Política a favor de los escualos y de sus primos rayiformes sigue recomendaciones de la FAO y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza
El Plan de acción nacional para la conservación y manejo sostenible de tiburones y rayas fue aprobado el pasado enero por la titular del Ministerio de la Industria Alimentaria (Minal), organismo de la Administración Central del Estado que rige el ordenamiento y administración de los recursos acuáticos tanto marítimos como terrestres del país.
La estrategia de preservación y uso, contenida en la resolución No. 25 de 2015 de ese Ministerio, toma en cuenta las recomendaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).
Disponible en la Gaceta Oficial No. 9 Ordinaria del 10 de marzo, la normativa consigna la necesidad de establecer medidas de manejo para un empleo sostenible de estas especies, en correspondencia con los principios planteados por el Código de conducta para la pesca responsable (en www.gacetaoficial.cu).
La iniciativa a favor de los escualos y de sus primos rayiformes estableció un grupo de acciones encaminadas a la ordenación de su pesca, algunas de las cuales ya se han cumplido y otras deben concluirse este año o el próximo.
Según consigna en anexo la Resolución 25/2015 del Minal, entre las decisiones está, por ejemplo, la implementación de un sistema para la colecta de datos biológico-pesqueros por especies, para lo cual se elaboraron guías prácticas para la identificación de ejemplares, a fin de confeccionar un Manual de identificación de las especies de tiburones y rayas de importancia comercial en el país.
También se hizo un levantamiento de flotas en el sector estatal y privado que capturan estos peces de manera dirigida o como fauna acompañante con el propósito de recabar información sobre «el esfuerzo pesquero» que se ejerce sobre ellos.
Otras tareas fueron el estudio de selectividad de artes de pesca para disminuir la captura incidental de tiburones y rayas e implementar las artes más adecuadas para reducirlas; y estudios de migraciones y patrones de movimientos para conocer las regularidades en su distribución en las áreas marinas.
El Plan de acción cubano para la conservación y manejo sostenible de tiburones y rayas puede catalogarse como el resultado de un trabajo científico de alto nivel.
Participan en el mismo, entre otras entidades, el Centro de Investigaciones Marinas, el Centro de Investigaciones Pesqueras, la Dirección de Regulaciones Pesqueras y Ciencias del Minal, y biólogos de las unidades empresariales de base (UEB).
El Plan de acción nacional para la conservación y manejo sostenible de tiburones y rayas estableció incorporar al Proyecto de investigaciones pesqueras el estudio relacionado con estas especies.
Entre las tareas que se deben cumplir para este objetivo se incluyó la confección e implementación de un procedimiento para la clasificación por sexo, talla y grado de madurez de las especies que sustentan las pesquerías de tiburones durante la recepción de los ejemplares capturados, y el llenado de planillas con la información biológica para la identificación de sus hábitats esenciales y áreas de crianza y reproducción.
Ambas misiones, que ya debieron ser concluidas según el cronograma del Minal, correspondieron al Centro de Investigaciones Pesqueras, en calidad de responsable, y a biólogos de empresas y a la Dirección de Regulaciones Pesqueras, como participantes.
Además de otras acciones, la Dirección de Desarrollo del Ministerio del Turismo se responsabilizó —según se consigna en la Resolución No. 25/2015 de la Ministra del Minal— de las encuestas para evaluar la importancia del recurso tiburón como potencial ecoturístico.
Otras medidas a favor de la preservación y uso sostenible de escualos y rayiformes son la prohibición del aleteo (cortar las aletas y desechar el resto del cuerpo), instaurar tallas mínimas de captura, evaluar y proponer áreas de conservación, y reglamentar el uso de artes de pesca selectivos.
El Plan persigue también controlar el cumplimiento de los compromisos internacionales relacionados con tiburones y rayas y, como resultado, realizar un manejo y uso sostenible de estas poblaciones de peces que tienen un impacto regional.
Los lineamientos del Minal también contienen un programa de capacitación del personal que de una u otra forma se relaciona con estas especies. Se preparó, por ejemplo, tanto el adiestramiento de patrones y pescadores en el uso de guías de clasificación de tiburones y rayas como la instrucción del personal del sector turístico y de conservación en la identificación de áreas de crianza y de reproducción.
También se previó realizar cursos de preparación para inspectores y para efectivos de Tropas Guardafronteras en las normas regulatorias emitidas, y talleres de concientización ambiental sobre el uso sostenible y conservación de tiburones y rayas en las comunidades pesqueras.
Una nota informativa que ratificaba la proscripción del aleteo de tiburón en el país (práctica pesquera difundida a nivel internacional) fue publicada por nuestro diario el 12 de diciembre de 2014 (Prohibido cortar aletas a tiburones y desechar sus cuerpos en el mar, en www.juventudrebelde.cu).
Llamó la atención. A fin de proporcionar un poco más de elementos sobre la poca conocida vida y pesquería de estas especies en el archipiélago, ofrecemos algunos detalles. Reseñaremos para ello la presentación en pancarta La pesca de tiburones en Cuba, del Doctor Rafael Tizol Correa, localizable en algunos sitios de Internet.
Durante una conversación telefónica, el también Director del Centro de Investigaciones Pesqueras nos autorizó a emplear los datos de su ponencia. No obstante, aclaró que el material es de septiembre de 2010, por lo cual no está actualizado en los detalles, aunque pueden ser válidas las generalizaciones.
El científico nos remitió a fuentes de la Dirección de Regulaciones Pesqueras y Ciencias del Minal para refrescar números. Por el momento, para saber un poquito más, su breve pero enjundiosa presentación es útil, habida cuenta de que JR dará seguimiento a las políticas para la mejor conservación y uso sostenible de los recursos marinos, en especial de los nobles y «misteriosos» tiburones.
Para el Doctor Rafael Tizol, el tiburón debe ser conservado y usado sosteniblemente y «adquiere cada día mayor interés para la industria pesquera cubana, no solamente porque este recurso representa una fuente nacional importante de alimento, sino por el valor de sus pieles, dientes y mandíbulas para la industria turística».
De ellos también son demandados el aceite de hígado (subproducto altamente cotizado en el mercado internacional debido a los ácidos grasos polisaturados, vitaminas, esqualeno y esqualamina), las aletas (muy demandadas en el mercado asiático), y los cartílagos, cuyo uso a favor de la salud humana es estudiado en nuestro país.
Sobre las carnes, en su presentación de La pesca de tiburones en Cuba, el Director del Centro de Investigaciones Pesqueras refiere que a «nivel internacional existe un rechazo histórico en utilizar algunas especies de tiburón como alimento».
En Cuba las reportadas como no apropiadas para el consumo humano son el tiburón baboso (C. altimus), el amarillo (C. obscurus), el galano (C. longimanus) y ejemplares adultos muy grandes de tigre (G. cuvieri).
No obstante, la aceptación de la carne del tiburón por parte de la población cubana en los últimos años se ha incrementado notablemente —señaló el Doctor en su ponencia de 2010—, incluyendo especies de aguas profundas como el galludo cubano (S. cubensis), el tiburón del alto (C. granulosus) y el cazón de fondo (H. vitulus).
De los tiburones también se utiliza la piel, aunque «solamente se comercializan las de aquellos que exceden los 1,5 metros de longitud. La piel del tiburón gata es la más codiciada en el mercado internacional, seguida de las especies G. cuvieri, N. brevirostris (galano de ley), C. obscurus, C. leucas (cabeza de batea), C. limbatus (aletinegro), I. oxyrhinchus (dientuso azul), S. mokarran (cornuda de ley), Centrophorus sp. (galludos) y P. glauca (azul). La piel de esta última especie es codiciada en Japón y rechazada por curtidores europeos y norteamericanos».