Próximo a cumplir 40 años de creado, este 9 de marzo, el Instec se precia de su aporte al desarrollo de la Medicina Nuclear en el país, en especial el diagnóstico y la radioterapia para el Programa Nacional de Cáncer
En el Instituto Superior de Tecnologías y Ciencias Aplicadas (Instec) es práctica común hacer confluir la vastedad de conocimientos de profesores veteranos y la pasión de las nuevas generaciones de estudiantes hacia la programación y otras habilidades informáticas, para explorar recursos de probaba utilidad en áreas esenciales como la Salud, la producción agrícola y el cuidado del medio ambiente.
Próximo a cumplir 40 años de creado, este 9 de marzo, el Instec se precia de su aporte al desarrollo de la Medicina Nuclear en el país, en especial el diagnóstico y la radioterapia para el Programa Nacional de Cáncer, destacó a Juventud Rebelde el Doctor en Ciencias Físicas Abel Fundora Cruz, decano de esta institución adscrita a la Universidad de La Habana.
Varios proyectos de colaboración con otras facultades de la Universidad de La Habana e instituciones científicas cubanas y foráneas se mantienen en la agenda de trabajo del Instec, a pesar de las limitaciones impuestas por la pandemia a la docencia y la investigación.
Utilizando la virtualidad como principal plataforma de desarrollo, sus estudiantes dedican sus tesis de grado y proyectos de maestrías y doctorados a mantener la vitalidad de investigaciones con vistas a su aplicación a corto plazo.
Un ejemplo ha sido la combinación de modelos para predecir variables agrometeorológicas a nivel local en las retadoras condiciones del cambio climático, lo cual ayudaría a empresas y pequeños agricultores a tomar decisiones eficientes con respaldo científico, destacó el profesor Germán Rojas Lorenzo, Doctor en Ciencias Físicas.
En cuanto a la protección de la naturaleza en nuestro Archipiélago, destaca el estudio sobre el impacto de la calidad del ambiente en la salud de tortugas juveniles de la familia Chelonia Mydas, especialmente en la cayería norte de Villa Clara.
Otro proyecto que ya se aplica en varias instalaciones hospitalarias de la capital y de Holguín es un método integral de evaluación de la seguridad en Medicina Nuclear, a partir de metodologías y bases de datos que facilitan la aplicación de los análisis de riesgo a la optimización de la seguridad y la calidad en prácticas médicas con radiaciones ionizantes.
También se trabaja en una integración de métodos para la caracterización de recursos termales cubanos, valiosos como terapia natural alternativa; la modelación molecular de potenciales radiofármacos y los estudios físico-químicos de sistemas moleculares y agregados con interés energético y para la salud y el medio ambiente.
Otra curiosa aspiración es la modelación biofísica del ojo humano, ya que en el país no se cuenta actualmente con un modelo computacional que permita conocer el comportamiento de ese órgano ante determinados procederes quirúrgicos u otros estímulos externos, por lo que esta será una herramienta de gran utilidad para la práctica de la Oftalmología.
El Instec representa a Cuba en la Modelación computacional de Reactores Nucleares de Generación III+ y Generación IV, un esfuerzo internacional encaminado a estudiar la viabilidad y las capacidades de rendimiento de esas instalaciones, en las cuales se cifran importantes esperanzas para un futuro sostenible de la Energía Nuclear en el planeta, y se trabaja en modelos teóricos aplicables a las colisiones hadrónicas (a nivel de partículas subatómicas), tema de gran actualidad e importancia internacional en la Física de las Altas Energías.
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