una relación entrañable con nosotros mismos.
Ser fieles al deseo que nos habita resulta posible si atendemos a nuestras fantasías, recuerdos, sueños, equívocos e incluso dificultades recurrentes como señales de aquel. Nadie está condenado a discutir o defenderse eternamente. Se pueden elegir maneras más placenteras de vivir.
Mariela Rodríguez Méndez, máster en Psicología Clínica, consejera en ITS y VIH/sida y psicoanalista
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