Son letras añejas sobre lo que se dice y en realidad se hace en una imagen contundente en sí misma, transmisora de un derroche de electricidad que crispa hasta al rey de los calmosos.
Ya sea por resultar una víctima, ser testigo ocular o por conocer del suceso, siempre un accidente de tránsito sobrecoge, enmudece, preocupa… En la carretera nadie está exento de sufrir una lesión e incluso la muerte, si las cosas se salen de control.
Por estos días hemos visto con frecuencia a muchos usuarios de Facebook poner en su foto de perfil un marco que dice: Conozco un padre desde el principio o soy un padre desde el principio, para reconocer la labor de los progenitores que han asumido equitativamente su responsabilidad parental desde el nacimiento del bebé. ¡Qué bueno, honor a quien honor merece!
Con poco más del 98 por ciento de las mesas escrutadas se confirmó el triunfo de Gustavo Petro, candidato del Pacto Histórico, en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Colombia. Petro reunía el 50.51 por ciento de los votos contra 47.22 de su rival. Se trata de una victoria extraordinaria, de proyecciones no sólo nacionales sino continentales. Lo primero, porque se produce en un país sometido durante largas décadas al arbitrio de una de las derechas más brutales y sanguinarias de América Latina. El crepúsculo de su predominio se vislumbró en la primera vuelta electoral cuando el uribismo, como personificación de aquellas nefastas fuerzas políticas, no pudo siquiera garantizar que uno de sus varios candidatos pudiera llegar al balotaje. Por eso debieron recurrir a un personaje de opereta como Rodolfo Hernández, en quien volcaron todo su apoyo y trataron de presentarlo como si fuera un estadista cuando en realidad era un bufón, y fracasaron en su empeño. Los candidatos del Pacto Histórico debieron luchar contra un establishment que controla todos los resortes del poder en Colombia, y lograr derrotarlo. Un mérito que, sin duda, debe ser saludado por todas las fuerzas democráticas de Latinoamérica y el Caribe.
Por estos días hemos visto con frecuencia a muchos usuarios de Facebook poner en su foto de perfil un marco que dice: Conozco un padre desde el principio o soy un padre desde el principio, para reconocer la labor de los progenitores que han asumido equitativamente su responsabilidad parental desde el nacimiento del bebé. ¡Qué bueno, honor a quien honor merece!
Hace 15 años, en la densa tarde del 18 de junio de 2007, Vilma Espín Guillois dejó de ser carne para convertirse en esencia, fuerza y ternura, que, como el perfume de las buganvilias que tanto amó, nos cobija y acompaña.
Acaban de sonar la campana a conductores de las populares motos amarillas de la empresa de Taxis Cuba. ¿Qué pasó? Lo mismito de siempre: los dejaron desbocarse a la vista pública y ahora, con retraso, esgrimieron el machete después que pasó el majá.
Todo vuelve, pero deteriorado, como farsa o ironía. Con razón denunciamos el poder del espectáculo y la enajenación total de la vida privada y pública que el mundo nuevo interconectado nos entrega. Las plataformas tecnológicas logran un control incluso más férreo del que pueden ejercer los Estados, las ideologías o las iglesias juntos. Un control con cara simpática, colorido y burbujeante, pero que rige en la oscuridad con mano implacable.
A muchos los ¿sorprendió? esta temporada de lluvias, aunque siempre irrumpen más que las anunciadas, empezando porque en nuestro país existen dos períodos estacionales: uno lluvioso, de mayo a octubre, y otro poco mojado de noviembre a abril.
La noticia, por fin, llegó al terminar el mes de mayo. Lo que parecía inalcanzable, un sueño, quizá un recuerdo ya un poco lejano —el de volver a andar por las calles a rostro descubierto—, se convirtió en una realidad.