Como en un embarazo normal, los síntomas de un ectópico se experimentan a pocas semanas de la fecundación, pero si la gestante demora en acudir al servicio ginecológico, el tejido que crece fuera de lugar puede provocarle hemorragias potencialmente fatales
Más vale una palabra a tiempo que cien a destiempo.
Miguel de Cervantes
Cuando un óvulo fecundado o cigoto se implanta fuera de la cavidad principal del útero, estamos en presencia de un embarazo ectópico. Si ocurre en una de las trompas de Falopio se denomina embarazo tubárico, pero también puede darse en otras locaciones, como los ovarios, la cavidad abdominal o el cuello uterino.
En ningún caso el embrión tiene posibilidades de sobrevivir, por lo que no cabe discusión médica o ética en cuanto a la pertinencia de una interrupción, único procedimiento que puede salvar la vida de la mujer y proteger sus órganos para futuras gestaciones.
Si la gestante demora en acudir al servicio ginecológico, ese tejido que crece fuera de lugar puede provocarle hemorragias potencialmente fatales. Según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información de Cuba (ONEI), los embarazos ectópicos produjeron unas cuatro muertes maternas por cada 100 000 nacidos vivos entre 2006 y 2011, y es muy difícil estimar las mujeres que quedaron con daños severos en su sistema reproductor.
Como en un embarazo normal, los síntomas de un ectópico se experimentan a pocas semanas de la fecundación: falta de período menstrual, sensibilidad en las mamas, náuseas… El diagnóstico clínico se dificulta porque el útero no está ocupado al tacto y puede haber un sangrado vaginal leve.
El crecimiento del cigoto causa la ruptura de la trompa u ovario que lo hospeda y un sangrado intenso en el interior del abdomen. Las señales de alarma comienzan con dolor en la pelvis y/o abdominal. Si la hemorragia es abundante, presiona nervios importantes y las molestias se perciben hasta en un hombro o el cuello. Luego se dan episodios de aturdimiento extremo, desmayos, dolor abdominal intenso y shock, pero no tiene sentido esperar tanto si se sabe que es un fenómeno potencialmente fatal.
Según la enciclopedia médica Medlineplus, el embarazo tubárico es el más frecuente de los ectópicos en el mundo porque muchas veces esas estructuras están inflamadas o tienen una malformación que dificultan al óvulo continuar su recorrido hacia el útero, pero no impide que los espermatozoides lleguen a él.
Los desequilibrios hormonales, los abortos anteriores a repetición, el desarrollo anormal del cigoto y haber vivido un ectópico aumentan el riesgo de ocurrencia, por lo que cada embarazo debe ser planificado y vigilado con atención.
Otros factores a considerar son el hábito de fumar y las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS), en especial la gonorrea y la clamidia, que inflaman las trompas y órganos cercanos. Algunas investigaciones indican que las mujeres en proceso de fertilización asistida, las que se someten a cirugía para corregir las trompas y las que optan por la ligadura para evitar nuevos embarazos tienen más probabilidad de esperar un embarazo ectópico.
La perspectiva de quedar embarazada mientras se usa un dispositivo intrauterino (DIU) es muy baja, pero si ocurre, es probable que sea fuera del útero.
No hay manera de evitar un embarazo ectópico, pero algunas medidas disminuyen los factores de riesgo, como limitar el número de parejas sexuales y usar siempre preservativo para ayudar a prevenir las ITS y reducir las enfermedades pélvicas inflamatorias.
Si tienes planes de embarazarte, deja de fumar antes de intentarlo, revisa el estado de tus órganos reproductivos y mantén al alcance algún kit de diagnóstico de embarazo para salir de dudas a tiempo.
En caso de dolor o sangrado sospechoso, se impone una rápida asistencia al servicio de emergencia. El examen pélvico es imprescindible para identificar áreas de dolor, sensibilidad y abultamiento de trompa u ovario, y las técnicas imagenológicas como el ultrasonido ayudan a un diagnóstico mucho más preciso.
De cualquier modo, se necesita una respuesta quirúrgica, así que no tiene sentido dilatar el viaje porque no va a solucionarse por sí solo, como a veces ocurre con los abortos espontáneos.