Con más de seis años de experiencia en Isla de la Juventud, la Unión de Informáticos de Cuba todavía tiene mucho por hacer en este territorio
NUEVA GERONA, Isla de la Juventud.— El Consejo Asesor del Grupo de Informatización y Ciberseguridad y el Grupo de Gestión de la Unión de Informáticos de Cuba (UIC) en este municipio Especial llevan más de seis años acompañando con éxito procesos de transformación digital en este territorio.
Juan Manuel Figueredo Baños, presidente de la UIC en el territorio, dialogó con JR sobre ese empeño, logros, perspectivas y limitaciones.
—¿Cuáles son los principales resultados de la participación de la UIC en ese proceso de transformación digital?
—Primero te diré que esos resultados son posibles gracias a la integración de un grupo con diversos saberes vinculados a las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) con el fin de contribuir al bienestar ciudadano.
«Se destaca la implementación de buenas prácticas que favorecen encadenamientos y la articulación entre distintos actores sociales como la academia, el Gobierno, la empresa, los nuevos actores económicos y la sociedad civil, escenarios que nos permiten aprovechar mejor la infraestructura existente y el capital humano y tributan al fortalecimiento del posicionamiento en la gestión de contenidos.
«Dentro de estas nuevas prácticas se encuentran: Relevo TIC, Desayunos Tecnológicos con la UIC, Viernes TIC, Sábado del Software, el Día de las Niñas en las TIC, el Día de Internet Segura y el Global Game Jam, entre otras. También la puesta en marcha de nuestro Centro de Capacitación para personas naturales y jurídicas mediante cursos que van desde el necesario abordaje de temas de ciberseguridad y el desarrollo de videojuegos hasta la interoperabilidad en sistemas de información».
—¿Cuáles son las limitaciones en ese empeño?
—No contar con una sede, un espacio físico que nos permita introducir otras nuevas y buenas prácticas, como los laboratorios de innovación ciudadana, además de un área para reunirnos, debatir temas de interés y nuclear a nuestras fuerzas de modo profesional.
«Por otro lado, hemos constatado algunas contradicciones que son el resultado de todo proceso de renovación, y que necesitan fundamentalmente un cambio de mentalidad por parte de diversos actores de la sociedad pinera, quienes aún requieren superación en el terreno de la economía digital, la cual consideramos clave en este proceso: una alternativa viable para minimizar el impacto del envejecimiento de la población y desatar las fuerzas productivas en estos tiempos de escasez.
«Se impone pensar a Cuba como país bloqueado y asediado permanentemente por la potencia hegemónica más poderosa conocida por la humanidad, que no escatima esfuerzos y medidas para subvertir el orden interno de esta nación, y por otra parte hay que considerar los embates de la COVID-19. Por eso “cambiar todo lo que debe ser cambiado” es palabra de orden. Al final todos ganaremos con la aplicación ordenada y masiva de las TIC».
—¿Cómo consideras que la UIC aporta al desarrollo local?
—En todo proceso de adquisición o transferencia de tecnologías se distinguen dos momentos importantes: uno es aprender a utilizar estas tecnologías, y el otro usarlas para aprender en otras áreas. En este sentido, contamos con nuestro Centro de Capacitación para educar a la ciudadanía en diversos temas que le permitan de forma segura acceder a las facilidades digitales que existen a nivel territorial.
«También tenemos identificados proyectos de nuestros miembros que tributan a la formación de una isla próspera y sostenible, como el Phaser Editor: un IDE para desarrollar videojuegos para la web; la transformación digital de procesos vinculados a la dirección de Vivienda en el territorio, y el Conozca la Isla de los Tesoros, único proyecto pinero aprobado dentro del Programa Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, denominado Informatización de la Sociedad, que rectora el Ministerio de Comunicaciones, pero que no pudo contar con financiamiento luego de su convocatoria en 2017 por la afectación que sufrieron las provincias orientales tras el paso de varios fenómenos meteorológicos.
«Todas estas iniciativas para el desarrollo local que nacen desde nuestro movimiento potencian en los ciudadanos de Isla de la Juventud el uso de las TIC a través de procesos educacionales, turísticos y culturales, y pueden garantizar un amplio acceso al conocimiento sobre elementos que conforman nuestra identidad pinera».
—¿Cómo se aprovecha o desaprovecha el potencial de expertos de la UIC para una gestión eficiente del Gobierno local?
—Hemos tenido la oportunidad de acompañar la gobernanza a nivel territorial en estos seis años, en el estudio de las principales necesidades de transformación digital en instituciones pineras como la Dirección Municipal de Vivienda, la de Planificación Física y la de Logística de la Agricultura, y estamos insertados en varias tribunas donde se analizan, se revisan y se da seguimiento a las acciones vinculadas a la Estrategia de Informatización Municipal.
«Sin embargo, aun cuando estamos encadenados tenemos reservas en el orden de la superación profesional continua, pues considero que se pudiera aprovechar más nuestro Centro de Capacitación, puesto que hay una realidad a nivel de país de la cual no escapa la gobernanza territorial, y es que existen bajos niveles de percepción de riesgo de la ciudadanía (personas naturales y jurídicas) en sus interacciones con las TIC. Tampoco se logra posicionar el Portal del Ciudadano como el necesario instrumento que acerca la gobernanza a su ciudadanía».
—¿Cuánto más puede hacerse entonces?
—Es necesario dar una mirada más aguda a este fenómeno denominado trasformación digital mediante el surgimiento de una nueva tribuna donde estén debidamente articulados con suficiente coherencia la academia, la empresa, el Gobierno, los nuevos actores económicos (TCP, mipymes), los medios de comunicación y la sociedad civil, con un enfoque centrado en el bienestar ciudadano y con el firme propósito de diseñar una estrategia que se convierta en nuestra agenda de trabajo.
«En ese orden se precisa aunar esfuerzos y voluntades, y la capacidad para llevar este proceso tan lejos como sea posible con el afán de convertirnos en una isla digital. La única limitación sería no aprovechar nuestra creatividad y nuestras capacidades tecnológicas con esa inteligencia colectiva».
—¿Cuáles son los beneficios para la población de contar en el territorio con una gestión digital eficiente?
—Una gestión digital eficiente significaría una mejora visible en la calidad de vida de la ciudadanía pinera, y por ende de sus entornos laborales y de todo tipo, puesto que influiría de forma positiva en todos los aspectos de su vida cotidiana, favorecería la toma de decisiones en temas bien sensibles como la salud, la alimentación y el acceso a medios de transportación y de entretenimiento… por tan solo citar algunos ejemplos. Cualquier trámite que pueda ser realizado en tiempo real y obtener una respuesta casi inmediata tributa al bienestar ciudadano.
«Lo anterior se traduce en que se ayudaría a aliviar las colas en los bancos y cajeros y mejoraría la concepción y salud del teletrabajo, entre otros temas no menos importantes, como la firma digital».
En sentido general, Figueredo Baños considera que, aunque el momento es ideal para desatar creatividad, talento e iniciativas asociadas al uso de las TIC, urge consolidar el movimiento desde la base y continuar nucleando en la UIC nuevos saberes que favorezcan su presencia en todas las esferas de la sociedad pinera. También está consciente de que la transformación digital es una herramienta para el desarrollo político, económico, social y cultural del país, y «por eso debemos asumir nuestro trabajo con audacia revolucionaria», aseveró a este diario.