Recientemente, el curso regular diurno de la carrera de Comunicación Social de la Universidad de Las Tunas Vladimir I. Lenin celebró 15 años de fundado. ¡Qué raudo transcurrió el tiempo! Tuve la fortuna y la satisfacción de integrar su primer colectivo docente, un hecho al que le reservo un espacio de preferencia en mi relicario existencial.
La variedad de mercados destinados a la venta de hasta lo inconcebible deviene norma inherente al propio desarrollo del comercio, acá en la Tierra y quizá hasta en el más allá. Es, ni más ni menos, una regla de oro de la comercialización, basada en la calidad y el confort del lugar donde se concretan.
Eran tan famélicos, que Don Quijote hubiera sentido lástima. Así se vio en las redes sociales, cuando desde el poblado avileño de Orlando González la colega y amiga Carmen Luisa Martín Suárez mostró por Facebook una de las tantas aristas que ha adoptado el fenómeno inflacionario en Cuba.
Arte y ciencia comparten un denominador común. Ambos constituyen vías específicas de construcción de conocimientos. A veces, la palabra del poeta alcanza dimensión profética. No sabía el francés Paul Valéry que el Mediterráneo, bañado por el infinito renacer del mar, víctima ahora de la violencia del poder hegemónico, se convertiría alguna vez en auténtico «cementerio marino».
Quienes vivimos en Cuba sentimos el orgullo de contar con un sinnúmero de derechos que aseguran nuestra paz y tranquilidad, pues ese fue uno de los principios fundamentales sobre los que se erigió el proceso revolucionario. A lo largo de los años se han buscado mecanismos para que ninguna persona quede desamparada ante la ley y pueda descansar con la seguridad que solo ofrecen países como este, enfocado en el bienestar de su ciudadanía.
¿Qué hubiese pasado en la Revolución si a Frank País García no lo hubieran asesinado el 30 de julio de 1957? Imaginemos a un Frank vivo en toda su estatura moral, elevada a niveles de leyenda en la veintena de su vida, en medio del torbellino surgido en 1959.
Pareciera un déjà vu, pero es regresión concreta: montarse en una guagua en La Habana —amigos de otras provincias me dicen, ¿guagua…?— se ha convertido en una Cruzada que, como las medievales, requiere encomendarse a un Dios y disponerse a encarar toda clase de peripecias. Nuestro transporte más popular, nuestro «metro» criollo, se ha ido achicando y vuelto a aquel punto barbárico en que los pasajeros no habían, por pura falta de espacio, alcanzado la posición erecta.
Fidel concibió la educación como uno de los ejes fundamentales en la estrategia orientada a la conquista de la soberanía, la justicia social y la necesaria lucha contra el subdesarrollo. Para lograr tan ambiciosos propósitos transformadores, había que introducir profundas reformas estructurales, a la vez que se procedía a la construcción de un sujeto crítico, capaz de asumir con plena conciencia el proceso emancipador.
A las clásicas reglas para medir la inflación en Cuba deberíamos agregar las que nos debemos para medir la «inflazón».
EN su Contribución a la crítica de la filosofía del derecho de Hegel, Carlos Marx razonó: «El arma de la crítica no puede, evidentemente, reemplazar la crítica por las armas, la fuerza material debe ser subvertida por la fuerza material; pero la teoría también deviene fuerza material en cuanto penetra en las masas. La teoría es capaz de penetrar las masas cuando ella hace demostraciones ad hominen (*) y hace demostraciones ad hominen cuando deviene radical. Ser radical es tomar las cosas por la raíz. Y la raíz, para el hombre, es el hombre mismo».